Un positivo más por dopaje sacude al ciclismo colombiano
Álvaro Duarte tuvo un resultado analítico adverso en la pasada Vuelta a Colombia, que se celebró del 16 al 30 de junio.
Redacción deportes
La paradoja de celebrar hace dos semanas un título de un Tour de Francia y en paralelo llorar a nivel estructural los casos sistemáticos de dopaje que sacuden al ciclismo colombiano. Seguimos contando: Álvaro Duarte arrojó resultados analíticos adversos en la pasada Vuelta a Colombia, que se celebró del 16 al 30 de junio.
El hermano del vigente campeón Fabio Duarte, y quien terminó en la sexta casilla de la clasificación general, fue el mejor hombre en la montaña. Aún se desconoce la sustancia por la que dio positivo.
Un duro golpe para este deporte en el país. Que aún recuerda que en la Vuelta a Colombia 2017 ocho pedalistas dieron positivo luego de que se les encontrara CERA, un EPO de tercera generación.
Asimismo, este diario pudo conocer que en la edición del año pasado,la organización de la carrera tomó la determinación de expulsar a una persona que hacía parte de la caravana, quien iba en una de las motocicletas que asisten a los ciclistas, debido a que surgieron rumores de que "podría estarle entregando sustancias ilícitas a los deportistas"
Y es que la Cycling Anti- Doping Foundation (CADF), un ente regulador sin ánimo de lucro que trabaja de la mano con la Unión Ciclística Internacional (UCI) llegó por sorpresa a la carrera y allí vio el dopaje sistemático de varios deportistas, una tendencia que se sigue repitiendo.
La misma organización que detectó, a mediados de abril 2018, el positivo del ciclista de pista Fabián Puerta, en ese momento campeón mundial de Keirin, por un supuesto consumo de Boldenona. El caso sigue sin resolverse.
Puerta, junto a la medallista olímpica María Luisa Calle, quien fue suspendida por cuatro años debido a su dopaje en los Juegos Panamericanos de 2015, y quien cumplirá la sanción en junio, fueron preinscritos por Antioquia para los Juegos Nacionales.
Calle tiene una medalla de bronce que ganó en la prueba por puntos de Olímpicos de Atenas 2004, pues la recuperó un año despues luego de defenderse de una acusación de un supuesto dopaje con heptaminol. Una década más tarde salió su positivo por el consumo de GHRP-2 en los Panamericanos de Toronto 2015. Ahora regresa, a sus 50 años, sin dar una sola palabra. Manteniendo el statu quo: el silencio.
El punto de quiebre en esta materia llegó en abril pasado, cuando Jarlinson Pantano, pedalista colombiano en el World Tour, y Wilmar Paredes, uno de los mayores prospectos, dieron positivo por EPO.
Y un mes después, con el nuevo caso de Juan José Amador, por un esteroide anabolizante, el Manzana Postobón, la estructura de ciclismo más importante del país, decidió cerrar sus puertas por este fantasma que aqueja a Colombia, el segundo país del mundo con más casos actuales de dopaje, por detrás de Costa Rica.
En la actualidad, hay 34 pedalistas suspendidos por casos de dopaje. Y ocho que esperan conocer su sanción: entre ellos Paredes, Duarte, Pantano y Puerta.
A nivel dirigencial, el panorama no es nada alentador. El Laboratorio para el Control al Dopaje de Coldeportes se encuentra suspendido desde el 20 de febrero de 2017 por falta de garantías por la Agencia Mundial Antidopaje.
Estos casos de dopaje tienen un común denominador: fueron detectados por la Cycling Anti- Doping Foundation (CADF). Un ente que ya no tiene licencia para participar en la Vuelta a Colombia debido a que la carrera ya no hace parte de la Unión Ciclística Internacional (UCI) luego de la llegada del Tour Colombia en 2018.
Ernesto Lucena, director de Coldeportes, varias veces ha repetido que trabajará por atacar esta práctica en el país, pero aún no ha habido ninguna medida concreta. Queda mucho trabajo por delante: lo primero, recuperar la licencia del laboratorio. La Universidad Nacional se haría cargo del lugar. Actualmente, en Colombia doparse no es un delito.
Jorge Ovidio González, presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo, le dijo a este diario que "el nivel del ciclismo del país es muy poderoso, eso nos hace más visibles. Y por eso se les hace más bulla a los casos de dopaje".
