Kingtana: Nairo conquistó España
El boyacense ganó su segundo título en una de las tres grandes carreras por etapas, tras el Giro de Italia de 2014. Brillante actuación colombiana.
Redacción Deportiva
Debe ser un mensaje divino. Este 2016 será inolvidable para Colombia, si no el mejor de toda su historia. Por culpa de Nairo Quintana, Mariana Pajón, Caterine Ibargüen, Óscar Figueroa, Esteban Chaves, Carlos Daniel Serrano, Yuri Alvear, Yuberjen Martínez y muchos más, esta temporada será recordada como la más exitosa para el deporte nacional, pero también como la que significó el principio del fin de una guerra eterna.
Mejor imposible. Por eso hay motivos para celebrar, con “paz, alegría y tranquilidad”, como lo dijo ayer Nairo Quintana, quien se coronó campeón de la Vuelta a España y celebró en una Madrid vestida de amarillo, azul y rojo, pues al menos 100 mil compatriotas acompañaron al corredor del equipo Movistar en su consagración.
El ciclista boyacense logró su segundo título en una gran carrera de tres semanas: ya había conseguido el del Giro de Italia en 2014 y dio un paso más rumbo a su gran sueño amarillo, el Tour de Francia.
Y lo hizo venciendo en franca lid a su gran rival de los últimos años, el británico Chris Froome, quien, con sus gestos de gallardía y reconocimiento hacia el colombiano, cambió acusaciones y señalamientos por elogios y cariño.
Nairo celebró en el podio con Esteban Chaves, el bogotano del equipo australiano Orica, quien, con su tercer lugar en la clasificación general, ratificó toda su clase y confirmó que pronto llegará a lo más alto en una grande.
Otros dos compatriotas también brillaron. Darwin Atapuma, líder durante cuatro días y campeón por equipos con el BMC, y Jonathan Restrepo, una nueva figura de la velocidad, quien, precisamente, ayer, en la etapa final ganada en embalaje por el danés Magnus Cort Nielsen, terminó en el octavo lugar.
Cuando Lucho Herrera ganó por primera vez para Colombia la Vuelta a España, en 1987, Nairo Quintana ni siquiera había nacido. Pasaron 29 años para que un escarabajo nuevamente pudiera pasearse vencedor por las calles de Madrid. Esto refleja la dimensión de semejante hazaña.
Ojalá no tengamos que volver a esperar tanto tiempo para ver a uno de los nuestros vestido de rojo. La cantidad y calidad de los ciclistas criollos nos permite ser optimistas.
Simplemente el mejor
Nairo construyó su victoria desde que terminó en el tercer lugar del Tour de Francia, hace mes y medio, porque regresó a Colombia y se concentró, se aisló en Boyacá, para llegar en la mejor condición posible a España.
Y luego, en cada una de las 21 jornadas de la ronda ibérica, fue poniendo un ladrillo más. En la primera semana, estuvo atento y bien ubicado. Ganó en Lagos de Covadonga, en la décima fracción, pero les dio el golpe de gracia a sus rivales en la llegada a Aramón Formigal, cuando atacó desde la salida con Alberto Contador y le sacó más de dos minutos y medio de ventaja a Chris Froome.
El viernes hizo la crono que había pronosticado con sus directores deportivos, aunque el británico estuvo más fuerte que nunca y le descontó más de dos minutos. Y el sábado, Nairo cerró su actuación maestra siguiendo, kilómetro a kilómetro, la rueda de su gran adversario, el tricampeón del Tour, ese mismo que horas después, en sus redes sociales (@Chrisfroome) aseguro: “Chapeau (me quito el sombrero) a Nairo Quintana y al Movistar. Lo di todo. Gracias equipo Sky”.
“Fue una carrera durísima. Le agradezco a mi equipo, que me trajo hasta acá. Y por supuesto a todos los colombianos, por su apoyo incondicional. Ahora, el mundo sabe que somos tierra de paz”, señaló un Nairo emocionado en el podio, donde reconoció, además: “Todos los momentos de adversidad me han fortalecido y me han ayudado a mejorar”.
Así como Nairo labró su título, el bogotano Esteban Chaves movió sus fichas para subirse al tercer escalón del podio y, a sus 26 años, redondear una temporada maravillosa, pues había sido segundo en el Giro de Italia.
Chavito también brilló con luz propia e hizo todo bien. Incluso el sábado, en una épica actuación, le sacó minuto y medio nada menos que a Alberto Contador, para quitarle el tercer lugar en la general. Su equipo, el Orica australiano, se ha convertido en la gran novedad del Pro Tour.
Pedro Perico Delgado, uno de los mejores ciclistas españoles de la historia, quien en 1989 compartió el podio de la Vuelta con los colombianos Fabio Parra y Óscar de J. Vargas, dijo que este triunfo le servirá a Nairo para “quitarse de encima el fantasma de Froome y los temores que el británico le generaba”. “Ya demostró que le podía ganar en una gran carrera, compitiendo de tú a tú. Eso le dará fuerza mental para hacerlo en el Tour”, concluyó. De conseguirlo, Quintana cumplirá su sueño de niño, pero también se confirmará, para quienes todavía lo dudan, como el mejor deportista colombiano de la historia.
