“Muy pronto un ciclista colombiano ganará el Tour de Francia”: Pedro 'Perico' Delgado

La leyenda del deporte español habló de los duros años de Nairo Quintana, su admiración por Egan Bernal y el respeto que le tiene al ciclismo de nuestro país.

Thomas Blanco Lineros - @thomblalin
17 de febrero de 2019 - 03:00 a. m.
Eder Garcés
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El camino de Pedro Perico Delgado para ganar el Tour de Francia fue rocoso. El premio a su resistencia llegó luego de superar adversidades y mostrar la mejor versión de sí mismo.

Al igual que Nairo Quintana (1,67 metros de estatura), el español no fue el ciclista con el mejor biotipo (1,71 m). Su talón de Aquiles también fueron las pruebas contra el reloj, a pesar de ser talentoso en la montaña y en los descensos. Una historia similar a la que ha vivido el boyacense en los últimos años, que el jefe de filas del Movistar espera calcar tras cinco intentos fallidos en la ronda gala.

Perico, luego de muchos vaivenes, se coronó campeón del Tour de Francia 1988. Su primera participación fue en la edición de 1983, pero una indigestión le hizo perder más de 25 minutos en la etapa 18. Se fue a regañadientes, pero con la certeza de que tenía la madera para seguir intentándolo.

Regresó un año después y la primera etapa lo recibió con una caída. No se dio por vencido y unos días después, cuando ya estaba en los primeros puestos de la clasificación general, en un descenso en los Alpes, de nuevo se fue al suelo, se rompió la clavícula y quedó fuera.

En 1985, entre la contrarreloj por equipos y la individual perdió 11 minutos con respecto al líder, Bernard Hinault. Recuperó el terreno perdido en la montaña, ganó su primera etapa en la competencia de ciclismo más importante del mundo, pero volvió a enfermarse y culminó en la sexta casilla de la clasificación general. El sueño de pararse en lo más alto del podio volvió a irse al carajo. El mensaje era claro: había que reinventarse en las fracciones llanas contra el cronómetro.

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Y siguió. En 1986, cuando tenía la ilusión de lograr por fin el objetivo, en la quinta etapa recibió una noticia que le partió la vida en dos: la muerte de su madre por un derrame cerebral. Al día siguiente estuvo en la salida, pero unos kilómetros después no tuvo más fuerzas para seguir. Y en 1987, en la penúltima etapa perdió el liderato con el irlandés Stephen Roche, quien siempre respondió los ataques del segoviano. Fue segundo: tan cerca, pero a la vez tan lejos.

En la edición de 1988 por fin se cumplió el sueño. Fue imperial en las pruebas contra el reloj y venció a dos temerarios rivales: los colombianos Lucho Herrera y Fabio Parra, quien terminó tercero en la clasificación general. Fue un triunfo escandaloso debido a las acusaciones de un supuesto positivo de probenecida, un diurético. Delgado dijo que era una sustancia que consumió para no retener líquidos en la contrarreloj y finalmente ganó “legalmente” la ronda gala. Nada dañó la celebración, que fue apoteósica, tanto que botó la camiseta amarilla de campeón.

El Tour Colombia 2.1 ha recibido a los mejores pedalistas del mundo y a las principales escuadras del World Tour. Han vuelto los tiempos en los que pedalistas de la talla de Bernard Hinault, Laurent Fignon, Pascal Simon, Robert Millar y Perico Delgado rodaban por nuestras carreteras.

Justamente, el segoviano es la leyenda invitada en el Tour Colombia 2.1. Se ha encontrado con viejos compañeros como Abelardo Rondón, con quien compartió en el equipo Reynolds. “Con Pedro forjamos una linda amistad y luego de treinta años seguimos siendo grandes amigos”, apunta Rondón. Y también con rivales como José Patrocinio Jiménez, quien es el conductor del equipo continental estadounidense Aevolo. “Nosotros rompíamos la carrera y a Perico siempre era al que le servía”, rememora el boyacense.

En diálogo con El Espectador, Pedro Delgado, quien ahora trabaja como comentarista de radio y televisión, hizo una radiografía del ciclismo colombiano, que para él está viviendo el mejor momento de su historia.

