Richard Carapaz asumió el liderato del Giro de Italia 2022
El pedalista ecuatoriano va por un nuevo título en la Corsa Rosa. La etapa 14 fue ganada por el británico Simon Yates.
Este sábado el máximo favorito al título, el ecuatoriano Richard Carapaz, quien ya fue campeón del Giro de Italia en 2019, asumió el liderato tras la etapa 14, ganada por el británico Simon Yates.
(Romper brechas de género desde edades tempranas a través del fútbol)
El perfil de clásica que tenía la etapa le sirvió para ganar a otro clásico, Yates, que sumó su vigésimo octavo triunfo de su carrera en un Giro que ya no puede ganar.
Juanpe acabó décimo, a más de cuatro minutos, y también perdieron más de 50 segundos los españoles del Bahrain Mikel Landa, cuarto en la general (a 59 segundos), y Pello Bilbao.
El de Lebrija defendió la maglia rosa en diez etapas, también en la de este sábado, hasta que despertó del sueño cuando quedaban 28,5 kilómetros hasta Turín.
Fue una jornada espectacular, de media montaña, con un trayecto corto, un sube y baja constante, sin grandes puertos, pero con doble subida a Superga y la Maddalena, y con temperaturas próximas a los 30 grados, en el que Alejandro Valverde (Movistar), quedó pronto descolgado tras un problema con su bicicleta.
Abandonaron, entre otros, el neerlandés Tom Dumoulin, líder del Jumbo-Visma, ganador en 2017, y el italiano Giacomo Nizzolo (Israel-Premier Tech).
No hubo tregua. El primero que la rompió fue el neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecin-Fenix), al que le dio un ataque de locura en los primeros metros. Protagonizó el primer intento, poco después de la salida neutralizada, y rodó unos kilómetros en solitario.
No abrió hueco y le dieron el relevo otros como su compatriota Oscar Riesebeek (Alpecin-Fenix), el francés Anthony Pérez (Cofidis) y los italianos Alessandro Covi (Team Emirates), Simone Ravanelli (Drone Hopper) y Alessandro Tonelli (Bardiani), que abrieron hueco pero fueron anulados.
El pelotón avanzó a gran velocidad y se rompió en varios grupos en un día entretenido, antes de la subida a Il Piloneto, de tercera categoría. En la ascensión se dejó ver Yates cuando surgieron las rampas del 12 por cien. El francés Arnaud Démare (Groupama-FDJ), ganador de la etapa del viernes y de otras dos, empezaba a sufrir.
Coronó el líder de la montaña, Diego Rosa (Eolo) en primer lugar, y junto a él se fueron cinco corredores: el norteamericano Joseph Dombrowski (Astana), el alemán Ben Zwiehoff (Bora-Hansgrohe), el italiano Filippo Zana (Bardiani), el colombiano Diego Camargo y el lituano Ignatas Konovalovas (Groupama).
Al grupo llegó un representante de Movistar, el colombiano Iván Sosa -el mejor situado en la clasificación general-, y cinco más: el francés Nans Peters (Ag2R-Citroen), el belga Sylvain Moniquet (Lotto), James Knox (Quick Step) y dos que ya lo habían intentado antes, Covi y Riesebeek. Por detrás, tiraba el Ineos del ecuatoriano Richard Carapaz, que pisó el freno.
Rozaron los tres minutos, hasta que Bora, a pesar de llevar a Zwiehoff en la escapada, se puso al frente del pelotón y empezó a recortar.
En nada, el equipo alemán situó la diferencia por debajo del minuto. Y no solo eso. Rompió la carrera por detrás con una selección en la que se mantuvo la maglia rosa, el español Juanpe López, aunque en la parte trasera del grupo. Alejandro Valverde (Movistar), en cambio, se quedó descolgado (a 64 kilómetros de meta cedía más de dos minutos) tras haber tenido que cambiar de bicicleta.
