Tras la rabieta de la Vuelta es incierto el futuro de “Supermán” López
El talento del pedalista boyacense no está en discusión, pero sí su capacidad para trabajar en equipo y superar momentos de crisis y frustración, algo clave en el ciclismo moderno. Horas de definiciones. En el Movistar Team contemplan rescindir su contrato.
Cuenta Carlos Arribas, el mejor escritor de ciclismo de España, detalles del incidente entre Miguel Ángel López y el equipo Movistar durante la penúltima etapa de la Vuelta a España 2021. Él, cercano al pedalista colombiano y a su jefe, Eusebio Unzué, explica lo que pasó en esos kilómetros que podrían cambiar el futuro del boyacense de 26 años de edad.
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Cierto es que después de que Supermán perdiera la rueda de varios de los candidatos al podio, entre ellos Primoz Roglic, Enric Mas y Jack Haig, y de que tratara infructuosamente de alcanzarlos, que el mandamás de la escuadra española se acercó y le dijo que dejara de gastar energías, que se regulara, pero no para que siguiera perdiendo tiempo, sino para que ahorrara fuerzas para el ascenso final, pues faltaban todavía cerca de 30 kilómetros para la meta.
En medio de la frustración de perder el tercer puesto y la soledad por no tener a un aliado en el grupo perseguidor, López explotó, como otras veces, y en caliente tomó una decisión equivocada. Se retiró de la prueba. En la tarde, con calma, se excusó con sus compañeros y con los patrocinadores, pero no aclaró el incidente, avalando tácitamente las declaraciones de su suegro y entrenador, Rafael Acevedo, quien señaló que “no tiene presentación lo que le pidió el Movistar”, en referencia a que “cuando empieza a perseguir le dicen que no persiga. El propio Eusebio Unzué (gerente general del Movistar) pasó en el carro y con la puerta abierta empezó a gritarle... eso le rebosó la copa”.
El dirigente, un viejo zorro de mil batallas en las carreteras, le dice que no tiene sentido que siga tirando, que se va a reventar, que espere a un compañero (José Joaquín Rojas), que está a un minuto y puede ayudarle a poner el paso durante algunos kilómetros. Pero al colombiano esas palabras “le suenan no a consejo, sino a traición”, según Arribas.
Supermán, caliente, abandona sin medir las consecuencias. Al igual que en el Giro de 2019, cuando corría en el Astana y golpeó a un aficionado que lo tumbó, o en la Vuelta de ese mismo año cuando arremetió contra el Movistar por atacar justo después de una caída en la que él se vio involucrado.
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La foto de la celebración con dos ciclistas en el podio, detrás de un dominante tricampeón como Primoz Roglic, se cambió por titulares polémicos, como se ha vuelto costumbre con la escuadra española y los escarabajos, pues hace un par de años Nairo Quintana vivió una situación similar.
En el interior del Movistar hay desazón por la actitud de Supermán, cuya calidad sobre la bicicleta y aporte al equipo nadie pone en duda. Pero es un empleado, al fin y al cabo, y su decisión afectó los resultados de la empresa y los intereses de los patrocinadores, independientemente de las conveniencias, las órdenes o las sugerencias.
Ayer Giovanni Lombardi, el agente de Miguel Ángel López, se reunió con Unzué y sus colaboradores, primero para limar asperezas y después, con cabeza fría, tomar decisiones.
El boyacense, que había renovado en julio pasado, tiene contrato hasta mediados de 2023, pero su futuro es incierto. En este episodio parece haber cosas que no se han dicho y que no se superan con una disculpa pública y un estrechón de manos.
Lea también: Tema de actitud (Columna)
“Al paso que va”, asegura Juan Carlos Rincón, corresponsal de El Espectador en Londres y especialista en ciclismo, “a Supermán lo acabará la kriptonita de Movistar y será un joven terrateniente fuera del World Tour a los 29 años. Ojalá enderece su golpe de pedal y mejore el rumbo y su actitud”.
Cuenta Carlos Arribas, el mejor escritor de ciclismo de España, detalles del incidente entre Miguel Ángel López y el equipo Movistar durante la penúltima etapa de la Vuelta a España 2021. Él, cercano al pedalista colombiano y a su jefe, Eusebio Unzué, explica lo que pasó en esos kilómetros que podrían cambiar el futuro del boyacense de 26 años de edad.
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Cierto es que después de que Supermán perdiera la rueda de varios de los candidatos al podio, entre ellos Primoz Roglic, Enric Mas y Jack Haig, y de que tratara infructuosamente de alcanzarlos, que el mandamás de la escuadra española se acercó y le dijo que dejara de gastar energías, que se regulara, pero no para que siguiera perdiendo tiempo, sino para que ahorrara fuerzas para el ascenso final, pues faltaban todavía cerca de 30 kilómetros para la meta.
En medio de la frustración de perder el tercer puesto y la soledad por no tener a un aliado en el grupo perseguidor, López explotó, como otras veces, y en caliente tomó una decisión equivocada. Se retiró de la prueba. En la tarde, con calma, se excusó con sus compañeros y con los patrocinadores, pero no aclaró el incidente, avalando tácitamente las declaraciones de su suegro y entrenador, Rafael Acevedo, quien señaló que “no tiene presentación lo que le pidió el Movistar”, en referencia a que “cuando empieza a perseguir le dicen que no persiga. El propio Eusebio Unzué (gerente general del Movistar) pasó en el carro y con la puerta abierta empezó a gritarle... eso le rebosó la copa”.
El dirigente, un viejo zorro de mil batallas en las carreteras, le dice que no tiene sentido que siga tirando, que se va a reventar, que espere a un compañero (José Joaquín Rojas), que está a un minuto y puede ayudarle a poner el paso durante algunos kilómetros. Pero al colombiano esas palabras “le suenan no a consejo, sino a traición”, según Arribas.
Supermán, caliente, abandona sin medir las consecuencias. Al igual que en el Giro de 2019, cuando corría en el Astana y golpeó a un aficionado que lo tumbó, o en la Vuelta de ese mismo año cuando arremetió contra el Movistar por atacar justo después de una caída en la que él se vio involucrado.
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En el interior del Movistar hay desazón por la actitud de Supermán, cuya calidad sobre la bicicleta y aporte al equipo nadie pone en duda. Pero es un empleado, al fin y al cabo, y su decisión afectó los resultados de la empresa y los intereses de los patrocinadores, independientemente de las conveniencias, las órdenes o las sugerencias.
Ayer Giovanni Lombardi, el agente de Miguel Ángel López, se reunió con Unzué y sus colaboradores, primero para limar asperezas y después, con cabeza fría, tomar decisiones.
El boyacense, que había renovado en julio pasado, tiene contrato hasta mediados de 2023, pero su futuro es incierto. En este episodio parece haber cosas que no se han dicho y que no se superan con una disculpa pública y un estrechón de manos.
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“Al paso que va”, asegura Juan Carlos Rincón, corresponsal de El Espectador en Londres y especialista en ciclismo, “a Supermán lo acabará la kriptonita de Movistar y será un joven terrateniente fuera del World Tour a los 29 años. Ojalá enderece su golpe de pedal y mejore el rumbo y su actitud”.