Rigoberto Urán: vida y obra en el Premio del Deportista del Año 2024

Rigoberto Urán, referente del ciclismo que este año puso fin a su carrera profesional, recibió este año el reconocimiento a la vida y la obra en la ceremonia del Deportista del Año 2024, organizada por El Espectador y Movistar.

“Me voy muy contento. Me alegra mucho porque es una celebración del deportista. Nosotros aquí en Colombia, los 99% de deportistas tenemos el sueño de comprarle una casa a la mamá. Quiero agradecerle a todas las personas que me ayudaron en el ciclismo”, comentó Urán al recibir el su galardón.

Reconoció que los títulos quedan en el pasado, que lo que más importa es el trabajo y que su victoria más importante es el cariño de la gente. Se retiró, sí, pero reconoció que su vida recién acaba de empezar a sus 37 años.

“Hay mejores ciclistas que Rigoberto Urán, pero Rigoberto Urán es único”, reconoció el Toro de Urrao en medio de aplausos.

Rigoberto Urán, un personaje de época

Nunca tuvo que ser primero para ser el ciclista más querido de Colombia. Nació y creció en Urrao, en medio de la cruda violencia que le quitó a su padre. Nunca se frenó, ni ante las tristezas ni ante las adversidades, hasta se nos metió a todos en el corazón.

Durante años, aunque escuchamos de Santiago Botero, Mauricio Soler o Víctor Hugo Peña, el ciclismo colombiano estuvo huérfano de grandes nombres que lo devolvieran a los tiempos de Lucho Herrera y Fabio Parra, que poblaron los podios de las Grandes Vueltas.

De Urrao, al suroeste de Antioquia, llegó al pelotón del World Tour un rostro que nos era familiar porque era de nuestra tierra. Pocos sabían su nombre cuando inició la etapa, pero después, al finalizar el día, todos sabían quién era Rigoberto Urán.

Más de 10 años después de esa tarde, todavía “duele” esa medalla de plata en Londres. La mirada atrás que le quitó el oro a escasos metros de la meta después de una fuga que lo dejó tan cerca de la cima olímpica todavía sigue grabada en nuestra rutina.

Sin embargo, desde esa jornada nada volvió a ser igual. Detrás del antioqueño llegaron las gestas de Nairo Quintana, Esteban Chaves y “Superman López. Tiempo después vendrían las de Egan Bernal. De añorar los viejos podios, Colombia pasó a vivir una época de gloria de la mano de una generación que logró triunfos que nadie más había conseguido en nuestro país.

Y la puerta dorada la abrió Rigoberto Urán esa tarde en Londres, el día que quedó segundo. No logró un título de una gran vuelta. Siempre fue protagonista, pero en segundo plano. Tal vez, el de Urrao no tendrá el mismo palmarés de otros, pero su carisma y nivel competitivo durante más de una década lo puso al nivel de los más grandes.

Este año, Rigoberto Urán anunció que se despide. Su legado perdurará por siempre. Se va con dos triunfos de etapa en el Giro de Italia, donde además fue dos veces segundo en el podio, uno en la Vuelta a España y otro en el Tour de Francia, donde también se subió una vez al podio final.

El recuerdo quedará por siempre. Vimos a uno de los más grandes de nuestra historia. El deportista que nos devolvió a los primeros planos en una tarde olímpica que jamás será olvidada El ciclista dijo adiós al profesionalismo, pero Rigo ya es eterno.

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