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En la Vuelta al Porvenir de 2011 Rodrigo Contreras, con el equipo Estudiantes de Tunja, venció a Fernando Gaviria por una nariz. En tres de las cinco etapas que se disputaron en esa competencia el nacido en Villapinzón, Cundinamarca, terminó en el mismo grupo del pedalista de La Ceja, Antioquia, pero en las dos restantes se las ingenió para dejarlo atrás, aunque al final, en la clasificación general, el cundinamarqués superó por un segundo al antioqueño. Fernando Gaviria recuerda entre risas y con una frase lapidaria la competencia en que se vieron por primera vez: “Cuando conocí a Rodrigo me pegó una encendida muy grande en una Vuelta al Porvenir”.
Después de esa cerrada competencia que finalizó con un circuito en Tunja, ambos pedalistas coincidieron en el Coldeportes Claro y a partir de allí se apoyan y se defienden y uno siempre respalda al otro sin importar la ruta o el recorrido donde se encuentren. Esto hizo que naciera un aprecio entre ambos escarabajos, que están dentro de los prospectos más importantes del ciclismo colombiano. “Somos compañeros de equipo desde hace tres años. Gracias a esto hemos creado una amistad bastante fuerte. Es un gran honor tener la oportunidad de compartir junto a Fernando”, dijo Rodrigo Contreras a El Espectador.
Por fuera de la carretera son como agua y aceite. Rodrigo es una persona tranquila, sin afanes, muy diferente al escalador que se enciende cuando ve una cuesta, mientras Fernando Gaviria es su opuesto: recochero, hablador, con la misma personalidad intensa del velocista que con dos pedalazos es capaz de hacer sentir a los demás que él va sobre una motocicleta, y esa forma de ser los ha llevado al lugar en el que están. Uno es el complemento del otro, tanto en el ascenso como en terreno plano. Siempre están al frente para servir de gregario del otro cuando la competencia así lo indica. Eso fue fundamental en el Tour de San Luis que se disputó en enero, en Argentina, en donde los dos brillaron con la selección de Colombia en sus respectivos terrenos. Fernando Gaviria fue el que más sonó, porque en la primera y en la tercera etapas venció a uno de los velocistas más potentes de los equipos World Tour, Mark Cavendish. Por otro lado, Rodrigo Contreras con un trabajo más desapercibido, pero no así menos importante, también abrió algunos ojos, cada vez que se trató de la montaña estuvo entre los más destacados, en la segunda etapa terminó décimo y en la cuarta finalizó sexto, lo cual fue definitivo para ser el número uno entre los sub-23 de la competencia.
Fue precisamente gracias a ese trabajo en equipo que en Europa pusieron los ojos en los dos pedalistas sub-23 que sorprendieron en la primera competencia World Tour de la temporada. Varios fueron los candidatos, varias las ofertas, pero sólo una la elegida. Fernando Gaviria y Rodrigo Contreras fueron confirmados el 24 de febrero como nuevos integrantes del Etixx Quick-Step, donde actualmente brilla el paisa Rigoberto Urán junto a ciclistas de la talla de Mark Cavendish, Gianluca Bambrilla, Michal Kwiatkowski y Tony Martin, entre otros. “Nuestro mánager es el mismo y él me contaba que había conversaciones con un equipo que nos quería a los dos y todo se concretó gracias a una persona en España que nos recomendó”, le dijo el antioqueño a este diario. La llegada a Europa es un paso importante para los dos, pero aunque llegan al mismo equipo estos amigos empezarán a labrar su camino individualmente. Uno se especializará en carreras de montaña y probablemente será gregario de Rigoberto Urán en las competencias por etapas, mientras el segundo estará aprendiéndole a Cavendish en terrenos planos, especializándose en clásicas.
Sin importar si están o no en las mismas competencias en Europa, ambos corredores hacen parte de la sangre nueva del ciclismo colombiano, los dos están entregando el 100% y así lo están demostrando en esta Vuelta de la Juventud, en la que hoy se disputa la contrarreloj individual con meta en Anzá, Antioquia. Por una parte, Gaviria lidera la clasificación de las metas volantes, mientras el pedalista cundinamarqués demostró sus dotes de escalador en el ascenso a Alto Boquerón y a Riosucio. El sueño de uno de los dos comienza en agosto, cuando Fernando se una al equipo belga para preparar la temporada 2016.