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Luego de la llamada, en un aeropuerto de Francia, hubo cierta actitud tímida que en segundos pasó a ser desconcertante. La UCI le comunicó que había dado positivo por boldenona en un control fuera de competencia (el 22 de octubre de 2018, ocho meses antes).
Y Juan José Amador sintió el frío de la pesadilla venidera cuando llegó a España, al centro de operaciones del equipo Manzana Postobón, y entendió que tenía que volver a Colombia, que ya no podía correr más, que estaba suspendido, que adiós a su carrera.
Aunque este ciclista caldense explicó en más de una oportunidad que ni siquiera conocía esa sustancia (esteroide), derivada de la testosterona y con propiedades que aumentan la masa muscular, nadie le creyó. Y regresó a Manizales, y se sintió abandonado por mucha gente que decía apoyarlo. Y solo.
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Y fue tal la depresión, que no quiso montar de nuevo. Pero como la vida sigue su curso, tuvo que buscar trabajo para sostenerse, y lo encontró en una hamburguesería en la que fue mesero y domiciliario.
Desde ese entonces pasaron 16 meses, hasta que el miércoles pasado la misma UCI, luego de una lucha incansable, le envió un oficio en el que lo exoneraba de toda culpa porque en su organismo no había ninguna amenaza dopante. Amador recibió esto como una recompensa a la lucha valerosa y costosa que emprendió para demostrar que era inocente.
¿Cómo fue el proceso para que la UCI revocara la decisión?
Largo. Recogimos todas las pruebas para demostrar que no me había inyectado, me hice exámenes para que vieran que mi físico no había cambiado -antes estaba más delgado- y contratamos a un químico, un traductor y, por supuesto, al abogado. Fueron meses estructurando todo para explicar que no había nada ilícito y que se trataba de un error. Incluso fotos de un asado en el que estuve luego de competir en China, en 2018.
Me imagino que pensaron en la carne de ese día...
¡Claro! Pero la cosa más rara, que me di cuenta cuando ya inicié el proceso de mi defensa, es que la UCI me estaba inculpando por un nanogramo de boldenona. ¿Usted sabe qué es eso? Nada. Recuerdo que en su momento le dije a alguien del Manzana que ese asado podría ser la razón del positivo, pero de inmediato me respondió de manera sarcástica.
¿Qué le dijo?
Que para que eso pasara me tenía que comer tres vacas. Que me declarara culpable, que aceptara mi error, que me había dopado y que no culpara a la carne.
¿Quién fue?
Prefiero no decir. Pero por esas palabras muchos integrantes del equipo, que pensaba que eran mis amigos, me dieron la espalda y no me ayudaron. Y es normal. Cuando pasa algo así se olvida por completo la presunción de inocencia.
¿Cuánto dinero se gastó en su defensa?
No te voy a dar una cifra, pero te puedo decir que quedé limpio, sin ahorros, sin nada. Pero nunca tuve el temor de que no se diera esta noticia, porque sabía que era inocente. Y cuando vos confías en Dios y en lo que has hecho como ciclista, todo se sabe tarde que temprano.
¿Por qué dejó de entrenar unos meses?
Porque la gente fue dura. Me atacaban con frases como “ahí va el dopado” o “miren al tramposo”. Y eso te desmotiva, te acongoja. Pero después entendí que la frente siempre debe estar en alto cuando no has hecho nada malo, y retomé la rutina. Me dio duro, porque fueron varios días de estar quieto.
Hace unos días ganó un chequeo en Manizales. ¿Cómo va esa preparación para la Vuelta a la Juventud?
Muy bien, gracias a Dios. Ayer llegué a un acuerdo con el equipo Supergiros para estar con ellos en la carrera. En principio iba a pelear por un cupo en la escuadra de la Liga de Caldas, pero por fortuna salió esta oportunidad.
¿Y con qué bicicleta?
Una Giant que me regalaron dos amigos. Es que cuando te digo que quedé sin nada, es sin nada. Por fortuna hubo personas generosas a mi lado que me apoyaron. También tengo que decir que la Liga de Caldas me expresó su confianza en todo momento y que creyeron en mí y en mi inocencia cuando otros no lo hicieron.
Ahora, a buscar un contrato con un equipo…
No será fácil. Y por eso hago un llamado a la Federación y a todos los entes que están relacionados con el ciclismo en Colombia para que me den una mano y así seguir con una carrera deportiva que comenzó cuando tenía 17 años en el Manzana Postobón. Todavía tengo muchísimo para dar, y ahora más que por fin demostré mi inocencia.
Camilo Amaya - @CamiloGAmaya