Raúl Mesa, una leyenda de la Vuelta a Colombia
El antioqueño de 72 años ha estado en 53 ediciones de la competencia. Este año buscará revalidar el título que consiguió el año pasado.
Jesús de la hoz, Enviado especial
Para Raúl Mesa, el ciclismo no fue su primera pasión. Como en el caso de muchos jóvenes antioqueños, el fútbol era el deporte que lo desvelaba cuando pequeño. En el colegio San José de Jericó mostró sus dotes como delantero y gracias a su zurda pintaba para ser un gran goleador, tanto así que siguió practicándolo cuando llegó a Medellín.
Pero esa anécdota se quedó en su memoria y sólo resalta en reuniones familiares o con amigos, porque en realidad lo que mueve a este antioqueño de 72 años es el deporte de las bielas y los pedales. Un amor que nació una mañana de 1958, en un viaje hacia el alto de La Pintada para ver pasar la caravana de la Vuelta a Colombia en una época en la que aún se corría por carreteras destapadas y los pedalistas debían llevar a cuestas los tubulares de repuesto, algunas herramientas y hasta la comida. Fue el tesón y la enjundia de Ramón Hoyos lo que lo convirtió en un seguidor incondicional de este deporte.
“Le cogí afición, comencé a practicarlo subiendo al alto de Minas y pedaleando hasta Santa Bárbara, hasta que mis amigos (Asdrúbal Salazar y Hugo Cuartas) me pusieron a competir”, le cuenta a El Espectador. Claro, no todo salió como pensaba. Una caída en 1968 significó el principio del fin de su carrera como deportista, en la que se especializó en la pista (persecución) y llegó a correr tres clásicos RCN (66, 67 y 68).
Sin embargo, así como una puerta se cerró, de inmediato se abrió otra. La dedicación, la disciplina y, sobre todo, la curiosidad por conocer todos los fundamentos básicos de ese deporte hicieron que los directivos de la Liga de Antioquia lo involucraran en la dirección técnica. En los Juegos Nacionales de 1970, en Ibagué, debutó con triunfos de Cochise Rodríguez y Javier Suárez en las pruebas de pista y ruta.
Ahora, sin una fecha clara para despedirse del ciclismo, Raúl Mesa se mantiene como entrenador. Va al volante del carro número uno del EPM-Tigo, desde donde imparte las órdenes para que sus ciclistas se empleen a fondo, algo que ha funcionado a la perfección pues ya son 12 victorias en la Vuelta a Colombia, competencia en la cual ha participado en 53 oportunidades. En diálogo con este diario, el entrenador expresó sus expectativas para la edición de 2015 y habló sobre los colombianos en el exterior.
¿Qué tanto ha cambiado la Vuelta desde que estuvo por primera vez?
Antiguamente las carreteras eran más duras y no todo el mundo tenía buena bicicleta; esas a duras penas estaban en manos de Cochise, el Ñato Suárez, Pachón o Samacá, entonces los demás tenían que sufrir mucho más. Ahora todo está más nivelado. A eso se le suma que había mucho destapado. Recuerdo una etapa La Dorada-Manizales que ganó Cochise. Hoy en día es una fracción dura, pero en esa época se complicaba más porque el trecho Mariquita-Manizales era en destapado, lo que hacía que fuera mucho más exigente.
¿Cómo es su metodología de trabajo?
Lo principal es la amistad y el amor por lo que se hace. Creo que uno puede mostrarle al corredor que esto es un trabajo como el de cualquier obrero. La vida es montar bicicleta, descansar y recuperarse, ser juicioso y tener la mente bien fortalecida para afrontar todos los retos.
¿Cuáles son sus objetivos para esta Vuelta a Colombia?
Mi ambición es ganarla, a eso venimos. Tenemos un equipo fuerte y vamos a pelear hasta donde podamos. Si no se gana por alguna circunstancia, también tomamos con mucho decoro las derrotas, pero creo que los 167 corredores que iniciaron lo hicieron con la ilusión de ganar.
¿Con quién cree que peleará Óscar Sevilla, de su equipo, el título de la Vuelta?
Veo muy bien a Francisco Colorado (Formesán-Bogotá Humana), a Róbinson Chalapud y Mauricio Ortega (Orgullo Antioqueño), y a Óscar Solís (Movistar).
¿Cómo ve la actuación de los colombianos en el exterior?
Colombia tiene uno de los mejores corredores del mundo con Nairo Quintana. Aunque es un ciclista en formación, porque tiene 25 años, ha hecho muchas cosas grandes. Si miramos otros corredores, tenemos que hablar de Julián Arredondo y Carlos Betancur, pero aún tienen altibajos, o también Esteban Chaves, que no ha tenido buena suerte. Pero aparte de Rigo Urán y de Nairo tenemos una gran cantidad de corredores que están participando en Europa y eso es algo muy positivo. El ciclismo colombiano es respetado en cualquier parte del mundo.
