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Este sábado continúan las emociones del Tour de Francia con la octava jornada de la prueba. Será el primer día pirinéico de esta edición 107 que, aunque no tendrá final en alto, desgastará las piernas del lote con los ascensos al Menté, la cima de Balès y Peyresourde en menos de 100 kilómetros.
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El grupo partirá de Cazères, a 240 metros sobre el nivel del mar y una de las puertas a los Pirineos, para llegar a Loudenvielle, a 940 metros de altura y tras 14 km.
El Col de Menté, de primera categoría, tendrá 6,9 km con un promedio de pendiente del 8,1%, mientras que el Port de Balès serán 11,7 km al 7,7% (categoría especial). Ya en el Peyresourde, el grupo tendrá que subir 9,7 km al 7,8% (primera categoría) antes de descender y buscar la meta.
Habrá un repecho pequeño en el último kilómetro y luego un arribo plano en una población de 320 habitantes.