La etapa llevaba diez minutos de adelanto sobre la mejor previsión. Neutralizada la fuga, Juanpe aguantaba en el grupo reducido, pero el portugués Joao Almeida (Emirates), maglia blanca, tuvo que luchar por reengancharse. Dejó muestras de debilidad en el primer paso por Superga.
En la selección de doce que formó en cabeza el Bora, con el neerlandés Wilco Kelderman al frente, para subir La Maddalena, además de Juanpe, estaban los españoles Pello Bilbao y Mikel Landa, del Bahrain, Carapaz y el italiano Vincenzo Nibali (Astana), entre otros.
A 32 kilómetros, de nuevo en Superga, se apartó Kelderman, que había hecho un gran esfuerzo. Su compañero Emanuel Buchmann le dio continuidad. Bora quería arrinconar a Carapaz, que se había quedado solo. El ecuatoriano respondió al ataque.
(Alfredo Arias: “Santa Fe tiene buen plantel”)
El de Tulcán hizo ademán de escabechina y solo le aguantaron el australiano Jai Hindley (Bora), Nibali y Juanpe en primera instancia. Landa se recuperó y el grupo se quedó en diez, con Pello también en él.
La defensa de coloso de Juanpe finalizó en otro ataque brutal del ecuatoriano a 28,5 km. de meta. Nadie pudo aguantar su ritmo.
Carapaz inició la segunda ascensión a la Maddalena con algo más de veinte segundos de renta. Por detrás, demarró Nibali y le siguió Hindley, que aprovechó para dejar atrás al italiano e irse en solitario a por el sudamericano, al que dio caza. También llegaron Nibali y Yates antes de concluir la subida al puerto, a 11 kilómetros de meta.
Yates atacó cuando quedaban poco más de 4 kilómetros, en el esprint intermedio, y se adjudicó un triunfo que habían buscado el equipo Bora, agitador de la jornada, y Carapaz, que finalizó tercero, por detrás de Hindley (Bora).
Este domingo, a los ciclistas les espera una exigente etapa alpina, en el Valle de Aosta, con dos puertos de primera categoría, Pila-Les Fleurs y Verrogne, y otro de segunda para acabar, Cogne-Centro.
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Este sábado el máximo favorito al título, el ecuatoriano Richard Carapaz, quien ya fue campeón del Giro de Italia en 2019, asumió el liderato tras la etapa 14, ganada por el británico Simon Yates.
(Romper brechas de género desde edades tempranas a través del fútbol)
El perfil de clásica que tenía la etapa le sirvió para ganar a otro clásico, Yates, que sumó su vigésimo octavo triunfo de su carrera en un Giro que ya no puede ganar.
Juanpe acabó décimo, a más de cuatro minutos, y también perdieron más de 50 segundos los españoles del Bahrain Mikel Landa, cuarto en la general (a 59 segundos), y Pello Bilbao.
El de Lebrija defendió la maglia rosa en diez etapas, también en la de este sábado, hasta que despertó del sueño cuando quedaban 28,5 kilómetros hasta Turín.
Fue una jornada espectacular, de media montaña, con un trayecto corto, un sube y baja constante, sin grandes puertos, pero con doble subida a Superga y la Maddalena, y con temperaturas próximas a los 30 grados, en el que Alejandro Valverde (Movistar), quedó pronto descolgado tras un problema con su bicicleta.
Abandonaron, entre otros, el neerlandés Tom Dumoulin, líder del Jumbo-Visma, ganador en 2017, y el italiano Giacomo Nizzolo (Israel-Premier Tech).
No hubo tregua. El primero que la rompió fue el neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecin-Fenix), al que le dio un ataque de locura en los primeros metros. Protagonizó el primer intento, poco después de la salida neutralizada, y rodó unos kilómetros en solitario.
No abrió hueco y le dieron el relevo otros como su compatriota Oscar Riesebeek (Alpecin-Fenix), el francés Anthony Pérez (Cofidis) y los italianos Alessandro Covi (Team Emirates), Simone Ravanelli (Drone Hopper) y Alessandro Tonelli (Bardiani), que abrieron hueco pero fueron anulados.
