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Más allá de irse contra el asfalto y de perder tiempo, lo más duro en las caídas del ciclismo -si es que solo son raspones- es llegar después al hotel, con el cuerpo frío, y empezar el proceso de curación.
Puede que en el momento el dolor no se sienta, pues la adrenalina ayuda a mermarlo, pero más adelante es cuando empieza el padecimiento.
Luego del tropezón sufrido en la etapa tres del Tour de Francia, Primoz Roglic, uno de los favoritos para quedarse con el título, mostró en sus redes sociales cómo tuvo que tomar la partida este martes en la cuarta jornada de la carrera.
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El esloveno del Jumbo Visma, que perdió tiempo y se ubica en la casilla 20 a 1:35 de Mathieu van der Poel, es uno de los tantos afectados que ha tenido la prueba apenas en sus inicios.
“Por suerte todo está en orden. Nada está roto, a pesar de que tengo heridas por todo el cuerpo”, el mensaje de Roglic que, sí, contó con suerte si se mira que ciclistas como Caleb Ewan y Marc Soler no pudieron seguir en competencia, por nombrar algunos.
Este martes se disputa la cuarta etapa con un trayecto de 150,4 kilómetros totalmente planos.