Nairo volvió al Movistar, ¿qué se puede esperar en su regreso al ciclismo mundial?

Cuando el nombre de Nairo Quintana había sido relacionado, sin éxito, con las grandes escuadras del pelotón mundial, el regreso del corredor de Cómbita al Movistar Team rompe todos los pronósticos y abre un abanico de posibilidades para que el pedalista retome su carrera y deje atrás un capítulo con más sombras que luces, por el cual duró más de un año sin competir a nivel profesional.

Cuando el nombre de Nairo Quintana había sido relacionado, sin éxito, con las grandes escuadras del pelotón mundial, el regreso del corredor de Cómbita al Movistar Team rompe todos los pronósticos y abre un abanico de posibilidades para que el pedalista retome su carrera y deje atrás un capítulo con más sombras que luces, por el cual duró más de un año sin competir a nivel profesional.

Astana, Trek, UAE Emirates, Bahrain, Intermarché y el EF Education de Rigoberto Urán y Esteban Chaves fueron nombres que llenaron la prensa con rumores que le abrían la puerta del regreso a Nairo al olimpo del ciclismo mundial, ese mismo del que fue desterrado desde el doble positivo que dio tras el Tour de Francia 2022 por tramadol.

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Tan solo hace una semana, el abogado deportivo Andrés Charria, defensor de Nairo en el proceso por tramadol (y entre otras cosas, encargado de la defensa que le permitió a María Luisa Calle recuperar la medalla olímpica en la prueba por puntos de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 que le había sido despojada por un positivo de heptaminol), afirmaba en un diálogo con Alejandro Pino Calad que, a pesar de haber perdido el caso, estaba completamente seguro de que Nairo no había consumido, por lo menos de forma voluntaria, el tramadol por el cual le revocaron el sexto puesto que había conseguido en ese Tour de Francia.

Sin embargo, el caso de Nairo había sentado un precedente y el no haber negociado su posición de inocencia fue tomado como una afrenta por el máximo circuito del ciclismo, la Unión Ciclista Internacional (UCI), quienes instauraron la prohibición del tramadol, un analgésico, por los riesgos, como el adormecimiento, que pueden tener los ciclistas al consumir la sustancia para mitigar el dolor.

Esa afrenta fue castigada con un veto implícito: ningún equipo podía fichar a Nairo. “El ciclista de Boyacá ha pasado 12 meses vetado por el gran ciclismo, víctima de un acuerdo tácito de equipos y organizadores, apremiados privadamente por el presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), David Lappartient. Los equipos del World Tour acordaron no contratarlo. Los de segunda división que se acercaron a él mostrándole su interés recibieron una advertencia: si lo ficháis olvidaros de correr Giro, Tour o Vuelta”, contó a más profundidad Carlos Arribas en El País.

Solamente un dirigente con más de 30 años en la interna del World Tour se atrevió a desafiar ese veto, un hombre que conoce a Nairo y que forjó con él una sociedad que dejó a su paso un Giro de Italia y una Vuelta a España, se trata de Eusebio Unzue, el veterano director y estratega del Movistar Team.

Pero más allá del indulto, de abrirle a Nairo la puerta cuando todas las demás se le cerraron en la cara, Unzue encuentra en el colombiano la oportunidad de recuperar el ADN competitivo que su equipo ha perdido desde la marcha del mismo y desde el retiro de Alejandro Valverde.

Primero fue en 2022 cuando estuvieron seriamente involucrados en el descenso a la categoría ProTeam y ahora, en 2023, el Movistar está pasando por una mutación extraña. Intentaron ser un equipo que apostara no solo a los perfiles montañosos en la ruta, sino también que apostara al embalaje y para eso llevaron a Fernando Gaviria (a quien renovaron recientemente). Sin embargo, Gaviria solo ganó una etapa en el Tour de Romandía. Una de las únicas tres victorias World Tour que tuvieron en esta temporada junto con otras del también colombiano Einer Rubio en el UAE Tour y en el Giro de Italia.

