Nairo acaricia la gloria en el Tour

Exactamente hace 30 años, Colombia participó por primera vez en el Tour de Francia. Lo hizo con un equipo aficionado, el Pilas Varta, encabezado por José Patrocinio Jiménez y Édgar Condorito Corredor.

Desde entonces, nuestros escarabajos se las han arreglado para ser protagonistas y mantener el prestigio de nuestro ciclismo. Este año, en la edición del centenario de la carrera por etapas más prestigiosa y tradicional del planeta, el sucreño José Serpa y el boyacense Nairo Quintana han sido los encargados de lucir con orgullo el tricolor nacional.

A dos jornadas del final, Serpa, del equipo Lampre, ocupa el puesto 22, mientras que Quintana, del Movistar, es tercero, apenas a 21 segundos del español Alberto Contador, segundo.

Serpa es un veterano corredor que en este Tour ha demostrado toda su experiencia y regularidad, pero lo de Quintana es verdaderamente impresionante. Con apenas 23 años está disputando por primera vez la ronda gala y ha superado todas las expectativas, las propias y las ajenas.

Días antes del comienzo de la prueba, Nairo, nacido en Cómbita el 4 de febrero de 1990, le dijo a El Espectador que su objetivo era “ganar una etapa y ayudar a Alejandro Valverde a disputar la carrera”. Ni él mismo creía que podía conquistar un lugar en el podio. De hecho, veía todavía lejana la posibilidad de hacerlo: “En dos o tres años espero pelear el Tour”.

Su talento, apoyado por una impecable preparación física y mental, lo tiene ahora a 258 kilómetros de la gloria. Los primeros 125 los correrá hoy, en una etapa que definirá la carrera. Los otros 133 serán mañana en el paseo de la victoria por los Campos Elíseos de París.

Sus dotes de escalador y su espíritu batallador lo han convertido en uno de los animadores de la Grande Bouclé y en el hombre señalado por sus rivales como “la rueda a seguir” en las etapas de montaña.

“Es el ciclista que más está creciendo”, dijo ayer Joaquim Purito Rodríguez, quinto en la general, a 26 segundos del colombiano. “Es un excelente escalador, tiene un inmenso futuro”, señaló al respecto Chris Froome, el líder de la carrera, mientras que Alberto Contador admitió que “Quintana ha logrado una regularidad impresionante en las etapas más duras. Nos quedamos esperando que desfalleciera”.

Lo cierto es que así Nairo no gane ninguna etapa, con su brillante actuación en Francia ha logrado poner su nombre al lado de las grandes glorias colombianas en el Tour: Luis Herrera, Fabio Parra (tercero en 1988), Álvaro Mejía, Santiago Botero y Mauricio Soler.

Se ha ganado, además, el respeto y el reconocimiento del mundo del ciclismo, sorprendido este año con el renacer de nuestros escarabajos en Europa, pues al lado de Quintana han brillado sobre todo Rigoberto Urán (subcampeón del Giro de Italia), Carlos Betancur y Sergio Luis Henao.

Exactamente hace 30 años, Colombia participó por primera vez en el Tour de Francia. Lo hizo con un equipo aficionado, el Pilas Varta, encabezado por José Patrocinio Jiménez y Édgar Condorito Corredor.

Desde entonces, nuestros escarabajos se las han arreglado para ser protagonistas y mantener el prestigio de nuestro ciclismo. Este año, en la edición del centenario de la carrera por etapas más prestigiosa y tradicional del planeta, el sucreño José Serpa y el boyacense Nairo Quintana han sido los encargados de lucir con orgullo el tricolor nacional.

A dos jornadas del final, Serpa, del equipo Lampre, ocupa el puesto 22, mientras que Quintana, del Movistar, es tercero, apenas a 21 segundos del español Alberto Contador, segundo.

Serpa es un veterano corredor que en este Tour ha demostrado toda su experiencia y regularidad, pero lo de Quintana es verdaderamente impresionante. Con apenas 23 años está disputando por primera vez la ronda gala y ha superado todas las expectativas, las propias y las ajenas.

Días antes del comienzo de la prueba, Nairo, nacido en Cómbita el 4 de febrero de 1990, le dijo a El Espectador que su objetivo era “ganar una etapa y ayudar a Alejandro Valverde a disputar la carrera”. Ni él mismo creía que podía conquistar un lugar en el podio. De hecho, veía todavía lejana la posibilidad de hacerlo: “En dos o tres años espero pelear el Tour”.

Su talento, apoyado por una impecable preparación física y mental, lo tiene ahora a 258 kilómetros de la gloria. Los primeros 125 los correrá hoy, en una etapa que definirá la carrera. Los otros 133 serán mañana en el paseo de la victoria por los Campos Elíseos de París.

Sus dotes de escalador y su espíritu batallador lo han convertido en uno de los animadores de la Grande Bouclé y en el hombre señalado por sus rivales como “la rueda a seguir” en las etapas de montaña.

“Es el ciclista que más está creciendo”, dijo ayer Joaquim Purito Rodríguez, quinto en la general, a 26 segundos del colombiano. “Es un excelente escalador, tiene un inmenso futuro”, señaló al respecto Chris Froome, el líder de la carrera, mientras que Alberto Contador admitió que “Quintana ha logrado una regularidad impresionante en las etapas más duras. Nos quedamos esperando que desfalleciera”.

Lo cierto es que así Nairo no gane ninguna etapa, con su brillante actuación en Francia ha logrado poner su nombre al lado de las grandes glorias colombianas en el Tour: Luis Herrera, Fabio Parra (tercero en 1988), Álvaro Mejía, Santiago Botero y Mauricio Soler.

Se ha ganado, además, el respeto y el reconocimiento del mundo del ciclismo, sorprendido este año con el renacer de nuestros escarabajos en Europa, pues al lado de Quintana han brillado sobre todo Rigoberto Urán (subcampeón del Giro de Italia), Carlos Betancur y Sergio Luis Henao.