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El esloveno Primoz Roglic, del equipo Jumbo-Visma, demostró en su primera carrera de la temporada su gran nivel y condición física con una exhibición que le permitió ganar en solitario la cuarta etapa de la París Niza, que se disputó entre la región de Chalon-sur-Saône y la cima de Chiroubles, con un recorrido de 187.6 kilómetros.
Roglic, de 31 años, que además se quedó con el maillot de líder, fue contundente en la primera cita de montaña. Atacó sin miramientos a tres kilómetros de meta e hizo inútil el esfuerzo de sus rivales por alcanzarlo. Coronó la etapa con un tiempo de cuatro horas y 49 segundos, promediando una velocidad media de 38,9 kilómetros por hora.
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Por los colombianos, Sergio Luis Henao del Team Qhubeka ASSOS fue el que brindó la mejor presentación, ya que llegó a 21 segundos del esloveno, en la casilla número 15 de la etapa, lo que lo dejó en la posición numero 21 de la clasificación general a un minuto y 44 segundos del primer puesto.
Por su parte, Daniel Arroyave de Education First, que sigue sufriendo después de la grave caída que tuvo en la segunda etapa, tuvo una jornada muy complicada y arribó a meta a 22 minutos del primero. Resultado que lo deja en la posición número 146 de la competencia a 29 minutos y 50 segundos del líder de la carrera.
El triunfo de Roglic este miércoles le permitió estrenar su palmarés de 2021 y dar el aviso de que empieza fuerte la temporada.
En meta superó por 12 segundos al alemán Max Schachmann (Bora) y al francés Guillaume Martin (Cofidis), los primeros de un grupo perseguidor en el que también estaba Ion Izagirre (Astana), que llegó décimo a 16 segundos.
La jornada fue clave para que los favoritos de la general tomaran las riendas de la primera meta en alto, con un recorrido de 6 puertos de segunda categoría y el definitivo, que fue de primera, tras un terreno desgastante con 3.000 metros de desnivel acumulado.
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El equipo de Roglic supo aprovechar la jornada, después de que el británico Tao Geoghegan, ganador del Giro de Italia 2020 y uno de los favoritos para llevarse la París-Niza, sufrió una caída que le hizo perder el tren de una carrera que ya iba lanzada en los kilómetros finales del día.
A la hora de la verdad restaban 7,4 kilómetros con una pendiente que se endurecía en los últimos 1.200 metros con una inclinación de 10,3 por ciento. A seis de la meta, el grupo empezó a decantarse bajo el liderazgo y la conducción del ataque de Roglic en los metros finales.
Esa fue la sentencia para todos. El doble ganador de la Vuelta de España se puso en modo avión para dar una exhibición hasta la cima. Imparable en su primera prueba de la temporada, el también ganador de la Lieja Bastoña en 2020, dejó claro que a su clase hay que añadirle la ambición de ser campeón.
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La quinta etapa, que se disputará este jueves, vuelve al llano con un recorrido de 220,2 kilómetros entre Vienne y Bollène. Una llamada para los velocistas.