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Nairo Quintana afirmó este viernes que el británico Chris Froome es "el rival número uno" para ganar el Tour de Francia, que comienza este sábado, pero dijo que se encuentra en buena condición para intentarlo en una edición en la que habrá que ser "atrevidos" para conquistarlo.
"Es un Tour en el que hay menos etapas con final en alto y, por ello, habrá que ser más atrevidos. Todo se jugará en los equipos, en las estrategias que se hagan. Creo que será un Tour con muchas estrategias y muchos movimientos", señaló el jefe de filas del Movistar.
A diferencia de la pasada edición, Quintana fue el único ciclista de su equipo que compareció en la rueda de prensa previa al inicio de la competición, muestra de la apuesta de la formación española únicamente por el colombiano, aunque también cuenta en sus filas con el español Alejandro Valverde.
Quintana ha modificado su preparación. El año pasado disputó el Tour y la Vuelta, que acabó ganando. En esta temporada ha apostado por el Giro, donde fue segundo, para intentar encontrar su mejor momento de forma durante la ronda gala.
"He recuperado bien del Giro, la preparación está siendo diferente. El año pasado estuve mejor en la Vuelta que en el Tour. Este año no sé si con la preparación estaré mejor que en el Tour o peor. Por ahora las sensaciones son buenas. Son carreras que para mis características me han ido bien. Tenemos un objetivo, esperemos cumplirlo", dijo.
El colombiano afirmó que hay que esperar al final del Tour para ver si la apuesta de esta temporada es la adecuada, pero señaló que las sensaciones que tiene por el momento son muy positivas, aunque advirtió también de la fortaleza de sus rivales.
En este sentido, el corredor restó importancia a la mala temporada que está firmando Froome, que atribuyó a que ha centrado toda su preparación en el Tour. "En el Tour habrá mejorado un poco más su forma. Para mi sigue siendo el rival número uno y seguramente estará fuerte", señaló.
Pero también citó a otros, como el australiano Richie Porte, el español Alberto Contador, el italiano Fabio Aru o el francés Romain Bardet, sin olvidar, dijo, a la sorpresa que cada año surge en la ronda francesa. "El Tour lo gana uno, pero aspirantes venimos muchos. No es una lotería, pero es algo parecido. Hay que trabajar mucho, pero también tener más que la condición, la suerte de que todo te vaya bien", comentó.
A su favor, señaló, pesa el hecho de que esta edición cuenta con menos kilómetros cronometrados, 14 en la etapa de mañana en Düsseldorf y otros 22,5 en la penúltima en Marsella. "Hay menos crono y eso es menos desfavorable que otros años. Se cederá algo de tiempo, pero esperamos que no sea mucho. Es menos preocupante que en el Giro, que tenía muchos kilómetros contra el crono", dijo.
Sin embargo, el colombiano echa de menos más llegadas en alto, su terreno favorito, donde espera poder marcar las diferencias. "Serán etapas muy serias, que van a desgastar. A mi me va bien. Cuantas más etapas haya en alto mejor, aunque también hay que contar con mi condición física (...) Soy un escalador, quisiera que todas las etapas acabaran en alto (...)", apuntó.
"Pero no es la primera vez que ataco en el último puerto para luego lanzarme a conservar la ventaja en el descenso. Es bastante atrevido. Jugaremos con las estrategias. Es algo que también pueden hacer los rivales, habrá que estar atentos", dijo.