La Strade Bianche, el culto al “sterrato”
Con la presencia de 14 latinoamericanos se correrá este sábado la mítica clásica italiana en la que Egan Bernal terminó tercero el año pasado.
No están Wout Van Aert ni Mathieu Van der Poel, el campeón defensor. Tom Pidcock se apuntaba como el favorito, pero problemas estomacales lo bajaron de la carrera a última hora. Parece una batalla final entre Tadej Pogacar y Julian Alaphillippe, pero con la presencia de 14 latinoamericanos que quieren dar la guerra. Este sábado se correrá la Strade Bianche.
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No están Wout Van Aert ni Mathieu Van der Poel, el campeón defensor. Tom Pidcock se apuntaba como el favorito, pero problemas estomacales lo bajaron de la carrera a última hora. Parece una batalla final entre Tadej Pogacar y Julian Alaphillippe, pero con la presencia de 14 latinoamericanos que quieren dar la guerra. Este sábado se correrá la Strade Bianche.
Sergio Higuita, Miguel Ángel López, Alejandro Osorio, Brandon Vega, Didier Merchán, Miguel Flórez, Juan Diego Alba, Jhonathan Restrepo y Einer Rubio serán la cuota de nueve colombianos. Richard Carapaz, Jhonathan Narváez, Jonathan Caicedo, Jonathan Cañaveral y Maxi Richeze completan la terna sudamericana. Higuita y Carapaz son los hombres que podrían terminar dentro de los diez primeros.
En la edición pasada, Egan Bernal, con su tercer puesto, le dio el mejor resultado en su historia al ciclismo latinoamericano en una carrera hecha para otro perfil de ciclistas. Fue la carrera en la que el jefe de filas del Ineos, ausente esta vez por su accidente, puso los primeros ladrillos para ganar el Giro de Italia pasado.
La Strade Bianche no es la carrera con más historia, de hecho, comenzó a correrse apenas en el 2007, sí está muy bien valorada por los expertos del mundo de la bicicleta.
Incluso, y a pesar de que no hace parte de uno de los cinco grandes monumentos, que son la Milán-San Remo (Italia), el Tour de Flandes (Bélgica), la París-Roubaix (Francia), la Lieja-Bastoña-Lieja (Bélgica) y el Giro de Lombardía (Italia), para muchos La Strade Bianche es la sexta clásica más importante del mundo.
Y esta consideración se fundamenta en muchos aspectos. Uno de ellos, tal vez el principal, es la belleza del recorrido y los paisajes de la competencia, que se desarrolla en Siena, ciudad de Italia.
La Strade Bianche, para algunos, ha sido considerada como “la carrera de los artistas” por la dificultad de su terreno, pero también por la espectacularidad de las imágenes que genera.
Y es que hay que tener en cuenta que el recorrido incluye 45 kilómetros en tierra (sterrato) y un circuito repleto de inclinaciones y colinas que atraviesan la región de la Toscana.
Por eso, hablar de La Strade Bianche significa hablar de la belleza. De la dificultad de un terreno que, a lo largo de los años, y en las pasadas catorce ediciones, ha dejado como regalo cientos de imágenes espectaculares de la tierra que se levanta, tras el paso de las bicicletas, en las montañas y colinas italianas de Siena.
Pero, además, el recorrido incluye un tradicional paso por el centro de San Gimignano. Un pueblo de arquitectura medieval amurallado, que es uno de los puntos de atracción turística más importante de toda Europa.