Fabio Parra sobre Lucho Herrera: “Mientras nosotros íbamos en bicicleta, él iba en moto, era muy sobrado”
El ex ciclista, hoy director de Indeportes Boyacá, recordó sus gestas en Europa al lado del 'Jardinerito', en las épocas en las que "el ciclismo era el único deporte que daba buenos resultados internacionales".
@Fedeciclismocolombia
Fabio Enrique Parra Pinto fue uno de los artífices de la conquista del ciclismo colombiano en Europa, por allá a mediados de los años 80. Boyacense, de familia de pedalistas, también se preocupó pro prepararse y estudiar. Administrador de empresas, ha pasado por diferentes cargos públicos y privados. Hoy es director del Instituto de Deportes de su departamento.
Su nombre estará siempre ligado al de Luis Herrera, su gran socio en la carretera. Pero aunque el ‘Jardinerito’ ganó la Vuelta a España de 1987, fue Parra el primero que se acercó a un título en el Tour de Francia. Fue en la edición de 1988, cuando para muchos expertos el colombiano debió ser nombrado ganador. Él con su diplomacia gerencial y la educación de un hombre de academia, es cuidadoso al hablar a ese respecto.
“En determinado momento sí hubo algo como turbio ahí, no hubo claridad. Sthepen Roche hizo una declaración diciendo que había utilizado sustancias prohibidas, al igual que Pedro (‘Perico’ Delgado). Pero ese es el resultado que hay, y siento la tranquilidad de que hice todo lo posible por ganar el Tour, porque fue una preparación a todo nivel, y no se dio. Prefiero dejarlo así”, dijo el boyacense de 60 años, quien no se obsesionó con resolver la disputa del galardón en los tribunales.
“De pronto si se hubiera hecho más cerca a esos años del Tour, sí, pero hoy en día estas situaciones son diferentes y se han visto casos como el de Froome (acusado por sobrepasar la dosis permitida de Salbutamol en la Vuelta a España de 2017). Ya han pasado 30 años y es difícil, pero si se hubiera tomado la decisión en esa época se hubiera podido pelear”, reconoció el ex ciclista nacido en Sogamoso el 22 de noviembre de 1959, en un Instagram Live realizado por la cuenta oficial @fedeciclismocolombia.
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Su retiro del profesionalismo coincidió con el de Lucho Herrera, el hombre que lo deslumbró por su capacidad en la montaña. “Mientras nosotros íbamos en bicicleta, él iba en moto, era único, muy sobrado”. Juntos protagonizaron jornadas memorables, entre ellas la del 1-2 en la etapa 12 del Tour de 1985, en la que fueron capaces de doblegar a Bernard Hinault, pentacampeón de la ronda gala.
“Recuerdo ese día. Fue una etapa de 280 kilómetros, muy larga. Se empezó suave, fueron casi ocho horas. Cuando finalizamos, en mi caso, no había como esa expresión de júbilo, era una sensación de cansancio tremenda. Uno lo veía normal, lo asumí muy tranquilo. En realidad, en casi todos los triunfos era muy parco, no expresaba alegría”, recuerda Parra, quien con la misma calma tomó la decisión de dejar el ciclismo. “Hablamos con Lucho y dijimos: ¡retirémonos! Como dicen por ahí, una retirada a tiempo también es una victoria. Las condiciones ya no eran iguales, los ciclistas jóvenes empezaban duro, ya se acababa la chispa para entrenar de la misma forma, el riesgo lo asumíamos de otra manera. Ya no éramos tan loquitos, nos cuidábamos más. Los hijos iban creciendo. Fue una cosa que hablamos con él y lo hicimos en conjunto, nos retiramos jóvenes y con la idea de descansar”, explicó quien hoy, en calidad de dirigente, emplea su figura para seguirle sirviendo al deporte.
“Uno cuando está en la bicicleta tiene un compromiso muy grande y siente el mismo estrés y la misma tensión que siendo dirigente. Cuando estás en competencia y eres líder tienes la responsabilidad de ganar, el estrés es impresionante. Cuando estás en el sector público o privado hay compromisos enormes. Uno es estrés físico, porque debes prepararte todo el año. Y en la administración es un cansancio mental, eso afecta, y esta cuarentena es algo delicado”, admite Fabio desde su residencia en Tunja, donde cumple con el confinamiento y desarrolla labores diarias a través de teleconferencias con entrenadores, monitores y coordinadores de los distintos programas que tiene a su cargo.
