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Parece que Jairo Cano Salas (EPM) hubiera leído uno de los mensajes que adornan la Casa de la Cultura de Marsella, municipio donde este viernes arrancó el Clásico RCN 2017. “Tú eres capaz de todo, atrévete”, son las palabras que cuelgan del techo del recinto risaraldense, considerado patrimonio cultural colombiano.
Oriundo de Amagá, Antioquia, Cano fue capaz de triunfar en la primera etapa en el embalaje, del cual disfrutó el público pereirano que se acercó al parque al frente de la Gobernación de Risaralda. Le ganó en el final del recorrido, de 125,2 kilómetros, al español Óscar Sevilla (Team Medellín Éxito) y Jaime Castañeda (Movistar).
La etapa fue accidentada en el comienzo. Pinchazos y caídas hicieron que los carros acompañantes debieran detenerse a auxiliar a unos corredores que luego intentaron pedalear al máximo para unirse al pelotón. Ese que vio una pequeña fuga, ese que tuvo que trasegar por hermosas tierras cafeteras.
El recorrido entre Marsella y Pereira está colmado de curvas. Puede generar mareos, pero, sobre todo, la sensación de apreciar la belleza colombiana. Paisajes cafeteros se visualizan en montañas de color esperanza. Los cultivos del grano, al borde de una carretera bien pavimentada. Las hojas de plátano acompañan la vista.
Un campesino con botas pantaneras a caballo, un niño dirigiéndose de la vereda a la escuela encima de la bicicleta, unos hombres con indumentaria de ciclistas sacándole provecho a las bielas y un tendero tomándose su “tintico”. Apenas una muestra de la identidad colombiana que se observa en el sendero mencionado.
Este sábado, la segunda etapa del Clásico RCN vuelve a salir de un municipio de Risaralda. Jairo Cano, con dos segundos de ventaja sobre Luis Alfredo Martínez (Team Super Giros), tres respecto a Sevilla y seis ante Castañeda, partirá con la camiseta de líder desde Santa Rosa de Cabal. Será un trazado de 223,8 kilómetros.
Pasando por Chinchiná, La Pintada, Puente Iglesias, Bolombo, Caldas (Antioquia) y finalizando en Itagüí, los ciclistas, sin saberlo, buscarán hacerle caso a otras frases que motivan en la Casa de la Cultura de Marsella: “los espacios son para creer en sí mismo”, “haz algo bueno, diferente a los demás”, “el sabor de la vida está en las cosas sencillas”, “manos y mente: ¿sabes para qué sirven?”.
@SebasArenas10 - sarenas@elespectador.com