Jesús David Peña: la resurrección del artista
Del ciclomontañismo a la ruta. De querer una bicicleta a firmar un contrato. De correr en Europa a ser campeón de la Vuelta de la Juventud 2019. De representar al país a descuidarse en su físico y bajar el nivel. De trabajar su mente a volver a ser el vencedor de la competencia sub 23 más importante del calendario nacional.
Cuando Jesús David Peña tenía 13 años, y ya sabía lo que era irse todos los días al colegio en bicicleta, unos amigos de Cogua, el pueblo que ama porque ahí se crió -nació en Zipaquirá-, lo invitaron a practicar ciclomontañismo. Él aceptó y conoció al profesor Rodrigo Rodríguez, quien le dijo: “Siga en esto, que usted es bueno”.
(El equipo Colombia Tierra de Atletas, una nueva luz para el ciclismo colombiano)
Hizo caso, pasó a la ruta y con sus talentosos pedalazos se dio a conocer en las carreteras de Cundinamarca y Boyacá. Gracias a eso llegó al equipo Calzados Goci, con el que corrió la Vuelta al Porvenir 2018, en la que terminó séptimo. En ese momento ya había enviado una carta al Gobierno solicitando que lo apoyaran con una bicicleta, para buscar crecer en el deporte con una mejor herramienta.
Y ya era observado por Luis Fernando Cely, quien por entonces dirigía al Bicicletas Strongman y había recibido una solicitud para que esa escuadra le obsequiara una bicicleta a un joven de Cogua. El entrenador, después de ver cómo el soñador Peña ganó la Clásica de Aguazul y se destacó en la mencionada Vuelta al Porvenir, decidió no darle el regalo.
“Me di cuenta de que no era cualquier ciclista, en realidad era muy bueno. Preferimos contratarlo, darle un salario, una bicicleta para entrenar y otra para correr. Lo llevé a Europa: allá sufrió, pero aprendió mucho y regresó con la cabeza fortalecida”, le contó Cely a El Espectador.
Con 19 años y una mentalidad colmada de anhelos de triunfos, Jesús David regresó a Colombia para disputar su primera Vuelta de la Juventud, la de 2019. Y aunque en Villavicencio durante la tercera etapa no realizó una gran cronoescalada, un día después aprovechó los terrenos conocidos y dio una exhibición entre Zipaquirá y Vélez. En la subida al municipio santandereano que es famoso por sus bocadillos, el coguano aprovechó la estrategia de emboscada ejecutada por Bicicletas Strongman, realizó un certero ataque y se puso la camiseta naranja de líder, que conservó hasta su consagración en Tunja.
(Pablo Pulido: las ideas frescas del ciclismo colombiano)
En ese momento se le cruzaron por los pensamientos cientos de ideas para transformarlas en arte, cuyas diversas ramificaciones conforman la pasión que acompaña su amor por los pedales. Durante sus tiempos libres escribe y dibuja. Aprovecha la aplicación de notas que posee su celular para plasmar ahí, en cualquier momento, las historias que se le ocurren, porque “el arte es amor y hacer todo con amor es siempre arte”.
Tras ese título en la capital boyacense, le dijo a este diario: “Apenas pensaba ir por los premios de la montaña, pero no imaginé ir por todo. Ahora vamos a seguir dándola al máximo, con mucha disciplina”. Pero en 2020 apareció la pandemia y, como le sucedió a millones de personas en el planeta, su cabeza se nubló. Se desconcentró, se descuidó en su estado físico y, por ende, su nivel bajó. “Es cierto que tuvo algunas lesiones en las rodillas que lo afectaron, pero también se comenzó a relacionar con otras personas y anduvo muy desconcentrado”, explicó Cely, entrenador que, sabiendo de sus condiciones, lo mantuvo en la estructura que el año pasado se convirtió en el Colombia Tierra de Atletas.
Por las razones dichas, el corredor cundinamarqués no pudo pelear por conservar la camiseta de campeón de la competencia sub 23 más importante del calendario nacional y tuvo que ayudar a que Diego Camargo -también ganador en la Vuelta a Colombia- se quedara con el título en la edición de 2020. Sin embargo, para la temporada 2021 Peña trabajó con psicólogo, aclaró sus metas y sus adentros retomaron las energías conocidas.
Volvió a escribir mientras escuchaba su amada música. Las letras aparecieron en sus textos y, también, el buen rendimiento con las bielas. Se preparó para poder convertirse en el cuarto ciclista en ganar más de una vez la Vuelta de la Juventud. Hasta ahora, además de él, solo lo han logrado Iván Parra (1995 y 1997), Mauricio Ardila (1999 y 2000) y Fabio Duarte (2005 y 2006).
Bajo la salvedad de que antes el certamen era sub 21, Chucho, como le dicen en el equipo, alcanzó el objetivo. El lunes fue el mejor en el exigente circuito de 118 kilómetros que se celebró en Cúcuta. Desde el primer día asumió el liderato. El martes, en la segunda etapa, demostró que la media montaña es su terreno favorito. En un recorrido de 76 kilómetros entre Villa del Rosario y Pamplona, con final en alto de segunda categoría, atacó cuando faltaban poco más de dos mil metros para meta, dejó atrás a cinco rivales y triunfó.
Peña conservó el liderato y este domingo, tras la última etapa, ganada por Brandon Rojas, levantó el trofeo de la Vuelta de la Juventud 2021 en Tocancipá (Cundinamarca). Un escalador nato que tiene buenos remates en los embalajes de grupos pequeños, un corredor que intenta mejorar su aspecto ergonómico, un ser que recuperó la madurez y que luego de haber disputado dos Giros de Italia sub 23 tiene futuro de World Tour. Si así llega a ser, tendrá mejores ideas para sus dibujos y sus escritos.