Aprende con tranquilidad los trucos de la tecnología, esa que domina al mundo hoy y que no había en la época en la que él corría. “Es la evolución, y como en todo, hay que aprovecharla. Se han facilitado las cosas, se han avanzado los procesos del trabajo en el instituto. Hay que estar en sintonía y acorde a la necesidad. Es un proceso difícil el tema de la pandemia, una cosa que en el mes de febrero no pensábamos que íbamos afrontar, pero uno tiene que acomodarse a las situaciones y a las directrices de las gobernaciones y el estado”.
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Recuerda que “uno no tenía acceso a nada de esto, no había celular ni comunicación inmediata. Recuerdo que terminaba la etapa, llegábamos a la recepción y había que hacer turno para llamadas, porque varios equipos se quedaban en el mismo hotel”.
Sobre el ciclismo actual y la función de los ciclistas colombianos en Europa aseguró que “en esa época lo más importante era sacar la victoria del equipo. Café de Colombia era un proyecto nuevo, uno pensaba en esa parte. Hoy es un poco diferente: En el caso de Nairo, se vio terrible que el equipo tuviera tres líderes y los intereses de cada uno entorpecían el triunfo para el equipo. Creo que hoy depende más de las decisiones del técnico. Por ejemplo, el año pasado se vio con Egan Bernal y Geraint Thomas, donde realmente se dijo que iban con Egan y ganó él. Su condición física era mejor que la de otros”.
Con respecto al momento del deporte colombiano y la cantidad de figuras que tiene en el mundo, señaló que “nuestro país es de euforias, vive del resultado. Antes no habían redes sociales y la gente igual vibraba. Cuando nos fue bien en el Tour, el ciclismo era el único deporte que daba buenos resultados internacionales. Cuando en el 90 entran las grandes estrellas de fútbol ya se empieza a ver una competencia, pero esa época era grande para la gente, las transmisiones eran muy emocionantes, todo eso ayudaba a la situación tan difícil del país”.
“Está un poco en stand by el tema del ciclismo en Boyacá por la situación de la pandemia. Hay recursos y la intención de seguir apoyando el programa, pero dependemos un poco de cómo evolucione todo. La idea es sacar el equipo Sub- 23 y el femenino. El élite es un poco más difícil porque es más costoso, el tema salarial es alto, la infraestructura. Con los Sub-23 y las damas es viable”, afirmó antes de concluir: “Hay intención y el respaldo del gobernador para dar el apoyo al deporte, no solo al ciclismo, sino a todos. A través de la secretaría de hacienda se está mirando la posibilidad de asignar el recurso para Indeportes, pero toca mirar la economía del departamento una vez pase la pandemia. Ahora los recursos van a la salud, hay que salvar vidas”.
Fabio Enrique Parra Pinto fue uno de los artífices de la conquista del ciclismo colombiano en Europa, por allá a mediados de los años 80. Boyacense, de familia de pedalistas, también se preocupó pro prepararse y estudiar. Administrador de empresas, ha pasado por diferentes cargos públicos y privados. Hoy es director del Instituto de Deportes de su departamento.
Su nombre estará siempre ligado al de Luis Herrera, su gran socio en la carretera. Pero aunque el ‘Jardinerito’ ganó la Vuelta a España de 1987, fue Parra el primero que se acercó a un título en el Tour de Francia. Fue en la edición de 1988, cuando para muchos expertos el colombiano debió ser nombrado ganador. Él con su diplomacia gerencial y la educación de un hombre de academia, es cuidadoso al hablar a ese respecto.
“En determinado momento sí hubo algo como turbio ahí, no hubo claridad. Sthepen Roche hizo una declaración diciendo que había utilizado sustancias prohibidas, al igual que Pedro (‘Perico’ Delgado). Pero ese es el resultado que hay, y siento la tranquilidad de que hice todo lo posible por ganar el Tour, porque fue una preparación a todo nivel, y no se dio. Prefiero dejarlo así”, dijo el boyacense de 60 años, quien no se obsesionó con resolver la disputa del galardón en los tribunales.
“De pronto si se hubiera hecho más cerca a esos años del Tour, sí, pero hoy en día estas situaciones son diferentes y se han visto casos como el de Froome (acusado por sobrepasar la dosis permitida de Salbutamol en la Vuelta a España de 2017). Ya han pasado 30 años y es difícil, pero si se hubiera tomado la decisión en esa época se hubiera podido pelear”, reconoció el ex ciclista nacido en Sogamoso el 22 de noviembre de 1959, en un Instagram Live realizado por la cuenta oficial @fedeciclismocolombia.
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Su retiro del profesionalismo coincidió con el de Lucho Herrera, el hombre que lo deslumbró por su capacidad en la montaña. “Mientras nosotros íbamos en bicicleta, él iba en moto, era único, muy sobrado”. Juntos protagonizaron jornadas memorables, entre ellas la del 1-2 en la etapa 12 del Tour de 1985, en la que fueron capaces de doblegar a Bernard Hinault, pentacampeón de la ronda gala.