El equipo que solía apostar por tres líderes para pelear las clasificaciones generales con nombres como Valverde, Nairo, Mikel Landa y su hoy líder, Enric Más, hoy está relegado a la sombra de la lucha titánica entre los Evenepoel, Vingegaard, Pogacar y demás.

Más demostró, además, que el rótulo de ser el capo del equipo y el caballo para pelear grandes carreras le está quedando grande. Los mejores resultados que consiguió en 2023 fueron un sexto lugar en la Vuelta a España, otro en la Tirreno Adriático y una quinta plaza en la Vuelta al País Vasco.

Claro está, este nivel no está lejos de lo último que vimos de Nairo Quintana antes de la pesadilla del tramadol. Un sexto puesto en el Tour de Francia y peleando etapas y clasificaciones en carreras menores. Sin embargo, Quintana es cinco años mayor que Más y se puede decir que está quemando sus últimos cartuchos, además de que durante su etapa en el Arkea Samsic, se le vio prácticamente correr solo, sin el apoyo de gregarios de lujo como los que tuvo en el Movistar y con los que sí contó Más en esta temporada.

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Unzue le aseguró a Arribas que Nairo llega para correr al servicio de Más, sigue siendo su líder. En otras palabras, Nairo no llega a ocupar la misma plaza que dejó cuando se fue de la escuadra telefónica, tendrá que entrar a competir como Davide Formolo y Remi Cavagna, otros refuerzos de categoría que llegan al equipo.

Claro que existe el antecedente de su primer paso por el equipo, el mejor momento de su carrera y los días en que fue uno de los mejores ciclistas del mundo, pero la realidad es que Nairo lleva más de un año sin competir. El ritmo del pelotón se ha terminado de transformar y los eslovenos y daneses han renovado la competencia poniendo en aprietos a las viejas figuras del pelotón. Una cosa es mantenerse en plena forma física y entrenar periódicamente en Andorra o Boyacá, como lo hizo Nairo durante todo el 2023, y otra es haber sufrido el ritmo imponente de las nuevas figuras del ciclismo mundial.

Nairo sí representa una gran ventaja para el Movistar, pues sus siete años en el equipo le sirvieron para llevar la identidad del equipo. Ahora, al retiro de Valverde le ha seguido el de Jose Joaquín Rojas, gregario por excelencia en las mejores batallas del equipo, y el de Imanol Erviti, todos tres de la entraña del ciclismo español y grandes representantes del Movistar.

Nairo no es español, pero sí puede ayudarle a Unzue a moldear a nuevas figuras españolas con las que compartirá durante 2024 como Jon Barrenetxea, Carlos Canal y el actual campeón nacional de España, Oier Lazkano.

Con el fallido fichaje de Carlos Rodríguez, joven figura española, categoría 2001 que ya fue campeón español en 2022 y quinto en el Tour de Francia de 2023, pero que terminó renovando su vínculo con Ineos, Unzue estaba urgido de competidores de peso en el pelotón, por lo que Nairo también le puede dar ese ingrediente. Pero, de nuevo, hasta que no entre en competencia, es muy difícil saber a ciencia cierta para qué está Nairo en el World Tour 2024.

Tendrá que ganarse un puesto y recuperar su jerarquía dentro de su equipo y dentro del pelotón mundial, pero lo que sí es seguro es que con el apoyo de gregarios como Nelson Oliveira, el también recién llegado Formolo y los escaladores colombianos Einer Rubio e Iván Sosa, probablemente Nairo tenga más posibilidades de aguantar el ritmo y pelear cosas importantes de las que peleó estando, por su cuenta, en el Arkea.

Volver a casa, volver a contar con un equipo de peso que esté a la altura de sus condiciones y lo más importante, volver a competir, es el premio para un corredor que no negoció su posición, que rechazó correr en Colombia porque tenía la convicción de defender su nombre a toda costa pagando el precio de la expulsión.

Con Nairo de vuelta en un entorno altamente competitivo, gana el Movistar, gana el corredor que tiene su revancha y gana Colombia, que después de un 2023 de más sombras que luces, puede aspirar de nuevo a tener protagonismo en el ciclismo de más alto nivel.

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