¿Qué recuerdos le traen las carreteras colombianas?

Un gustazo, puros recuerdos buenos. En mi época mis grandes rivales eran los escarabajos: me torturaban, atacaban siempre. Yo les decía: “Basta, me provoca ahorcaros” (risas). Fueron batallas de sufrimiento sobre la bici, pero ya que ha pasado el tiempo recuerdas todo con cariño y sin ese dolor en las piernas.

¿Cree que a Nairo Quintana se le está acabando el crédito para ganar el Tour de Francia?

Claro que no: ha ganado la Vuelta, el Giro y ha sido segundo en el Tour. Solo que creo que en los últimos años ha habido circunstancias que no le han ayudado y no ha podido sortear en el equipo.

¿Cómo cuáles?

Es muy sencillo: su rival, el Team Sky. Es una escuadra que sabe agrupar muy bien sus fuerzas. Es muy difícil doblegar solo a todo el equipo. Yo nunca daré a Nairo como descartado, ojalá algún día se le dé; se lo merece.

¿Qué le ha faltado a Colombia para ganar un Tour de Francia?

Hoy no les falta nada. En mi época, el problema que tenían era un déficit de conocimiento del ciclismo europeo: cómo se desarrolla, la organización y las etapas de contrarreloj. Es verdad que Nairo no es el mejor en esta materia, pero yo tampoco lo era. Evolucioné, como él lo ha hecho. Lo que tiene que hacer es rematar en la montaña. En ese aspecto, por comparar las dos épocas (en la que viví yo y la de ahora), ahí sí que les faltaba ese conocimiento que da el ciclismo europeo. Todo era lucha. Nairo, Miguel Ángel López y Egan Bernal tienen esa experiencia con sus equipos. Sería muy bonito ser el mejor en la contrarreloj, la montaña, en todo, pero cada uno tiene que ser fuerte en su terreno.

¿No cree que a veces por mejorar la contrarreloj se puede perder la explosión en la montaña?

No me parece. Hoy en día puedes mejorar la contrarreloj y no te perjudica la montaña. Yo evolucioné también para ganar el Tour: mejoré en la crono, gané algunas. Yo creo que al final es un ejercicio de autocontrol, de confianza, y a lo mejor a Nairo le ha faltado porque siempre se queda con la espinita. A medida que van pasando los años, lo digo por experiencia, va mejorando el desenlace.

¿Entonces ve cerca un título en el Tour de Francia para un escarabajo?

Vengo diciendo que por estas carreteras anda rodando el que será el primer ciclista colombiano en ganar el Tour. Creo que será Egan Bernal, un chico con un don excepcional. Pero también puede ser Nairo o Miguel Ángel López. Colombia tiene un nivel tremendo para las grandes vueltas. Yo creo que hoy día sois la referencia como los hombres a batir. No me cabe duda de que muy pronto un ciclista colombiano ganará el Tour de Francia. Me impresiona mucho cómo han crecido todos sus ciclistas.

¿En qué sentido?

Antes uno solo escuchaba contrarrelojeros como Víctor Hugo Peña y Santiago Botero, campeón mundial de la especialidad. Había un vacío en esa materia. Ahora son fenomenales en un terreno como los embalajes. Y ahora tienen auténticos campeones como Fernando Gaviria y Álvaro Hodeg. A los sprints no se les da mucha importancia, hasta que llega ese campeón. El ciclismo tiene muchas teclas que tocar, no solo la de la montaña. Y Colombia está viviendo el mejor momento de su historia. Con grandes escaladores, como siempre, pero ahora con embaladores.

¿Qué más falta para que nuestro ciclismo dé un salto de calidad?

Bueno, yo tengo algo que decirle a la Unión Ciclística Internacional: con estos fanáticos no es posible que no haya una carrera World Tour aquí. Recuerdo la Vuelta a Colombia en la que participé, que tiene mucha tradición. Hay un calendario selectivo que no os ha venido bien. Por los campeones que tiene y la gente, se la merecen. Una prueba de ese nivel les haría mucho bien.

Thomas Blanco Lineros - @thomblalin

Por Thomas Blanco Lineros - @thomblalin

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