“Recuerdo ese día. Fue una etapa de 280 kilómetros, muy larga. Se empezó suave, fueron casi ocho horas. Cuando finalizamos, en mi caso, no había como esa expresión de júbilo, era una sensación de cansancio tremenda. Uno lo veía normal, lo asumí muy tranquilo. En realidad, en casi todos los triunfos era muy parco, no expresaba alegría”, recuerda Parra, quien con la misma calma tomó la decisión de dejar el ciclismo. “Hablamos con Lucho y dijimos: ¡retirémonos! Como dicen por ahí, una retirada a tiempo también es una victoria. Las condiciones ya no eran iguales, los ciclistas jóvenes empezaban duro, ya se acababa la chispa para entrenar de la misma forma, el riesgo lo asumíamos de otra manera. Ya no éramos tan loquitos, nos cuidábamos más. Los hijos iban creciendo. Fue una cosa que hablamos con él y lo hicimos en conjunto, nos retiramos jóvenes y con la idea de descansar”, explicó quien hoy, en calidad de dirigente, emplea su figura para seguirle sirviendo al deporte.
“Uno cuando está en la bicicleta tiene un compromiso muy grande y siente el mismo estrés y la misma tensión que siendo dirigente. Cuando estás en competencia y eres líder tienes la responsabilidad de ganar, el estrés es impresionante. Cuando estás en el sector público o privado hay compromisos enormes. Uno es estrés físico, porque debes prepararte todo el año. Y en la administración es un cansancio mental, eso afecta, y esta cuarentena es algo delicado”, admite Fabio desde su residencia en Tunja, donde cumple con el confinamiento y desarrolla labores diarias a través de teleconferencias con entrenadores, monitores y coordinadores de los distintos programas que tiene a su cargo.
Aprende con tranquilidad los trucos de la tecnología, esa que domina al mundo hoy y que no había en la época en la que él corría. “Es la evolución, y como en todo, hay que aprovecharla. Se han facilitado las cosas, se han avanzado los procesos del trabajo en el instituto. Hay que estar en sintonía y acorde a la necesidad. Es un proceso difícil el tema de la pandemia, una cosa que en el mes de febrero no pensábamos que íbamos afrontar, pero uno tiene que acomodarse a las situaciones y a las directrices de las gobernaciones y el estado”.
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Recuerda que “uno no tenía acceso a nada de esto, no había celular ni comunicación inmediata. Recuerdo que terminaba la etapa, llegábamos a la recepción y había que hacer turno para llamadas, porque varios equipos se quedaban en el mismo hotel”.
Sobre el ciclismo actual y la función de los ciclistas colombianos en Europa aseguró que “en esa época lo más importante era sacar la victoria del equipo. Café de Colombia era un proyecto nuevo, uno pensaba en esa parte. Hoy es un poco diferente: En el caso de Nairo, se vio terrible que el equipo tuviera tres líderes y los intereses de cada uno entorpecían el triunfo para el equipo. Creo que hoy depende más de las decisiones del técnico. Por ejemplo, el año pasado se vio con Egan Bernal y Geraint Thomas, donde realmente se dijo que iban con Egan y ganó él. Su condición física era mejor que la de otros”.
Con respecto al momento del deporte colombiano y la cantidad de figuras que tiene en el mundo, señaló que “nuestro país es de euforias, vive del resultado. Antes no habían redes sociales y la gente igual vibraba. Cuando nos fue bien en el Tour, el ciclismo era el único deporte que daba buenos resultados internacionales. Cuando en el 90 entran las grandes estrellas de fútbol ya se empieza a ver una competencia, pero esa época era grande para la gente, las transmisiones eran muy emocionantes, todo eso ayudaba a la situación tan difícil del país”.
“Está un poco en stand by el tema del ciclismo en Boyacá por la situación de la pandemia. Hay recursos y la intención de seguir apoyando el programa, pero dependemos un poco de cómo evolucione todo. La idea es sacar el equipo Sub- 23 y el femenino. El élite es un poco más difícil porque es más costoso, el tema salarial es alto, la infraestructura. Con los Sub-23 y las damas es viable”, afirmó antes de concluir: “Hay intención y el respaldo del gobernador para dar el apoyo al deporte, no solo al ciclismo, sino a todos. A través de la secretaría de hacienda se está mirando la posibilidad de asignar el recurso para Indeportes, pero toca mirar la economía del departamento una vez pase la pandemia. Ahora los recursos van a la salud, hay que salvar vidas”.