Vinicius Rangel, el motorcito del Movistar Team: “¡Pedalea, Vini, Pedalea!”
El ciclista brasileño ha sido fundamental en el equipo español para Nairo Quintana y Fernando Gaviria en el Tour Colombia 2024.
Kevin Stiven Ramírez Quintero
En toda banda de rock siempre hay uno que se distingue del resto. Siempre están las estrellas, lo sabemos, pero esta vez hablamos del lado oscuro, como decía Jarabe de Palo. Nos referimos a aquel quien no se roba los flashes de las cámaras, pero sin él, el grupo se cae. Ese es el caso de Vinicius Rangel, el brasileño del Movistar Team, en el Tour Colombia 2.1 2024.
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En toda banda de rock siempre hay uno que se distingue del resto. Siempre están las estrellas, lo sabemos, pero esta vez hablamos del lado oscuro, como decía Jarabe de Palo. Nos referimos a aquel quien no se roba los flashes de las cámaras, pero sin él, el grupo se cae. Ese es el caso de Vinicius Rangel, el brasileño del Movistar Team, en el Tour Colombia 2.1 2024.
Como el corazón que nunca deja de latir, Vinicius no deja de pedalear. Es incansable. Se muele las piernas por su equipo y por el objetivo de ser campeón del Tour Colombia. No importa si hay lluvia, sol o viento en contra, el brasileño no suelta el ritmo en las carreteras del altiplano cundiboyacense. Fue clave en la victoria de Fernando Gaviria en la primera etapa y adelantó a Nairo Quintana en la segunda jornada de la competencia.
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El carioca, pese a nacer en una cultura naturalmente futbolera, no tiene ningún ídolo en el fútbol. Lo alcanzó a jugar, sí, pero como él menciona, fue muy malo. En cambio, en el ciclismo, el español Alejandro Valverde es su ejemplo a seguir.
Se enamoró de las bielas en el Tour de Río de Janeiro en 2012, cuando tenía 11 años. En aquella ocasión, la competencia llegó a la ciudad de Cabo Frío, en Río de Janeiro, y pese a que no se acuerda quién gano, fue un amor a primera vista.
De niño creció en una familia humilde y tuvo que trabajar en construcción para comprarse su primera bicicleta. Fue una Caloi de hierro en la que empezó a montar desde los 13 años y en la que iba a su colegio, a 15 kilómetros desde su casa.
Día a día se despertaba para agarrar la bicicleta y rodar por Cabo Frío, hasta que todo cambió con una invitación. Su primo, que competía con la bicicleta, lo invitó a entrenar con él. Eran entrenos de 100 kilómetros por su ciudad, pero siempre corrían el riesgo de ser atropellados.
“Sufrí muchos accidentes porque la gente de Río de Janeiro no respeta mucho el ciclismo. Es raro ver un ciclista de carretera. Me atropellaron varias veces, pero sigo vivo”, dijo a El Espectador.
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Rápidamente, se inició en una escuela de ciclismo en la que empezó a competir y a destacar en carreras en las que competía con gente mayor tras solo llevar dos meses entrenando.
Siguió en el ciclismo y se dio cuenta de que era lo suyo cuando lograba estar en el mismo lote de los élite, siendo aún un juvenil.
“En 2021 fue el gran cambio. No tenía dinero, no tenía trabajo y ya tenía que elegir si trabajar o enfocarme totalmente en la bici. Salió bien (risas). Si uno cree en sí mismo y tiene un sueño, no hay excusa por la capacidad económica. Uno se busca su vida y así ha sido conmigo, como para todos los ciclistas más grandes. Si uno quiere, puede llegar donde sueñe”, aseguró el brasileño para este diario.
Terminó el bachillerato, iba a empezar la universidad y tuvo que dejar de estudiar para enfocarse en la bici. Cuando dio el salto a Europa, llegó al equipo juvenil de Valverde. Un sueño cumplido para el brasileño, quien es fanático de los carros y los videojuegos.
“Cuando llegué a Europa, la gente me decía: “¿Qué haces como ciclista? ¡Tú tienes que ser futbolista!” y yo les respondía: “no, a mí me gusta más la bici”.
Luego de destacar en el calendario amateur español, ganando la Vuelta a Cantabria y la Vuelta a Salamanca, y ser noveno en la prueba en ruta del Mundial sub-23, dio el salto al profesionalismo en 2022 tras haber firmado por tres años con Movistar Team. En ese año, logró ser campeón nacional de ruta en Brasil y fue tercero en la contrarreloj. Además, se llevó los dos títulos en la categoría sub 23.
“Estoy seguro de que el deporte salva vidas y saca la gente de donde nace. El deporte te da muchas cosas para la vida. Te da disciplina, orden y la motivación”, señaló el brasileño, quien se destaca en las bajadas, en carreteras duras y terrenos difíciles.
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“El ciclismo es muy bonito porque uno puede ser más fuerte, pero al final solo gana uno y nadie sabe lo que le puede pasar. Las carreras siempre son bonitas”, agregó el ciclista, quien es el quinto brasileño en ser World Tour tras figuras como Mauro Rivero, Murillo Fischer, Kleber Ramos y Luciano Paglianini.
Vinicius, quien se ha destacado por su calidad, ve con buenos ojos el ciclismo colombiano. “Colombia siempre ha tenido grandes ciclistas en las grandes vueltas. Nairo ha sido una revolución muy grande para este país. Aquí he podido experimentar lo que realmente es la afición al ciclismo. Acá todo el mundo es fan de la bici. Todos salen a la calle en ella y van a trabajar en bici. Aquí se respeta la bici”, señaló Vinicius, quien sueña con ganar un Tour de Francia o un Giro.
De igual manera, Vinicius, a quien comparan con el del Real Madrid, cree que trabajar la mentalidad es muy importante. “Tenemos un hombre que nos auxilia siempre en este tema para fortalecer y está 100% enfocado en esto. Sabemos que con el día a día, se gana muchísimo con la mentalidad. La cabeza manda en el cuerpo. La mentalidad es muy importante”.
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