Jose León: “El ciclismo da sensación de libertad”
El director de Sudando Colombia, empresa proyectada al acompañamiento de ciclistas y al turismo en bicicleta, habló sobre el auge de este deporte y lo que puede significar en el ámbito social y cultural para el país.
Andrés Osorio Guillott
¿Cómo surgió la idea de Sudando Colombia?
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¿Cómo surgió la idea de Sudando Colombia?
Siempre me ha gustado la bicicleta, y siempre me ha gustado conocer nuevos lugares, me ha gustado explorar sitios que para mí antes eran impensables llegar en bicicleta. Esa fue la base. Creo que, si uno va a hacer algo, hay que tener pasión desbordada por eso, entonces la pasión por el ciclismo ha estado desde hace mucho tiempo. A través de esas rodadas que yo hacía, ya sea solo o con grupo, yo siempre pensaba que hacían falta cosas, pues porque yo también soy ciclista. Entonces veía cosas que necesitaba que en el mercado no había y que uno como ciclista requiere. Yo siempre pensaba que hacía falta una serie de cosas o de servicios para hacer la vida del ciclista más fácil y cada vez el ciclismo crece y crece, de manera que son más los ciclistas que concordaban conmigo con que hacía falta una serie de factores para que tuviéramos la vida más fácil y pudiéramos practicar el deporte de una mejor manera. Y bueno, esto se unió con una materia en la universidad. Yo estudio Cultura Física y Deporte en la Santo Tomás. Mi universidad tiene enfoque empresarial, entonces uno en todos los semestres prácticamente ve alguna materia relacionada con emprendimiento. Me acuerdo de que en tercer semestre el proyecto era desarrollar una empresa. El tema era libre, entonces ahí se unió todo lo que estoy hablando. Ese proyecto de universidad se convirtió en mi proyecto de grado, pues ya estoy a puertas de graduarme gracias a eso. Y claramente ya pasó a ser también un proyecto de vida que quiero seguir desarrollando.
¿Cómo hizo para seguir apostándole al proyecto en medio de la pandemia?
Fue raro porque al principio yo era de los que creía que la pandemia iba a durar tres meses (risas), pero duramos mucho tiempo encerrados y poco a poco la gente empezaba a salir. Eso fue un plus para la empresa porque uno de los pocos deportes que se podía practicar al aire libre precisamente era el ciclismo. Entonces creo que eso fue algo beneficioso en cierta medida para la empresa porque cuando la gente empezó a salir a las calles otra vez a montar en bicicleta, se encontró con que ya había una empresa que prestaba servicios que antes era muy poco. Entonces creo que eso ayudó mucho para darme a conocer rápido entre la escena ciclística del país, de Bogotá.
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¿En estos momentos en qué va la empresa?, ¿a qué le apuesta?
Antes de la pandemia eran muy pocas las empresas, por ejemplo, de acompañamiento. En Bogotá por lo menos eran contadas con los dedos de las manos. Hoy en día ya hay muchísimas. Siempre he sido de los que no les gusta hacer lo mismo que ya está haciendo la gente. Entonces conseguirse una moto y llevar un kit de despinche y demás, pues básicamente eso lo puede hacer cualquiera. Afortunadamente le planteé la idea a mi familia, porque ellos han sido de gran importancia en todo ese proceso, por el tema de la camioneta y demás. Creo que eso fue lo que impactó positivamente, que no era el mismo acompañamiento que se prestaba hasta hace días, sino pues ya fui un poco más allá, con amplia capacidad de ciclistas. Eso da para que no solo se haga acompañamiento en los alrededores de Bogotá, sino, por ejemplo, nos desplacemos a Boyacá y desde allá se haga el acompañamiento para que la gente conozca rutas. Hoy en día ya contamos con dos camionetas, una para seis personas, otra para 18 personas. Y se hace desde acompañamiento en los alrededores de Bogotá, pasando por transporte de ciclistas, porque hoy en día prácticamente cada ocho días hay un evento de ciclismo. Se diseñan planes logísticos para personas que van a hacer travesías. Y ya queremos aplicar la línea de hacer eventos ciclísticos que impacten realmente tanto a la gente que va a ir como a los que no van a ir, a las marcas implicadas. Ya para, digámoslo así, subir un escalón más de donde estamos y ya empezarnos a meter un poco más con la parte turística. Obviamente todo sobre la bicicleta y basado en la bicicleta. A futuro, la idea es funcionar más como empresa u operadora turística. Para mí sería muy chévere poder presentarles la cultura de los sitios a los que vamos. No solo los paisajes y demás, sino que los usuarios realmente tengan una inmersión cultural a los sitios a donde estamos llegando en bicicleta.
¿Por qué cree que la bicicleta es un buen medio para dar a conocer e incentivar la cultura y lo social?
