Copa América 2024: “Capitán” y las otras mascotas del torneo

Los grupos de la Copa América 2024 ya quedaron conformados y la espera para los amantes del fútbol empieza a volverse insoportable. Con los duelos definidos la imaginación tiende a volar y las predicciones, sentimentales, comienzan a crear posibles desenlaces ficticios.

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Charlas sobre el grupo de la muerte o el equipo con mayores posibilidades de llegar a la final, si algo como eso realmente existiera, se apoderan del discurso general, aunque no dejan de ser simples interpretaciones. Pero hay cosas ciertas, como el hecho de que la mascota de la Copa América ya tiene nombre, rostro y personalidad.

Capitán en un águila con un plumaje rojo intenso en la cabeza y negro en las alas, vestida, como única y lógica alternativa, como jugador de fútbol, con guayos, medias blancas hasta las rodillas y una camiseta blanca que luce el logo de la Copa en el medio.

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Según la CONMEBOL, Capitán representa la unión entre la pasión sudamericana por el fútbol y la vibrante atmósfera estadounidense. Siendo además una mezcla literal entre ambas culturas, nacido de madre latina y padre estadounidense.

La Copa América es el torneo de fútbol más antiguo, jugado por primera vez en Argentina en 1916, hace 107 años. Pero la primera vez que el torneo tuvo una mascota fue apenas en 1987. Gardelito fue el encargado de empezar con la pesada tradición.

Ese año la copa se jugó en Argentina y la mascota buscaba representar la versión infantil de Carlos Gardel, famoso cantante, músico y actor argentino que murió en un accidente aéreo en Medellín en 1935. En esa edición la copa tuvo como campeón a Uruguay pero el máximo goleador fue el colombiano Arnoldo Iguarán, con 4 tantos.

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Desde entonces, contando esta edición, se han jugado 16 torneos y en casi todos ha habido mascota, la única falta la cometió precisamente Estados Unidos, en 2016, cuando ignoró la tradición. Mientras que en los años 2019 y 2021, ediciones jugadas en Brasil, Zizito, un capibara y Pibe, un perro, ubicaron la plaza con elegancia y potestad, para pasarle la antorcha ahora a Capitán, con compromiso y candidez.

Colombia solo ha sido anfitriona del torneo en una ocasión, en 2001. Ese año tomó la responsabilidad de mostrar al mundo de forma gráfica lo que significaba el fútbol y la convivencia cultural entre todas las naciones que son invitadas al torneo, fuera y dentro del continente americano.

Esa edición también fue la primera y única vez que el equipo cafetero ha ganado la copa. Fue un torneo que no contó con la presencia de Argentina y que tuvo la sorpresiva caída de Brasil en cuartos de final contra Honduras, en el Estadio Centenario, en Armenia.

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Colombia terminó ganando la final contra México 1-0 con un gol al minuto 69 de Iván Ramiro Córdoba y la mascota de esa ocasión fue Ameriko, que según los creadores era un extraterrestre que giraba tan rápido como se lo permitía el aire y que siempre andaba equipado con un balón de fútbol que era, además, un satélite vivo que pertenecía a su anatomía.

Ameriko tenía ojos azules grandes, no tenía nariz ni orejas pero sí una sonrisa inmensa, y un cabello naranja puntiagudo.

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Capitán en un águila con un plumaje rojo intenso en la cabeza y negro en las alas, vestida, como única y lógica alternativa, como jugador de fútbol, con guayos, medias blancas hasta las rodillas y una camiseta blanca que luce el logo de la Copa en el medio.

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Ese año la copa se jugó en Argentina y la mascota buscaba representar la versión infantil de Carlos Gardel, famoso cantante, músico y actor argentino que murió en un accidente aéreo en Medellín en 1935. En esa edición la copa tuvo como campeón a Uruguay pero el máximo goleador fue el colombiano Arnoldo Iguarán, con 4 tantos.

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