El primer paso para atacar el dopaje en Colombia es romper el silencio. Si usted conoce o quiere denunciar esta práctica en el país, escriba al siguiente correo: tblanco@elespectador.com
La paradoja de celebrar hace dos semanas un título de un Tour de Francia y en paralelo llorar a nivel estructural los casos sistemáticos de dopaje que sacuden al ciclismo colombiano. Seguimos contando: Álvaro Duarte arrojó resultados analíticos adversos en la pasada Vuelta a Colombia, que se celebró del 16 al 30 de junio.
El hermano del vigente campeón Fabio Duarte, y quien terminó en la sexta casilla de la clasificación general, fue el mejor hombre en la montaña. Aún se desconoce la sustancia por la que dio positivo.
Un duro golpe para este deporte en el país. Que aún recuerda que en la Vuelta a Colombia 2017 ocho pedalistas dieron positivo luego de que se les encontrara CERA, un EPO de tercera generación.
Asimismo, este diario pudo conocer que en la edición del año pasado,la organización de la carrera tomó la determinación de expulsar a una persona que hacía parte de la caravana, quien iba en una de las motocicletas que asisten a los ciclistas, debido a que surgieron rumores de que "podría estarle entregando sustancias ilícitas a los deportistas"
Y es que la Cycling Anti- Doping Foundation (CADF), un ente regulador sin ánimo de lucro que trabaja de la mano con la Unión Ciclística Internacional (UCI) llegó por sorpresa a la carrera y allí vio el dopaje sistemático de varios deportistas, una tendencia que se sigue repitiendo.
La misma organización que detectó, a mediados de abril 2018, el positivo del ciclista de pista Fabián Puerta, en ese momento campeón mundial de Keirin, por un supuesto consumo de Boldenona. El caso sigue sin resolverse.
Puerta, junto a la medallista olímpica María Luisa Calle, quien fue suspendida por cuatro años debido a su dopaje en los Juegos Panamericanos de 2015, y quien cumplirá la sanción en junio, fueron preinscritos por Antioquia para los Juegos Nacionales.
Calle tiene una medalla de bronce que ganó en la prueba por puntos de Olímpicos de Atenas 2004, pues la recuperó un año despues luego de defenderse de una acusación de un supuesto dopaje con heptaminol. Una década más tarde salió su positivo por el consumo de GHRP-2 en los Panamericanos de Toronto 2015. Ahora regresa, a sus 50 años, sin dar una sola palabra. Manteniendo el statu quo: el silencio.
El punto de quiebre en esta materia llegó en abril pasado, cuando Jarlinson Pantano, pedalista colombiano en el World Tour, y Wilmar Paredes, uno de los mayores prospectos, dieron positivo por EPO.
Y un mes después, con el nuevo caso de Juan José Amador, por un esteroide anabolizante, el Manzana Postobón, la estructura de ciclismo más importante del país, decidió cerrar sus puertas por este fantasma que aqueja a Colombia, el segundo país del mundo con más casos actuales de dopaje, por detrás de Costa Rica.
En la actualidad, hay 34 pedalistas suspendidos por casos de dopaje. Y ocho que esperan conocer su sanción: entre ellos Paredes, Duarte, Pantano y Puerta.
A nivel dirigencial, el panorama no es nada alentador. El Laboratorio para el Control al Dopaje de Coldeportes se encuentra suspendido desde el 20 de febrero de 2017 por falta de garantías por la Agencia Mundial Antidopaje.
Estos casos de dopaje tienen un común denominador: fueron detectados por la Cycling Anti- Doping Foundation (CADF). Un ente que ya no tiene licencia para participar en la Vuelta a Colombia debido a que la carrera ya no hace parte de la Unión Ciclística Internacional (UCI) luego de la llegada del Tour Colombia en 2018.
Ernesto Lucena, director de Coldeportes, varias veces ha repetido que trabajará por atacar esta práctica en el país, pero aún no ha habido ninguna medida concreta. Queda mucho trabajo por delante: lo primero, recuperar la licencia del laboratorio. La Universidad Nacional se haría cargo del lugar. Actualmente, en Colombia doparse no es un delito.
Jorge Ovidio González, presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo, le dijo a este diario que "el nivel del ciclismo del país es muy poderoso, eso nos hace más visibles. Y por eso se les hace más bulla a los casos de dopaje".
El primer paso para atacar el dopaje en Colombia es romper el silencio. Si usted conoce o quiere denunciar esta práctica en el país, escriba al siguiente correo: tblanco@elespectador.com