Todos los que montamos bicicleta, de alguna u otra manera, tenemos la misma sensación de ser libres, de que cuando uno pasa una frontera departamental y empieza a conocer otros sitios distintos a los que uno está acostumbrado, otras costumbres, creo que es la misma sensación de libertad. Y la satisfacción de que independientemente del nivel que uno tenga, todos vamos a sentir eso en algún momento. El ciclismo en Colombia, en mi opinión, es el deporte rey, por encima de todos, creo que el ciclismo es lo que le ha dado más glorias a Colombia a nivel deportivo y creo que en los últimos años se ha visto muchísimo más inmerso de lo que se vio en años anteriores. Creo que el ciclismo puede ser de gran ayuda para dar a conocer y cumplir todos los objetivos que se tienen, no solo porque ya está inmerso en la cultura colombiana, sino que es un deporte que nos da la posibilidad de traspasar límites, de atravesar fronteras y, por ende, de conocer muchas culturas y costumbres de Colombia, que son muchas.
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¿Por qué le interesa tanto lo social?
Porque yo pienso que uno en lo que sea que haga en la vida siempre tiene que aportar a la sociedad de alguna u otra manera. Creo que si estamos en esta sociedad es para dejarle algo bueno, no solo verse beneficiado uno individualmente o uno como empresa, sino que uno con todo lo que haga, logre un aporte de tipo económico, de tipo social y de muchos otros tipos en la zona a la que va. Y sí, creo que el turismo también es una gran herramienta para eso, para generar economía local en muchas poblaciones que están olvidadas. El ciclismo y el deporte en general es un gran atractivo para mucha gente de afuera y siento que puede aportar muchísimo a nivel local.
Tengo entendido que usted va a realizar un primer evento pronto, ¿de qué se trata?
El evento lo que quiere transmitir es que la gente puede vivir una experiencia de primer nivel con únicamente marcas colombianas: desde la ropa que van a vestir, la bicicleta que alguien va a tener la posibilidad de montar. Son marcas de emprendedores colombianos que han encontrado un potencial en el ciclismo. El objetivo no es solo aportarles a ellos, sino también dejar claro que en Colombia hay cosas que se crearon por este deporte y que son de primer nivel. El evento se va a desarrollar en el Alto de Letras, uno de los puertos más largos del mundo, y la gente se podrá inscribir en las redes sociales de Sudando Colombia. Es del 5 al 7 de agosto. El primer día nos vamos para allá, el 6 es la escalada y el 7 nos regresamos. La idea es que sea una experiencia integral con la alimentación y la adecuación ideal para la actividad.
¿Cómo es una jornada de acompañamiento?
Ahí sí depende del tipo de trabajo que se vaya a realizar. Si es, por ejemplo, un acompañamiento, entonces se estudia muy bien la ruta por donde se va a pasar, se asegura de que la ruta esté en buenas condiciones, de que es una ruta segura y bueno, digamos que se juega con esos factores. Que muchas veces uno no tiene en cuenta, pero pues que ya con la experiencia uno ya va sabiendo qué es lo que puede salir mal. Entonces se minimiza ese riesgo, por decirlo así. Luego se le propone o se le presenta al cliente diferentes propuestas, diferentes planes que el cliente pueda tomar con nosotros, eso dependiendo del tipo de servicio que requiera. Así mismo pues se diseña una experiencia. La idea es que desde el servicio más mínimo hasta el más macro que hoy en día se maneja, el cliente se lleve una experiencia para que se sienta como ciclistas profesionales.
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¿Qué rutas recomienda para hacer en bicicleta y qué consejo le da a la gente que quiere empezar a practicar este deporte?
Bogotá es una ciudad bastante privilegiada si se compara con otras, porque Bogotá tiene las opciones que uno quiera en cuanto a rutas, es decir, si uno quiere una ruta que sea en la mayoría de subida, hay rutas. Por ejemplo, La Vega, por ejemplo, Choachí. Choachí es una ruta muy chévere porque no hay necesidad de salir de la ciudad bastante tiempo para coger carretera, sino ahí mismo, acá a la vuelta de la esquina, por decirlo así. Y es chévere porque en muy poco tiempo ya uno ve cómo cambia el paisaje, cómo cambia la vegetación y uno no lleva ni una hora montando y ya se siente completamente fuera de la ciudad. Saliendo por el norte, pues hay infinidad del famoso Vals, la famosa Vuelta a la Sabana. Hay unas rutas por el sur que a mí me gustaría mucho que la gente conociera porque precisamente el sur de la ciudad es muy estigmatizado por todos estos temas sociales. Entonces, por ejemplo, gracias al ciclismo, lo que hablábamos ahorita, yo en primera persona he desmentido todos esos estigmas o estereotipos que se tienen hacia el sur de la ciudad. Saliendo por la autopista sur, uno puede llegar a Fusagasugá y se devuelve por el Alto de San Miguel. También es una ruta que la recomiendo bastante porque uno ve infinidad de paisajes súper atractivos.
Y como consejo, que la gente que quiera empezar a salir, que tengan un objetivo más allá de montar bicicletas, que tengan una motivación extra para llegar al destino, porque no es lo mismo ir a dar una vuelta o matarse cinco horas encima de una bicicleta a hacer eso porque en el destino conocieron algo muy atractivo. Ya sea desde la comida, como que vamos a este sitio porque ahí venden una comida única que no se consigue en otro lado, o vamos a este sitio y dejamos las bicicletas parqueadas acá y luego vamos a esta cascada, por ejemplo.
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