El silencio es cómplice: ¿cómo va el tema del dopaje en Colombia?

Unos son grandes prospectos, otros ya referentes del ciclismo. Son varios salpicados en los últimos años. Mientras tanto, el laboratorio de control al dopaje de Coldeportes sigue suspendido. Radiografía de esta práctica en el país.

Thomas Blanco- @thomblalin
15 de abril de 2019 - 08:48 p. m.
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Nadie dice nada, pero todos saben que está ahí, omnipresente. Y poco a poco, van destapándose nuevos casos. Algunos son pesos pesados que mancharon todo lo bueno que hicieron, otros, grandes prospectos que no podrán ser. En los últimos 10 días, Jarlinson Pantano y Wilmar Paredes dieron positivo en un control al dopaje. Siguen las cachetadas en el ciclismo colombiano. La única certeza es que seguirá reinando el silencio, un silencio cómplice. 

Pero había una falsa creencia: que los tentáculos del dopaje no llegaban a los ciclistas colombianos del World Tour. Y ahora este lunes, Pantano, con su positivo por EPO, una sustancia casi que indefendible, vuelve a sembrar preguntas en el ambiente, que quedarán sin respuesta. Nadie habla de quiénes manejan el negocio, de dónde llegan las sustancias, quiénes las suministran, no se sabe nada. Los ciclistas, como siempre, seguirán recibiendo, de manera injusta, todos los disparos. 

Hace 10 días, Wilmar Paredes, tuvo un resultado análitico adverso. Los exámenes arrojaron los mismos resultados: EPO. Un chico de 22 años con un futuro prometedor. Lo más sorprendente del caso es que hacía parte del equipo Manzana Postobón, escuadra que es dirigida por uno de los más férreos críticos del dopaje en el ciclismo colombiano: Luis Fernando Saldarriaga. El tema se salió de las manos, ni siquiera allí han podido controlar los demonios de las agujas. 

Un duro golpe para este deporte en el país. Que aún recuerda que en la Vuelta a Colombia 2017 ocho pedalistas dieron positivo luego de que se les encontrara CERA, un EPO de tercera generación. De los ciclistas sancionados el  28 de noviembre de ese año, cuando se conocieron las muestras, a solo uno se lo detectaron en carrera, que se llevó a cabo más de tres meses antes. Algo que no dejó bien parado a los controles de la competencia. Se trataba de Fabian Robinson López Rivera, quien fue el mejor joven de la ronda nacional y tenía contrato firmado con el equipo italiano Unieuro Trevigiani Hemus. Hoy en día es cajero en unas canchas de fútbol 5 en Bogotá y sueña con volver a ser ciclista. 

Asimismo, este diario pudo conocer que en la edición del año pasado,la organización de la carrera tomó la determinación de expulsar a una persona que hacía parte de la caravana, quien iba en una de las motocicletas que asisten a los ciclistas, debido a que surgieron rumores de que "podría estarle entregando sustancias ilícitas a los deportistas"

Y es que la Cycling Anti- Doping Foundation (CADF), un ente regulador sin ánimo de lucro que trabaja de la mano con la Unión Ciclística Internacional (UCI) llegó por sorpresa a la carrera y allí vio el dopaje sistemático de varios deportistas, una tendencia que se sigue repitiendo.

La misma organización que detectó, a mediados de abril 2018, el positivo del ciclista de pista Fabián Puerta, en ese momento campeón mundial de Keirin, por un supuesto consumo de Boldenona. El caso sigue sin resolverse. 

Puerta, junto a la medallista olímpica María Luisa Calle, quien fue suspendida por cuatro años debido a su dopaje en los Juegos Panamericanos de 2015, y quien cumplirá la sanción en junio, fueron preinscritos por Antioquia para los Juegos Nacionales.

Calle tiene una medalla de bronce que ganó en la prueba por puntos de Olímpicos de Atenas 2004, pues la recuperó un año despues luego de defenderse de una acusación de un supuesto dopaje con heptaminol. Una década más tarde salió su positivo por el consumo de GHRP-2 en los Panamericanos de Toronto 2015. Ahora regresa, a sus 50 años, sin dar una sola palabra. Manteniendo el statu quo: el silencio. 

El laboratorio de control al dopaje de Coldeportes, sin acreditación

A nivel dirigencial, el panorama no es nada alentador. El Laboratorio para el Control al Dopaje de Coldeportes se encuentra suspendido desde el 20 de febrero de 2017 por falta de garantías por la Agencia Mundial Antidopaje.  

Todos estos casos de dopaje tienen un común denominador: fueron detectados por la Cycling Anti- Doping Foundation (CADF). Un ente que ya no tiene licencia para participar en la Vuelta a Colombia debido a que la carrera ya no hace parte de la Unión Ciclística Internacional (UCI) luego de la llegada del Tour Colombia en 2018. 

Ernesto Lucena, director de Coldeportes, varias veces ha repetido que trabajará por atacar esta práctica en el país. Queda mucho trabajo por delante: lo primero, recuperar la licencia del laboratorio. La Universidad Nacional se haría cargo del lugar. Actualmente, en Colombia doparse no es un delito.

Jorge Ovidio González, presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo, le dijo a este diario hace unos meses que "el nivel del ciclismo del país es muy poderoso, eso nos hace más visibles. Y por eso se les hace más bulla a los casos de dopaje". 

El primer paso para atacar el dopaje en Colombia es romper el silencio. Si usted conoce o quiere denunciar esta práctica en el país, escriba al siguiente correo: tblanco@elespectador.com

Por Thomas Blanco- @thomblalin

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