Histórico: Egan Bernal se metió en el podio de la Strade Bianche por primera vez para Colombia
El colombiano, sin ser un especialista, ante los mejores clasicómanos del mundo, brilló en una de las carreras de culto más importantes del ciclismo. El campeón fue Mathieu Van Der Poel.
Thomas Blanco
La carretera blanca fue la carretera de Egan Bernal. El colombiano consiguió un histórico tercer puesto en la Strade Bianche, una de las clásicas más importantes del ciclismo, carrera de culto y considerada como el sexto monumento, luego de los 184 kilómetros de recorrido, 63 de ellos en terreno destapado. El ganador fue Mathieu Van der Poel.
Julian Alaphilippe fue segundo, seguido por el corredor colombiano, que llegó a la carrera a trabajarle a su compañero Tom Pidcock, especialista en este tipo de carreras por su trayectoria en el ciclocross. Pero al final el colombiano, que ha vuelto a disfrutar de la bicicleta, que recuperó su sonrisa de siempre, asumió el liderato de un Team Ineos que ha cambiado su forma de correr por una más agresiva y ofensiva.
La primera sorpresa la dio a 50 kilómetros de la meta, cuando se dio el primer gran proceso de selección. Egan quedó en el grupo de punta de nueve corredores con todos los favoritos: Van Aert, Alaphilippe, Van der Poel, Pidcock y Pogacar.
Lea: Dave Brailsford: “Queremos que Egan Bernal recupere su alegría de correr”
El grupo se siguió seleccionando, hasta que Pidcock y Van Aert no pudieron resistir un latigazo de Alaphilippe. Dos menos. El momento en el que Egan asumió el liderato.
A 12 kilómetros de la meta, Van der Poel dio un ataque de aquellos, a una potencia y un ritmo demoledor para quedar solo en la punta con Alaphilippe, el único que lo pudo resistir. Pero dos minutos después, contra todo pronóstico, contra todos, Egan les llegó. Valentía, fuerza y gran estado de forma.
Y en el último kilómetro, en la mítica subida en la entrada a la ciudad de Siena, otra vez atacó Van der Poel, quien ganó con un margen de cinco segundos de ventaja sobre Alaphilippe y de 20 sobre Egan Bernal, que no es un especialista en este tipo de carreras y al que nadie tenía en la baraja de favoritos. Ya había mostrado un nivel imperial hace tres días con su subcampeonato en el Trofeo Laigueglia, al ganar al embalaje ante grandes corredores como Champoussin, Landa, Ciccone y Vansevenant. Sigue explotando nuevas facetas de su ciclismo.
Lea: Egan Bernal y el “One hit wonder”
Estas fueron las palabras que le dijo Dave Brailsford, cabeza del Team Ineos, a este diario sobre el difícil 2020 del colombiano.
“Tuvo una lesión de espalda, fue difícil. Es un joven muy talentoso que alcanzó el éxito demasiado temprano. Cuando Egan llegó al equipo tenía una gran sonrisa siempre que corría. Lo primero que tú pensabas al verlo era su gran sonrisa. Y su forma de correr era muy agresiva, hablamos de un corredor carismático. Es importante que encuentre esa alegría de correr otra vez. En mi opinión, la del equipo y también la de él, todo se resume en recuperar esa sonrisa de vuelta. Recuperar el amor al deporte, a los rivales, a competir. Y si lo haces bien, los resultados llegarán. Pero es que tampoco se trata de los resultados, sino del proceso. Egan es un hombre con mucha ambición y lo vamos a apoyar para que pueda disfrutar de nuevo”.
Y lo está disfrutando como nunca, a pesar de que no se ha recuperado del todo de su lesión de espalda. El título del Giro de Italia 2021, su sueño. Un sueño que con el correr de los días no parece tan lejano.
La carretera blanca fue la carretera de Egan Bernal. El colombiano consiguió un histórico tercer puesto en la Strade Bianche, una de las clásicas más importantes del ciclismo, carrera de culto y considerada como el sexto monumento, luego de los 184 kilómetros de recorrido, 63 de ellos en terreno destapado. El ganador fue Mathieu Van der Poel.
Julian Alaphilippe fue segundo, seguido por el corredor colombiano, que llegó a la carrera a trabajarle a su compañero Tom Pidcock, especialista en este tipo de carreras por su trayectoria en el ciclocross. Pero al final el colombiano, que ha vuelto a disfrutar de la bicicleta, que recuperó su sonrisa de siempre, asumió el liderato de un Team Ineos que ha cambiado su forma de correr por una más agresiva y ofensiva.
La primera sorpresa la dio a 50 kilómetros de la meta, cuando se dio el primer gran proceso de selección. Egan quedó en el grupo de punta de nueve corredores con todos los favoritos: Van Aert, Alaphilippe, Van der Poel, Pidcock y Pogacar.
Lea: Dave Brailsford: “Queremos que Egan Bernal recupere su alegría de correr”
El grupo se siguió seleccionando, hasta que Pidcock y Van Aert no pudieron resistir un latigazo de Alaphilippe. Dos menos. El momento en el que Egan asumió el liderato.
A 12 kilómetros de la meta, Van der Poel dio un ataque de aquellos, a una potencia y un ritmo demoledor para quedar solo en la punta con Alaphilippe, el único que lo pudo resistir. Pero dos minutos después, contra todo pronóstico, contra todos, Egan les llegó. Valentía, fuerza y gran estado de forma.
Y en el último kilómetro, en la mítica subida en la entrada a la ciudad de Siena, otra vez atacó Van der Poel, quien ganó con un margen de cinco segundos de ventaja sobre Alaphilippe y de 20 sobre Egan Bernal, que no es un especialista en este tipo de carreras y al que nadie tenía en la baraja de favoritos. Ya había mostrado un nivel imperial hace tres días con su subcampeonato en el Trofeo Laigueglia, al ganar al embalaje ante grandes corredores como Champoussin, Landa, Ciccone y Vansevenant. Sigue explotando nuevas facetas de su ciclismo.
Lea: Egan Bernal y el “One hit wonder”
Estas fueron las palabras que le dijo Dave Brailsford, cabeza del Team Ineos, a este diario sobre el difícil 2020 del colombiano.
“Tuvo una lesión de espalda, fue difícil. Es un joven muy talentoso que alcanzó el éxito demasiado temprano. Cuando Egan llegó al equipo tenía una gran sonrisa siempre que corría. Lo primero que tú pensabas al verlo era su gran sonrisa. Y su forma de correr era muy agresiva, hablamos de un corredor carismático. Es importante que encuentre esa alegría de correr otra vez. En mi opinión, la del equipo y también la de él, todo se resume en recuperar esa sonrisa de vuelta. Recuperar el amor al deporte, a los rivales, a competir. Y si lo haces bien, los resultados llegarán. Pero es que tampoco se trata de los resultados, sino del proceso. Egan es un hombre con mucha ambición y lo vamos a apoyar para que pueda disfrutar de nuevo”.
Y lo está disfrutando como nunca, a pesar de que no se ha recuperado del todo de su lesión de espalda. El título del Giro de Italia 2021, su sueño. Un sueño que con el correr de los días no parece tan lejano.