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El ciclista esloveno Primoz Roglic se convirtió en el nuevo campeón olímpico de contrarreloj, en una prueba disputada este miércoles al pie del Monte Fuji y en la que el colombiano Rigoberto Urán acabó en plaza de diploma olímpico (8º).
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Sobre un trazado muy exigente alrededor del circuito automovilístico Fuji Speedway, Roglic recorrió los 44,2 km de la prueba en un tiempo de 55:04.19, relegando a 1:01.39 al holandés Tom Dumoulin y en 1:03.90 al australiano Rohan Dennis, que completaron el podio.
Sin ser un especialista en esta disciplina y teniendo que sustituir a Daniel Martínez, el campeón colombiano de contrarreloj que no viajó a Tokio al no haberse recuperado del coronavirus, el veterano Urán cumplió de manera más que digna, acabando octavo (a 2:14.50 del vencedor de la prueba), después de haber liderado la clasificación durante casi media hora.
“Una prueba olímpica es muy diferente a una ‘crono’ en un Tour de Francia, porque acá solo están los especialistas, pero lo quería intentar y fui a tope para hacerlo lo mejor posible”, declaró Urán en zona mixta tras la prueba.
Urán destacó la dureza del recorrido, pero indicó que también “tenía zonas más planas, donde los corredores con más peso tenían ventaja” sobre los más livianos como él.
El trazado propuesto por los organizadores era demasiado exigente para los rodadores puros, con un par de duros repechos y un desnivel total de 846 metros, especialistas como el vigente campeón del mundo, el italiano Filippo Ganna (5º a 1:05.74) o corredores en gran forma como el belga Wout van Aert (6º a 1:40.53) no pudieron ante la fortaleza de Roglic.
El esloveno (2º en el Tour de Francia de 2020) tuvo que abandonar prematuramente la última edición de la Grande Boucle después de una caída en los primeros días y pudo concentrarse en la preparación de los Juegos.
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“Yo no tenía nada que perder”, admitió Roglic en conferencia de prensa, consciente que había otros especialistas que eran favoritos. “Fui a bloque desde el principio y a pelear por la mejor plaza” posible añadió el esloveno, que se mostró “orgulloso y super feliz” por la medalla de oro, “aunque aún no soy demasiado consciente de lo que he hecho”.
Dominó la carrera de principio a fin. Salvo en el primer punto cronometrado (Km 9,7), en el que Ganna fue el más rápido, aventajando en apenas 59 centésimas a Roglic, el esloveno marcó los mejores tiempos en el resto de pasos de control.
Urán, en cambio, marcó en ese primer punto el 18º mejor crono, pero a medida que avanzó la prueba y el trazado se iba endureciendo, fue remontando posiciones hasta esa octava plaza final.
El suizo Stefan Küng (4º a 1:04.30) y el danés Kasper Asgreen (7º a 1:48.02) también precedieron a Urán, quien no obstante superó a especialistas como el belga Remco Evenepoel (9º), el alemán Maximilian Schachmann (15º) o el francés Remy Cavagna (17º).
Después de acabar 8º la prueba en línea del pasado sábado, que ganó el ecuatoriano Richard Carapaz, Urán ‘amenazó’ con seguir buscando una medalla olímpica que añadir a la plata que consiguió en Londres-2012.
Preguntado, el colombiano bromeó: “Estamos en 2021, París en el 2024. Queda mucho, pero aún estamos ahí peleando con los jóvenes”.
Dumoulin, por su parte, saboreó “una plata que sabe a oro” después de haber estado tres meses sin competir al principio de la temporada al no soportar la presión del ciclismo profesional.
“Me ‘sobreentrené’ durante el invierno y mentalmente me vine abajo (...) Durante el parón me di cuenta que seguía amando la bicicleta, sufrir encima de ella y decidí volver porque aún tenía grandes objetivos en el ciclismo profesional, especialmente la prueba de hoy; tenía claro que quería conseguir una medalla”, explicó el holandés.
El representante español, Igor Izagirre, no pudo acabar la prueba después de haber sufrido un problema mecánico en su bicicleta.