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Mariana Pajón, nuestra mayor leyenda olímpica

La bicicrosista antioqueña logró la medalla de plata en Tokio 2020 y completó tres preseas en las justas, tras los oros de Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.

30 de julio de 2021 - 03:49 a. m.
La triple medallista olímpica de Colombia, Mariana Pajón Londoño.
La triple medallista olímpica de Colombia, Mariana Pajón Londoño.
Foto: Totto
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Apenas tenía tres años cuando ganó su primera carrera. Pícara, atrevida y vehemente, tomó la bicicleta roja de la familia y comenzó a montar sin esperar alguna instrucción. Por seguridad su papá, Carlos Mario, le había puesto ruedas auxiliares para que Mariana no se cayera, pero a medida que se fue alejando notó que las pequeñas llantas apenas rozaban el suelo y que el manubrio se mantenía recto logrando el punto de equilibrio perfecto. Ese día no hubo caídas. Los raspones llegarían después, incluso las fracturas, decenas de fracturas.

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Aprendió sola, a puro instinto, según explica su hermano Miguel, su fiel escudero desde aquellos tiempos. Fue él quien la vinculó al BMX, pues cuando competía a nivel nacional sus padres lo acompañaban y se llevaban a la niña, porque no había con quién dejarla.

Parecía un muchachito, se ponía a montar sola y llegaba toda sucia y sudada, como si se hubiera revolcado en el piso. Competía con niños mayores y les ganaba. Cuando no lo hacía, se ponía furiosa. Era buena estratega, inteligente y traviesa, más independiente de lo que parecía bajo el cuidado de su familia.

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Poco a poco aprendió los trucos del bicicrós, que apenas se estaba desarrollando en el departamento de Antioquia. Su sueño era ser campeona mundial y pronto lo consiguió en las categorías menores. Forjó sus triunfos a punta de talento, sacrificio, disciplina y el apoyo irrestricto de los suyos, más allá de que alguna vez, preocupada por los peligros de un deporte extremo, Claudia, su mamá, intentó persuadirla para que mejor practicara gimnasia o la equitación.

Pero la pequeña Mariana ya tenía claro su camino, quería convertirse en bicicrosista profesional. En Colombia no tenía competencia y sus triunfos eran cada vez más contundentes, por lo que sus padres decidieron llevarla a Estados Unidos para foguearla ante rivales de mejor nivel. Y ella siguió corriendo y ganando como si estuviera en el patio de su casa.

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Hasta que en 2008, con solo 17 años, fue como invitada a los Juegos Olímpicos de Beijín, en los que no compitió por medalla, pero comenzó a visualizarse en el podio del evento más importante del deporte mundial. Esa misma temporada ganó el Mundial Juvenil de la UCI y demostró que tenía cómo destacarse en la élite.

Llegaron los títulos mundiales, decenas de Copas del Mundo y centenares de medallas en Juegos Nacionales, Bolivarianos, Suramericanos y Centrocaribe y Panamericanos, triunfos que construyó y celebró a con la misma emoción que las actuaciones que la volvieron leyenda, las de los Juegos Olímpicos.

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A Londres, en 2012, llegó con la responsabilidad de ser la medallista dorada de Colombia. Era el podio fijo. Y la presión le sirvió de motivación para superar a todas sus rivales y poner a sonar el himno nacional. Repitió la hazaña en Río 2016 con la misma determinación. Y contra muchos pronósticos, incluso los propios, volvió a colgarse una medalla en Tokio 2021, esta vez la de plata, pero igual con sabor a oro, luego de recuperarse de una delicada lesión de rodilla, la más complicada de su carrera.

Ahora casada con el bicicrosista colombo francés Vincent Pelluard y con casi 30 años de edad, ‘Marianita’, porque seguirá siendo así para todos los colombianos, se colgó su tercera presea y superó a los dobles medallistas olímpicos del país: el tirador Helmut Bellingrodt, la luchadora Jackeline Rentería, los pesistas Óscar Figueroa y Luis Javier Mosquera, la judoca Yuri Alvear, la saltadora Caterine Ibargüen y el bicicrosista Carlos Alberto Ramírez, quien este jueves ratificó el bronce que había logrado en Río 2016.

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Alberto(3788)30 de julio de 2021 - 03:56 p. m.
Concepto totalmente personal: ese deporte no debería tener la categoría de olímpico. Al paso que van terminarán aceptando el Tejo.
  • NiDictaduraDeVotosNiDemocraciaDeBotas(13232)01 de agosto de 2021 - 10:18 p. m.
    El nombre oficial con que el deporte que usted menciona entraría al ciclo olímpico se está debatiendo actualmente; unos piden que se llame Bolo Aéreo, mientras que otros piden que lo denominen Tenis de Mecha (este grupo, prinicipalmente conformado por practicantes del Altiplano argumenta que el nombre debe rimar con chevecha..)
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