Geraint Thomas, rey de Gales
Amante del rugby y la cerveza, el expistero conquistó el título del Tour de Francia, sexto en siete años para Gran Bretaña. Decoroso papel del ciclismo colombiano.
Carlos Torres
Geraint Thomas, británico de 32 años, excompañero del futbolista del Real Madrid Gareth Bale en el Whitchurch High School de Cardiff, amante del rugby y de la cerveza, se unió este domingo a la historia del Tour de Francia luciendo con orgullo la camiseta amarilla en el podio de París, superando nada menos que a Tom Dumoulin y Chris Froome.
Procedente de la pista, en donde ganó dos títulos olímpicos (Pekín 2008 y Londres 2012) y tres mundiales, G, como le dicen sus amigos, amplió el dominio británico en la carrera más importante del mundo, siguiendo los pasos de Bradley Wiggins (2012) y el propio Froome (2013, 2015, 2016 y 2017), para nada menos que seis títulos en las últimas siete ediciones.
Thomas es miembro de la Orden del Imperio Británico por sus méritos deportivos. Tras sus grandes éxitos en los velódromos, pronto empezó a destacarse en la ruta, ya que en 2004 ganó la París-Roubaix juvenil.
Como profesional se estrenó en 2005 en las filas del Wiesenhof, pasó por el Saunier Duval y el Barloworld, donde coincidió con el colombiano Mauricio Soler, y desde 2010 defiende los colores del Sky.
El nuevo campeón del Tour se siente orgulloso de su identidad galesa. Nació en Cardiff el 25 de mayo de 1986. No aprendió la lengua galesa en la escuela, lo hizo después, gracias a su esposa.
Se destacó en los Juegos de la Commonwealth en 2014, vistiendo la camiseta del País de Gales, en Glasgow, el resultado internacional más importante del ciclismo de aquel país hasta su explosión en el Tour. Thomas entró en meta señalando el león rojo de la bandera galesa, al igual que ayer en los Campos Elíseos, tras la última etapa ganada al embalaje por el noruego Alexander Kristoff.
Para Thomas, la clave de sus triunfos es el peso. Cuando hacía pista, dice, estaba gordo. “Era joven, no demasiado serio, y como buen galés me gustaba beber cerveza. Luego tuve que hacer mucho esfuerzo para adelgazar”.
Tuvo que adelgazar cinco kilos para presentarse a los Juegos de Pekín. El objetivo era estar en torno a los 70. A partir de ahí se podría pensar en adaptarse a la montaña para las pruebas de ruta.
Siempre gregario, tuvo que ponerse los galones de capitán este año. Fue superior a Froome y lo demostró ganando las etapas alpinas de La Rosiere y Alpe D’Huez y rematando siempre con éxito el trabajo de sus compañeros. Froome tuvo que dar su brazo a torcer.
Geraint tiene en su palmarés la París-Niza y la Dauphiné. En el Giro 2017 trató de luchar por la camiseta rosa, pero una caída le arruinó su plan. Esta vez, más delgado, tomó pista para el despegue.
Su evolución no tiene secretos, es lógica tras 10 años de trabajo en la ruta, según su entrenador, Tim Kerrison. “Thomas es parecido a Wiggins: es un buen contrarrelojista y buen escalador, muy regular, poco atacante, pero seguro”, dice.
El galés corrió su primer Tour en 2007, con 21 años, vistiendo el maillot del Barloworld. Ahí estaba gordito, hacía honores a la cerveza. Fue penúltimo.
No oculta que le gusta vivir y que le apasiona el rugby, aunque es de carácter tranquilo. ¿Se ha sentido presionado en el Tour?. “En absoluto”, dice su director, Dave Brailsfod, “es un campeón olímpico”.
En el Whitchurch High School de Cardiff alguien se siente orgullo por el triunfo de Thomas en el Tour. Se trata de Gwyn Morris, el profesor de educación física del ciclista del Sky, quien asegura que cumplió su sueño de niño. El sueño de un ciclista y de un país. Thomas ya tiene motivos para tomarse una buena cerveza y celebrar: entró en el Olimpo del deporte.
Colombia cumplió
Aunque no se logró el principal objetivo, que era pelear el título de la prueba, con Nairo Quintana o Rigoberto Urán, los escarabajos cumplieron un buen papel en la edición 105 del Tour.
Fernando Gaviria ganó dos etapas y Nairo una más. Egan Bernal fue gregario de lujo en el equipo Sky y quedó decimoquinto. Daniel Felipe Martínez se mostró durante varias etapas, al igual que Darwin Atapuma.
“Fue un Tour de aprendizaje. Me quedo con lo bueno. No pasamos desapercibidos y dejamos en alto el nombre de Colombia. Ahora vamos por la Vuelta a España”, reconoció Quintana, décimo en la clasificación general.
