Un Tour bien diferente: montañoso pero ridículo en la contrarreloj
En las próximas tres semanas, el pelotón se enfrentará a ocho etapas llanas, cuatro de media montaña y ocho de alta montaña, pero no tendrá casi batallas contra el cronómetro.
Rafael Mendoza
El Tour de Francia que se inicia este sábado en Bilbao es bien extraño, tanto que por momentos se llega a pensar que se parece muy poco a esa épica carrera que apasiona al mundo en el mes de Julio.
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El Tour de Francia que se inicia este sábado en Bilbao es bien extraño, tanto que por momentos se llega a pensar que se parece muy poco a esa épica carrera que apasiona al mundo en el mes de Julio.
De entrada sorprende el mínimo peso que tiene en su único tramo contra el reloj un recorrido de 22.5 kilómetros que va a contar muy poco en el resultado final. Si lo comparamos con lo que ocurrió en 1.983, que fue su antítesis, hay una diferencia abismal.
En el primer Tour que corrió un equipo colombiano (1983) se programó un prólogo de 5.5 Kilómetros, dos contrarrelojes llanas de 50 y 59.5, dos de ascenso de 15.6 y 15 y una por equipos de “apenas” 100 kilómetros, para un total 244 lo que quiere decir que en esta ocasión no se hará ni siquiera un diez por ciento de lo que se disputó entonces contra el cronómetro.
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El recorrido total será de 3.404 kilómetros, mientras que el del 83 se alargó a 4.809, es decir, 405 más. La jornada más prolongada en la actual edición será de 308.9 kilómetros, en el 83 la superaron diez etapas, las más largas tuvieron 249, 257, 261, 299 y 300 a la que se le agregaron 25 neutralizados.
Aún recordamos que los participantes enrollaron cadena de las siete de la mañana a las siete de la tarde y que para que pudieran llegar a sus habitaciones en el segundo piso debieron ser subidos en brazos.
La montaña
La misma organización señala que en esta ocasión el recorrido tendrá ocho etapas llanas, cuatro de media montaña y ocho de alta montaña, con cuatro llegadas en alto y que serán 30 las de mayor dureza, es decir de categoría especial, de primera y de segunda categoría, pero las únicas que superan los dos mil metros serán el Tourmalet con 2.115 metros sobre el nivel del mar y el Col de Loze con 2.003; las demás rondan los 1.500 y además hay que decir que con la única excepción de la penúltima jornada no se acumulan los ascensos complicados.
Hay alguna explicación para tantas diferencias?
Nosotros creemos que los organizadores tratan de buscar que algún corredor francés tenga posibilidades de coronarse como campeón -el último fue Bernard Hinaul en 1985- y el único que en este momento podría hacerlo es David Guadu, del Grupama, quien fue cuarto en el 2022 y quien no es un buen rodador, o al menos piensan que para hacer una carrera más interesante y un poco más equilibrada deben disminuir estos tramos en los que Jonás Vingegaard y Tadej Pogachar, máximos favoritos, consiguen notorias diferencias.
Egan Bernal, Daniel Felipe Martínez, Esteban Chaves, Rigoberto Urán y Harold Tejada llegan a la carrera en forma muy distinta a la que se enfrentaron Patrocinio Jiménez y sus compañeros que no tenían ninguna idea de lo que eran las carreras de los profesionales en Europa y por ello son mejores sus posibilidades de desempeñar un mejor papel.
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