Debe ser un mensaje divino. Este 2016 será inolvidable para Colombia, si no el mejor de toda su historia. Por culpa de Nairo Quintana, Mariana Pajón, Caterine Ibargüen, Óscar Figueroa, Esteban Chaves, Carlos Daniel Serrano, Yuri Alvear, Yuberjen Martínez y muchos más, esta temporada será recordada como la más exitosa para el deporte nacional, pero también como la que significó el principio del fin de una guerra eterna.
Mejor imposible. Por eso hay motivos para celebrar, con “paz, alegría y tranquilidad”, como lo dijo ayer Nairo Quintana, quien se coronó campeón de la Vuelta a España y celebró en una Madrid vestida de amarillo, azul y rojo, pues al menos 100 mil compatriotas acompañaron al corredor del equipo Movistar en su consagración.
El ciclista boyacense logró su segundo título en una gran carrera de tres semanas: ya había conseguido el del Giro de Italia en 2014 y dio un paso más rumbo a su gran sueño amarillo, el Tour de Francia.
Y lo hizo venciendo en franca lid a su gran rival de los últimos años, el británico Chris Froome, quien, con sus gestos de gallardía y reconocimiento hacia el colombiano, cambió acusaciones y señalamientos por elogios y cariño.
Nairo celebró en el podio con Esteban Chaves, el bogotano del equipo australiano Orica, quien, con su tercer lugar en la clasificación general, ratificó toda su clase y confirmó que pronto llegará a lo más alto en una grande.
Otros dos compatriotas también brillaron. Darwin Atapuma, líder durante cuatro días y campeón por equipos con el BMC, y Jonathan Restrepo, una nueva figura de la velocidad, quien, precisamente, ayer, en la etapa final ganada en embalaje por el danés Magnus Cort Nielsen, terminó en el octavo lugar.
Cuando Lucho Herrera ganó por primera vez para Colombia la Vuelta a España, en 1987, Nairo Quintana ni siquiera había nacido. Pasaron 29 años para que un escarabajo nuevamente pudiera pasearse vencedor por las calles de Madrid. Esto refleja la dimensión de semejante hazaña.
Ojalá no tengamos que volver a esperar tanto tiempo para ver a uno de los nuestros vestido de rojo. La cantidad y calidad de los ciclistas criollos nos permite ser optimistas.
Simplemente el mejor
Nairo construyó su victoria desde que terminó en el tercer lugar del Tour de Francia, hace mes y medio, porque regresó a Colombia y se concentró, se aisló en Boyacá, para llegar en la mejor condición posible a España.
Y luego, en cada una de las 21 jornadas de la ronda ibérica, fue poniendo un ladrillo más. En la primera semana, estuvo atento y bien ubicado. Ganó en Lagos de Covadonga, en la décima fracción, pero les dio el golpe de gracia a sus rivales en la llegada a Aramón Formigal, cuando atacó desde la salida con Alberto Contador y le sacó más de dos minutos y medio de ventaja a Chris Froome.
El viernes hizo la crono que había pronosticado con sus directores deportivos, aunque el británico estuvo más fuerte que nunca y le descontó más de dos minutos. Y el sábado, Nairo cerró su actuación maestra siguiendo, kilómetro a kilómetro, la rueda de su gran adversario, el tricampeón del Tour, ese mismo que horas después, en sus redes sociales (@Chrisfroome) aseguro: “Chapeau (me quito el sombrero) a Nairo Quintana y al Movistar. Lo di todo. Gracias equipo Sky”.
“Fue una carrera durísima. Le agradezco a mi equipo, que me trajo hasta acá. Y por supuesto a todos los colombianos, por su apoyo incondicional. Ahora, el mundo sabe que somos tierra de paz”, señaló un Nairo emocionado en el podio, donde reconoció, además: “Todos los momentos de adversidad me han fortalecido y me han ayudado a mejorar”.
Así como Nairo labró su título, el bogotano Esteban Chaves movió sus fichas para subirse al tercer escalón del podio y, a sus 26 años, redondear una temporada maravillosa, pues había sido segundo en el Giro de Italia.
Chavito también brilló con luz propia e hizo todo bien. Incluso el sábado, en una épica actuación, le sacó minuto y medio nada menos que a Alberto Contador, para quitarle el tercer lugar en la general. Su equipo, el Orica australiano, se ha convertido en la gran novedad del Pro Tour.
Pedro Perico Delgado, uno de los mejores ciclistas españoles de la historia, quien en 1989 compartió el podio de la Vuelta con los colombianos Fabio Parra y Óscar de J. Vargas, dijo que este triunfo le servirá a Nairo para “quitarse de encima el fantasma de Froome y los temores que el británico le generaba”. “Ya demostró que le podía ganar en una gran carrera, compitiendo de tú a tú. Eso le dará fuerza mental para hacerlo en el Tour”, concluyó. De conseguirlo, Quintana cumplirá su sueño de niño, pero también se confirmará, para quienes todavía lo dudan, como el mejor deportista colombiano de la historia.