Geraint Thomas, británico de 32 años, excompañero del futbolista del Real Madrid Gareth Bale en el Whitchurch High School de Cardiff, amante del rugby y de la cerveza, se unió este domingo a la historia del Tour de Francia luciendo con orgullo la camiseta amarilla en el podio de París, superando nada menos que a Tom Dumoulin y Chris Froome.
Procedente de la pista, en donde ganó dos títulos olímpicos (Pekín 2008 y Londres 2012) y tres mundiales, G, como le dicen sus amigos, amplió el dominio británico en la carrera más importante del mundo, siguiendo los pasos de Bradley Wiggins (2012) y el propio Froome (2013, 2015, 2016 y 2017), para nada menos que seis títulos en las últimas siete ediciones.
Thomas es miembro de la Orden del Imperio Británico por sus méritos deportivos. Tras sus grandes éxitos en los velódromos, pronto empezó a destacarse en la ruta, ya que en 2004 ganó la París-Roubaix juvenil.
Como profesional se estrenó en 2005 en las filas del Wiesenhof, pasó por el Saunier Duval y el Barloworld, donde coincidió con el colombiano Mauricio Soler, y desde 2010 defiende los colores del Sky.
El nuevo campeón del Tour se siente orgulloso de su identidad galesa. Nació en Cardiff el 25 de mayo de 1986. No aprendió la lengua galesa en la escuela, lo hizo después, gracias a su esposa.
Se destacó en los Juegos de la Commonwealth en 2014, vistiendo la camiseta del País de Gales, en Glasgow, el resultado internacional más importante del ciclismo de aquel país hasta su explosión en el Tour. Thomas entró en meta señalando el león rojo de la bandera galesa, al igual que ayer en los Campos Elíseos, tras la última etapa ganada al embalaje por el noruego Alexander Kristoff.
Para Thomas, la clave de sus triunfos es el peso. Cuando hacía pista, dice, estaba gordo. “Era joven, no demasiado serio, y como buen galés me gustaba beber cerveza. Luego tuve que hacer mucho esfuerzo para adelgazar”.
Tuvo que adelgazar cinco kilos para presentarse a los Juegos de Pekín. El objetivo era estar en torno a los 70. A partir de ahí se podría pensar en adaptarse a la montaña para las pruebas de ruta.
Siempre gregario, tuvo que ponerse los galones de capitán este año. Fue superior a Froome y lo demostró ganando las etapas alpinas de La Rosiere y Alpe D’Huez y rematando siempre con éxito el trabajo de sus compañeros. Froome tuvo que dar su brazo a torcer.
Geraint tiene en su palmarés la París-Niza y la Dauphiné. En el Giro 2017 trató de luchar por la camiseta rosa, pero una caída le arruinó su plan. Esta vez, más delgado, tomó pista para el despegue.
Su evolución no tiene secretos, es lógica tras 10 años de trabajo en la ruta, según su entrenador, Tim Kerrison. “Thomas es parecido a Wiggins: es un buen contrarrelojista y buen escalador, muy regular, poco atacante, pero seguro”, dice.
El galés corrió su primer Tour en 2007, con 21 años, vistiendo el maillot del Barloworld. Ahí estaba gordito, hacía honores a la cerveza. Fue penúltimo.
No oculta que le gusta vivir y que le apasiona el rugby, aunque es de carácter tranquilo. ¿Se ha sentido presionado en el Tour?. “En absoluto”, dice su director, Dave Brailsfod, “es un campeón olímpico”.
En el Whitchurch High School de Cardiff alguien se siente orgullo por el triunfo de Thomas en el Tour. Se trata de Gwyn Morris, el profesor de educación física del ciclista del Sky, quien asegura que cumplió su sueño de niño. El sueño de un ciclista y de un país. Thomas ya tiene motivos para tomarse una buena cerveza y celebrar: entró en el Olimpo del deporte.
Colombia cumplió
Aunque no se logró el principal objetivo, que era pelear el título de la prueba, con Nairo Quintana o Rigoberto Urán, los escarabajos cumplieron un buen papel en la edición 105 del Tour.
Fernando Gaviria ganó dos etapas y Nairo una más. Egan Bernal fue gregario de lujo en el equipo Sky y quedó decimoquinto. Daniel Felipe Martínez se mostró durante varias etapas, al igual que Darwin Atapuma.
“Fue un Tour de aprendizaje. Me quedo con lo bueno. No pasamos desapercibidos y dejamos en alto el nombre de Colombia. Ahora vamos por la Vuelta a España”, reconoció Quintana, décimo en la clasificación general.