“La Vuelta a España no perdona el desgaste”: Santiago Botero

El exciclista Santiago Botero habló con El Espectador sobre los factores que impidieron una mejor actuación de los corredores colombianos en la última de las tres grandes de la temporada, eso sí, reconociendo lo que hicieron.

Redacción deportes
16 de septiembre de 2018 - 02:14 p. m.
Miguel Ángel López y Nairo Quintana (der.), líderes de los equipos Astana y Movistar, respectivamente.  / EFE
Miguel Ángel López y Nairo Quintana (der.), líderes de los equipos Astana y Movistar, respectivamente. / EFE
Foto: EFE - MANUEL BRUQUE
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Luego de la contrarreloj individual que abrió la Vuelta a España de 1973, tras ser el ganador de la jornada y, por ende, el primer líder, el belga Eddy Merckx dijo una frase con la objetividad que tenía en el momento, que sigue teniendo: “El Tour de Francia es tan grande, que lo es todo en el ciclismo. Y lo afecta todo, incluso las otras citas del calendario”. Después arrojó otras palabras que complementaron la afirmación: “Si corres Tour es casi imposible ganar la Vuelta”. Ese año consiguió su único título en esa prueba sin haber disputado la competencia francesa y con la corona del Giro como respaldo. De hecho, solo dos ciclistas en la historia han logrado ese doblete en la misma temporada: Jacques Anquetil (1963) y Bernard Hinault (1978). Lo anterior puede servir como punto de partida para darle sustento a una tesis: el desgaste de la carrera por etapas más importante del mundo no pasa inadvertido, menos en otro desafío de tres semanas como la Vuelta.

“Los que corrieron este año el Tour la están pagando ahora en España. Y eso que pudo haber sido peor para corredores como Nairo Quintana y Rigoberto Urán, pero su calidad es tanta, que a pesar del cansancio les da para meterse en el Top 10”, dice Santiago Botero, exciclista colombiano y quien tuvo como mejor resultado en la península ibérica el puesto 18 en 2001 (la disputó seis veces y en dos abandonó). Por ejemplo, Simon Yates prefirió guardarse y no ir a Francia, al igual que Enric Mas, dos de los hombres que han respondido de la mejor manera en los días en los que la alta y media montaña han dinamitado las piernas, así como la voluntad. Ahora bien, esto no se puede tomar como un punto de referencia único, pues Alejandro Valverde y Steven Kruijswijk sí estuvieron. “Claro, ya depende del organismo y de la forma de recuperarse de cada uno, también de adaptarse y soportar los kilómetros de la temporada”.

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Pero si se trata de hacer un análisis de lo que han hecho los pedalistas colombianos en esta edición de la carrera española, es importante tener varios factores en cuenta. Primero, el recorrido estipulado por la organización y la presencia de subidas mucho más inclinadas, de mayor explosividad y más cortas. “A mí gusto, hubiera preferido ascensos más largos y no tan demoledores, para el espectáculo. Las batallas hubieran sido más lindas”, dice Botero. Segundo, la paridad de los equipos, la no presencia de una escuadra demoledora como lo ha sido el Sky en otras apariciones y el tener que apelar casi a la individualidad para sobresalir, para que los ataques sean considerables, dañinos. “Si se fijan, no hubo una escuadra que fuera la que dictara el ritmo en la montaña. Todas tuvieron sus momentos, hasta el Movistar que ofició de local. Y todos arremetieron cuando quisieron impulsados por eso mismo, porque no hubo un grupo que generara ese respeto, ese temor estratégico que hace que los demás se limiten a ir a un ritmo establecido”.

Tercero, y en el caso particular del Movistar, la elección de un jefe de filas claro, pues Quintana y Valverde llegaron en una situación física similar. Por ende, fue la misma carretera y las sensaciones las que dieron la palabra para hacer una estrategia durante la marcha e ir actuando con el paso de cada kilómetro. “Las fuerzas de ambos estuvieron tan parejas, que fue complicado tomar una decisión y clarificar a quién había que trabajarle en específico, porque hay que reconocer que el equipo siempre trabajó, pero para el colectivo”, dice Botero a un análisis que complementa con la viveza del Mitchelton Scott y el hacer todo con base en los errores, en la inteligencia de la lectura.

“Ellos no tomaron el liderato desde el comienzo, así hubiesen podido. Era quemarse para nada y por eso se pusieron en la punta con Adam Yates en la etapa 14, es decir, con más de la mitad de la competencia”. Cuarto, hablando de Rigoberto Urán, el poco tiempo de recuperación que tuvo tras el retiro en el Tour y que equivale a menos horas sobre la bicicleta, vital al momento de afrontar este tipo de competencias en las que la regularidad con la que se arranca permite que la hoja de ruta sea más llevadera. “No pudo encontrar el punto y eso le afectó, sin contar que el trayecto no era para un corredor como él, pues no se caracteriza por salir disparado como una bala, sino en mantener un ritmo, en ser la máxima expresión del aguante, en derrotar a los demás en resistencia al cansancio”, apunta Botero.

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En cuanto a Miguel Ángel López, el exciclista hace un balance muy claro y que deja ver el crecimiento que ha tenido el boyacense en su forma de correr y de entender la dinámica del World Tour en el que se no se puede salir para arriba por puro impulso sin tener en cuenta lo que un arrebato de esos puede significar más adelante. “Es un ciclista maduro y joven a la vez. Y esa combinación es muy valiosa. Tengo que reconocerle como corrió esta Vuelta y su agresividad en momentos claves. Lastimosamente la contrarreloj individual no le ayudó mucho. Pero en términos generales, es una gran actuación para él y para el Astana que comandó con jerarquía”, apuntó con respecto al boyacense que se metió al podio de la prueba luego de la etapa de este sábado en la que fue segundo.

“Hay que estar satisfechos”

Puede que para muchos estas palabras conlleven a la mediocridad, pero para Botero son un reflejo de que a diferencia de años anteriores, cuando ver a un ciclista colombiano metido en los puestos de punta era una hazaña, ahora ya se sueña con ganar todo y con tener no uno, ni dos, sino hasta tres hombres peleando las carreras más importantes del mundo. “Así como se les exige más, también hay que reconocer el trabajo hecho. No en vano, nuestro país es protagonista y el que no haya un triunfo grande no puede nublar la verdad: somos potencia”. Botero tiene razón, pues si de mirar cifras y datos se trata, Colombia es séptima en el escalafón de naciones de la UCI, puesto que le permitirá tener ocho corredores en el próximo Mundial de Ruta en Austria (la misma cantidad que Francia, Bélgica, España, entre otros países).

En conclusión, la edición 73 de la Vuelta no fue la esperada para los colombianos, pero no por eso se hizo una mala carrera teniendo en cuenta que el nivel es cada vez más parejo. “Este deporte, como todos en general, es indescifrable. Un día eres el mejor y al otro no. Por fortuna tenemos muchos que tienen cualidades para ser mejores, y atrás viene otros cuantos esperando la oportunidad”.

Por Redacción deportes

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