Cuando Jesús David Peña tenía 13 años, y ya sabía lo que era irse todos los días al colegio en bicicleta, unos amigos de Cogua, el pueblo que ama porque ahí se crió -nació en Zipaquirá-, lo invitaron a practicar ciclomontañismo. Él aceptó y conoció al profesor Rodrigo Rodríguez, quien le dijo: “Siga en esto, que usted es bueno”.
(El equipo Colombia Tierra de Atletas, una nueva luz para el ciclismo colombiano)
Hizo caso, pasó a la ruta y con sus talentosos pedalazos se dio a conocer en las carreteras de Cundinamarca y Boyacá. Gracias a eso llegó al equipo Calzados Goci, con el que corrió la Vuelta al Porvenir 2018, en la que terminó séptimo. En ese momento ya había enviado una carta al Gobierno solicitando que lo apoyaran con una bicicleta, para buscar crecer en el deporte con una mejor herramienta.
Y ya era observado por Luis Fernando Cely, quien por entonces dirigía al Bicicletas Strongman y había recibido una solicitud para que esa escuadra le obsequiara una bicicleta a un joven de Cogua. El entrenador, después de ver cómo el soñador Peña ganó la Clásica de Aguazul y se destacó en la mencionada Vuelta al Porvenir, decidió no darle el regalo.
“Me di cuenta de que no era cualquier ciclista, en realidad era muy bueno. Preferimos contratarlo, darle un salario, una bicicleta para entrenar y otra para correr. Lo llevé a Europa: allá sufrió, pero aprendió mucho y regresó con la cabeza fortalecida”, le contó Cely a El Espectador.
Con 19 años y una mentalidad colmada de anhelos de triunfos, Jesús David regresó a Colombia para disputar su primera Vuelta de la Juventud, la de 2019. Y aunque en Villavicencio durante la tercera etapa no realizó una gran cronoescalada, un día después aprovechó los terrenos conocidos y dio una exhibición entre Zipaquirá y Vélez. En la subida al municipio santandereano que es famoso por sus bocadillos, el coguano aprovechó la estrategia de emboscada ejecutada por Bicicletas Strongman, realizó un certero ataque y se puso la camiseta naranja de líder, que conservó hasta su consagración en Tunja.
(Pablo Pulido: las ideas frescas del ciclismo colombiano)
En ese momento se le cruzaron por los pensamientos cientos de ideas para transformarlas en arte, cuyas diversas ramificaciones conforman la pasión que acompaña su amor por los pedales. Durante sus tiempos libres escribe y dibuja. Aprovecha la aplicación de notas que posee su celular para plasmar ahí, en cualquier momento, las historias que se le ocurren, porque “el arte es amor y hacer todo con amor es siempre arte”.
Tras ese título en la capital boyacense, le dijo a este diario: “Apenas pensaba ir por los premios de la montaña, pero no imaginé ir por todo. Ahora vamos a seguir dándola al máximo, con mucha disciplina”. Pero en 2020 apareció la pandemia y, como le sucedió a millones de personas en el planeta, su cabeza se nubló. Se desconcentró, se descuidó en su estado físico y, por ende, su nivel bajó. “Es cierto que tuvo algunas lesiones en las rodillas que lo afectaron, pero también se comenzó a relacionar con otras personas y anduvo muy desconcentrado”, explicó Cely, entrenador que, sabiendo de sus condiciones, lo mantuvo en la estructura que el año pasado se convirtió en el Colombia Tierra de Atletas.
Por las razones dichas, el corredor cundinamarqués no pudo pelear por conservar la camiseta de campeón de la competencia sub 23 más importante del calendario nacional y tuvo que ayudar a que Diego Camargo -también ganador en la Vuelta a Colombia- se quedara con el título en la edición de 2020. Sin embargo, para la temporada 2021 Peña trabajó con psicólogo, aclaró sus metas y sus adentros retomaron las energías conocidas.
Volvió a escribir mientras escuchaba su amada música. Las letras aparecieron en sus textos y, también, el buen rendimiento con las bielas. Se preparó para poder convertirse en el cuarto ciclista en ganar más de una vez la Vuelta de la Juventud. Hasta ahora, además de él, solo lo han logrado Iván Parra (1995 y 1997), Mauricio Ardila (1999 y 2000) y Fabio Duarte (2005 y 2006).
Bajo la salvedad de que antes el certamen era sub 21, Chucho, como le dicen en el equipo, alcanzó el objetivo. El lunes fue el mejor en el exigente circuito de 118 kilómetros que se celebró en Cúcuta. Desde el primer día asumió el liderato. El martes, en la segunda etapa, demostró que la media montaña es su terreno favorito. En un recorrido de 76 kilómetros entre Villa del Rosario y Pamplona, con final en alto de segunda categoría, atacó cuando faltaban poco más de dos mil metros para meta, dejó atrás a cinco rivales y triunfó.
Peña conservó el liderato y este domingo, tras la última etapa, ganada por Brandon Rojas, levantó el trofeo de la Vuelta de la Juventud 2021 en Tocancipá (Cundinamarca). Un escalador nato que tiene buenos remates en los embalajes de grupos pequeños, un corredor que intenta mejorar su aspecto ergonómico, un ser que recuperó la madurez y que luego de haber disputado dos Giros de Italia sub 23 tiene futuro de World Tour. Si así llega a ser, tendrá mejores ideas para sus dibujos y sus escritos.