Para Raúl Mesa, el ciclismo no fue su primera pasión. Como en el caso de muchos jóvenes antioqueños, el fútbol era el deporte que lo desvelaba cuando pequeño. En el colegio San José de Jericó mostró sus dotes como delantero y gracias a su zurda pintaba para ser un gran goleador, tanto así que siguió practicándolo cuando llegó a Medellín.
Pero esa anécdota se quedó en su memoria y sólo resalta en reuniones familiares o con amigos, porque en realidad lo que mueve a este antioqueño de 72 años es el deporte de las bielas y los pedales. Un amor que nació una mañana de 1958, en un viaje hacia el alto de La Pintada para ver pasar la caravana de la Vuelta a Colombia en una época en la que aún se corría por carreteras destapadas y los pedalistas debían llevar a cuestas los tubulares de repuesto, algunas herramientas y hasta la comida. Fue el tesón y la enjundia de Ramón Hoyos lo que lo convirtió en un seguidor incondicional de este deporte.
“Le cogí afición, comencé a practicarlo subiendo al alto de Minas y pedaleando hasta Santa Bárbara, hasta que mis amigos (Asdrúbal Salazar y Hugo Cuartas) me pusieron a competir”, le cuenta a El Espectador. Claro, no todo salió como pensaba. Una caída en 1968 significó el principio del fin de su carrera como deportista, en la que se especializó en la pista (persecución) y llegó a correr tres clásicos RCN (66, 67 y 68).
Sin embargo, así como una puerta se cerró, de inmediato se abrió otra. La dedicación, la disciplina y, sobre todo, la curiosidad por conocer todos los fundamentos básicos de ese deporte hicieron que los directivos de la Liga de Antioquia lo involucraran en la dirección técnica. En los Juegos Nacionales de 1970, en Ibagué, debutó con triunfos de Cochise Rodríguez y Javier Suárez en las pruebas de pista y ruta.
Ahora, sin una fecha clara para despedirse del ciclismo, Raúl Mesa se mantiene como entrenador. Va al volante del carro número uno del EPM-Tigo, desde donde imparte las órdenes para que sus ciclistas se empleen a fondo, algo que ha funcionado a la perfección pues ya son 12 victorias en la Vuelta a Colombia, competencia en la cual ha participado en 53 oportunidades. En diálogo con este diario, el entrenador expresó sus expectativas para la edición de 2015 y habló sobre los colombianos en el exterior.
¿Qué tanto ha cambiado la Vuelta desde que estuvo por primera vez?
Antiguamente las carreteras eran más duras y no todo el mundo tenía buena bicicleta; esas a duras penas estaban en manos de Cochise, el Ñato Suárez, Pachón o Samacá, entonces los demás tenían que sufrir mucho más. Ahora todo está más nivelado. A eso se le suma que había mucho destapado. Recuerdo una etapa La Dorada-Manizales que ganó Cochise. Hoy en día es una fracción dura, pero en esa época se complicaba más porque el trecho Mariquita-Manizales era en destapado, lo que hacía que fuera mucho más exigente.
¿Cómo es su metodología de trabajo?
Lo principal es la amistad y el amor por lo que se hace. Creo que uno puede mostrarle al corredor que esto es un trabajo como el de cualquier obrero. La vida es montar bicicleta, descansar y recuperarse, ser juicioso y tener la mente bien fortalecida para afrontar todos los retos.
¿Cuáles son sus objetivos para esta Vuelta a Colombia?
Mi ambición es ganarla, a eso venimos. Tenemos un equipo fuerte y vamos a pelear hasta donde podamos. Si no se gana por alguna circunstancia, también tomamos con mucho decoro las derrotas, pero creo que los 167 corredores que iniciaron lo hicieron con la ilusión de ganar.
¿Con quién cree que peleará Óscar Sevilla, de su equipo, el título de la Vuelta?
Veo muy bien a Francisco Colorado (Formesán-Bogotá Humana), a Róbinson Chalapud y Mauricio Ortega (Orgullo Antioqueño), y a Óscar Solís (Movistar).
¿Cómo ve la actuación de los colombianos en el exterior?
Colombia tiene uno de los mejores corredores del mundo con Nairo Quintana. Aunque es un ciclista en formación, porque tiene 25 años, ha hecho muchas cosas grandes. Si miramos otros corredores, tenemos que hablar de Julián Arredondo y Carlos Betancur, pero aún tienen altibajos, o también Esteban Chaves, que no ha tenido buena suerte. Pero aparte de Rigo Urán y de Nairo tenemos una gran cantidad de corredores que están participando en Europa y eso es algo muy positivo. El ciclismo colombiano es respetado en cualquier parte del mundo.