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Los Alpes son sinónimo de grandeza. Grandeza no solo por sus montañas, sino también por lo que le exige a los ciclistas del Tour de Francia. Y esa grandeza fue la que demostró Tadej Pogacar. El esloveno del UAE Emirates destrozó al pelotón y la fuga de la etapa 8 de la carrera y dio un golpe de autoridad que reafirmó la defensa del título.
La lluvia no fue impedimento para que Pogacar atacara y demostrara su poderío. A falta de 30 kilómetros para la meta las condiciones empezaron a favorecer al esloveno. Mathieu van der Poel, que venía siendo el líder, se quedó en la parte de atrás del pelotón. Y un par de minutos después, el corredor del UAE Emirates atacó, y si bien Richard Carapaz le dio la batalla por unos metros, el defensor del título lo dejó atrás y de ahí en adelante no bajó su ritmo y siguió derecho.
Osadía. Eso demostró Pogacar, que aún en el ascenso iba con plato grande. Una etapa redonda para el esloveno que se viste de amarillo y defiende con credenciales el título que ganó el año pasado en la penúltima etapa del Tour de Francia.
Los colombianos también se destacaron. Nairo Quintana, que sigue buscando un triunfo de etapa, hizo parte de la fuga del día; Sergio Henao también alcanzó a hacer parte de los perseguidores; Rigoberto Urán se mantuvo con el pelotón y logró ascender en la clasificación general al quedar en el cuarto lugar.
Finalmente, el belga Dylan Teuns (Bahrein) se quedó con la victoria de la etapa 8 del Tour de Francia a unos 50 segundos de diferencia con respecto a Tadej Pogacar.
El Tour de Francia regresa a Tignes el domingo en la etapa reina de los Alpes, dos años después de que se abortara la llegada por un desprendimiento de tierra durante el descenso del Iseran. Día memorable para la Colombia pues, en aquel entonces, Egan Bernal se vistió de amarillo.
La 9ª etapa, de 144,9 kilómetros, cuenta con 51,2 kilómetros de ascensión repartidos en cinco puertos, uno de ellos de categoría especial (el Col du Pré).