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Los 23 segundos que separan a Nairo Quintana del líder del Tour de Francia 2016 Christoper Froome, son la menor diferencia que ha tenido el pedalista colombiano con el británico al término de la primera semana de competencia en una ronda gala. En las dos participaciones anteriores (2013 y 2015) el boyacense cedió un amplio terreno por inconvenientes de carrera y tras las nueve primeras jornadas tuvo que desgastarse después por intentar una remontada que nunca se dio. Y aunque en esta edición, en la etapa del sábado reconoció equivocarse al no lograr defender el ataque en el descenso de Froome, la diferencia es manejable y a falta de dos semanas de competencia llega muy bien ubicado para lo que viene. (Vea nuestro especial del Tour de Francia)
La madurez e inteligencia de Nairo son notorias. De la experiencia, el pedalista de 26 años ha aprendido y por eso su principal objetivo, antes que atacar, ha sido estar a rueda de Froome. Obviamente el deseo de los amantes del ciclismo en Colombia sería que el boyacense atacara a sus rivales en cuanta subida hubiera, pero justamente es importante en el ciclismo saberse dosificar y esperar el momento oportuno para marcar diferencias. Así como Froome aprovechó un despiste de Nairo en el descenso del sábado, el colombiano sabrá cuándo es el momento indicado para recuperarse. En el ascenso de ayer el británico esperó el ataque del colombiano, pero este nunca se dio. Inteligentemente, Quintana prefirió guardar fuerzas, pues lo que viene, tras la jornada de descanso de hoy, son 12 etapas, siete de ellas con alta montaña, el terreno favorito del boyacense.
En 2013, año del debut de Nairo en el Tour de Francia, su misión era trabajar para Alejandro Valverde; no obstante, el español tuvo problemas físicos y por eso terminó siendo el líder del equipo para el resto de la competencia. Por eso su séptimo puesto al final de la primera semana —a 2’ 02’’ de Froome— no es una referencia similar a la de 2015 y este año, cuando sí ha sido el líder del equipo Movistar.
El año pasado, tras ganar el Giro de Italia de 2014, el boyacense llegó como el capo de la escuadra. Valverde esta vez fue un gregario de lujo para él y desde el comienzo su objetivo principal fue llevar a Nairo a los primeros lugares. Pero en la etapa tres, entre Anvers y Huy, Nairo se perjudicó por unos vientos cruzados, se quedó cortado, Froome lo atacó, asumió el liderato de la carrera y lo dejó a casi dos minutos. Por eso lo que vino para el colombiano fue sufrimiento y desgaste extra en el resto de la carrera, todo por recortarle diferencias a su máximo oponente. Y aunque lo intentó hasta el final, tras las 21 etapas terminó a 1’ 59’’ del británico.
Este año pinta bien. Tras nueve jornadas, Nairo no ha destapado sus cartas. Eso sí, ha dejado claro que está en forma y que su sueño amarillo sigue intacto. Por su parte, Froome tiene claro que en cualquier momento el líder del Movistar atacará. “Creí que iba a llegar su ataque, me lo esperaba hasta el último kilómetro. Me preguntaba si guardaba fuerzas para hacer un gran ataque, pero como no lo hizo pienso que tal vez estaría al límite”, explicó el capo del Sky y líder de la competencia, luego de la jornada de ayer.
Y es que Christopher Froome es el mejor ciclista del mundo y eso nadie lo duda, su fortaleza mental y física lo hacen un rival que pareciera invencible, además cuenta con el apoyo de un equipo muy poderoso, con gregarios de lujo, entre ellos el colombiano Sergio Luis Henao, quien es octavo en la general. Por eso Movistar no puede jugar a la ruleta y, como lo hizo ayer, debe preocuparse por no despegar a Nairo de su sueño amarillo, que está más cerca que en 2013 y en 2015. Así lo reconoció Alejandro Valverde, al destacar que “Froome está muy bien, pero Nairo está ahí, con todas sus opciones, en su sitio”.