El pelotón avanzó a gran velocidad y se rompió en varios grupos en un día entretenido, antes de la subida a Il Piloneto, de tercera categoría. En la ascensión se dejó ver Yates cuando surgieron las rampas del 12 por cien. El francés Arnaud Démare (Groupama-FDJ), ganador de la etapa del viernes y de otras dos, empezaba a sufrir.
Coronó el líder de la montaña, Diego Rosa (Eolo) en primer lugar, y junto a él se fueron cinco corredores: el norteamericano Joseph Dombrowski (Astana), el alemán Ben Zwiehoff (Bora-Hansgrohe), el italiano Filippo Zana (Bardiani), el colombiano Diego Camargo y el lituano Ignatas Konovalovas (Groupama).
Al grupo llegó un representante de Movistar, el colombiano Iván Sosa -el mejor situado en la clasificación general-, y cinco más: el francés Nans Peters (Ag2R-Citroen), el belga Sylvain Moniquet (Lotto), James Knox (Quick Step) y dos que ya lo habían intentado antes, Covi y Riesebeek. Por detrás, tiraba el Ineos del ecuatoriano Richard Carapaz, que pisó el freno.
Rozaron los tres minutos, hasta que Bora, a pesar de llevar a Zwiehoff en la escapada, se puso al frente del pelotón y empezó a recortar.
En nada, el equipo alemán situó la diferencia por debajo del minuto. Y no solo eso. Rompió la carrera por detrás con una selección en la que se mantuvo la maglia rosa, el español Juanpe López, aunque en la parte trasera del grupo. Alejandro Valverde (Movistar), en cambio, se quedó descolgado (a 64 kilómetros de meta cedía más de dos minutos) tras haber tenido que cambiar de bicicleta.
La etapa llevaba diez minutos de adelanto sobre la mejor previsión. Neutralizada la fuga, Juanpe aguantaba en el grupo reducido, pero el portugués Joao Almeida (Emirates), maglia blanca, tuvo que luchar por reengancharse. Dejó muestras de debilidad en el primer paso por Superga.
En la selección de doce que formó en cabeza el Bora, con el neerlandés Wilco Kelderman al frente, para subir La Maddalena, además de Juanpe, estaban los españoles Pello Bilbao y Mikel Landa, del Bahrain, Carapaz y el italiano Vincenzo Nibali (Astana), entre otros.
A 32 kilómetros, de nuevo en Superga, se apartó Kelderman, que había hecho un gran esfuerzo. Su compañero Emanuel Buchmann le dio continuidad. Bora quería arrinconar a Carapaz, que se había quedado solo. El ecuatoriano respondió al ataque.
(Alfredo Arias: “Santa Fe tiene buen plantel”)
El de Tulcán hizo ademán de escabechina y solo le aguantaron el australiano Jai Hindley (Bora), Nibali y Juanpe en primera instancia. Landa se recuperó y el grupo se quedó en diez, con Pello también en él.
La defensa de coloso de Juanpe finalizó en otro ataque brutal del ecuatoriano a 28,5 km. de meta. Nadie pudo aguantar su ritmo.
Carapaz inició la segunda ascensión a la Maddalena con algo más de veinte segundos de renta. Por detrás, demarró Nibali y le siguió Hindley, que aprovechó para dejar atrás al italiano e irse en solitario a por el sudamericano, al que dio caza. También llegaron Nibali y Yates antes de concluir la subida al puerto, a 11 kilómetros de meta.
Yates atacó cuando quedaban poco más de 4 kilómetros, en el esprint intermedio, y se adjudicó un triunfo que habían buscado el equipo Bora, agitador de la jornada, y Carapaz, que finalizó tercero, por detrás de Hindley (Bora).
Este domingo, a los ciclistas les espera una exigente etapa alpina, en el Valle de Aosta, con dos puertos de primera categoría, Pila-Les Fleurs y Verrogne, y otro de segunda para acabar, Cogne-Centro.
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