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La espera terminó. Luego de once meses, la selección colombiana de fútbol volverá a participar en un torneo oficial y tras el gran Mundial de Brasil 2014 la expectativa es muy alta. Aquí en Chile, Colombia suena entre las favoritas al título de la Copa América, precisamente por todo lo que mostró en la Copa del Mundo. Además, porque hay una nómina con jugadores de renombre que se han ganado el respeto. Por ejemplo James Rodríguez, el gran protagonista en la cita mundialista, ha ratificado que es uno de los grandes y tras su buena campaña con el Real Madrid, es de los favoritos de la prensa austral para ser la gran figura. El regreso de Falcao tampoco ha pasado inadvertido y se está a la expectativa de que con la camiseta 9 amarilla vuelva a ser el artillero que demostró ser en las eliminatorias.
La expectativa es alta no sólo por parte de los hinchas y el periodismo, también los mismos futbolistas están con mentalidad ganadora y con la idea de ratificar con un título todo lo bueno que se ha mostrado. Las comparaciones con aquella Colombia de la década del 90 siempre han sonado, sin embargo, algo que le daría un plus a esta generación sería la obtención de un título. Curiosamente la única vez que la selección ganó un campeonato fue en la Copa América de Colombia 2001, cuando el equipo nacional estaba viviendo una transición, un cambio de generación que tardó en consolidarse. Por alguna razón esta es sin duda una buena oportunidad para estos jugadores de quedar en la historia.
Justamente el plus que le ha dado Pékerman a esta selección ha sido la mentalidad ganadora, que de hecho ha trabajado junto con su amigo Marcelo Roffé, un psicólogo deportivo argentino que estuvo en Brasil con el grupo y quien influyó en la tarea de alzarles la moral a jugadores que en sus clubes no habían sumado minutos, pero que con la camiseta amarilla se repotenciaron y tuvieron actuaciones magnificas. Y les inculcó el deseo por ganar y jugar dando el ciento por ciento en cada partido sin importar el rival que estuviera al frente. Es habitual en el fútbol colombiano que ante los grandes se crezca y ante los pequeños se sufra de prepotencia. Pero eso acá no pasa, no se miran camisetas, se mira el futuro y la posibilidad de hacer historia.
Hace un año, cuando Pékerman hizo la elección de los 23 que disputaron el Mundial, se generaron dudas por la falta de competencia de muchos de los jugadores. Por ejemplo, en la defensa ninguno era habitual titular en sus clubes y tras la lesión de Falcao había dudas respecto a quién haría los goles. Pero todo fue diferente. La defensa fue una de las menos goleadas del Mundial y cada uno tuvo una brillante actuación. De hecho, Mario Yepes, a quien habían pedido retirarse tras su lentitud mostrada en el 3-3 ante Chile en las eliminatorias, fue el gran capataz del equipo y ahora amado por todo el pueblo colombiano.
Esta vez la situación es similar. Por más de que David Ospina tuvo una extraordinaria temporada con el Arsenal de Inglaterra, ninguno de los defensores brilló. Pero la apuesta está en que con la amarilla puesta se motiven y logren alzar su nivel nuevamente en tiempo récord. Camilo Zúñiga prácticamente no sumó minutos con el Nápoli por un problema de rodilla y en la otra banda está Pablo Armero, quien no actuó mucho con el Milan y que con el Flamengo hasta ahora suma minutos, no obstante serán los elegidos de Pékerman. Ellos son en quienes confía a ojo cerrado el argentino y pareciera que esa confianza es suficiente.
Los dos centrales titulares para el debut serán Jeisson Murillo y Cristian Zapata. El primero termino siendo suplente del Granada de España por problemas físicos y el segundo no se entendió bien con Pipo Inzaghi, el técnico del Milan, y prácticamente no jugó en la temporada. Claro que pasa lo mismo que con los laterales. Zapata no llegaba con ritmo al Mundial y terminó siendo figura. Por parte de Murillo, está motivado porque será su primera participación oficial con la mayor.
En la zona media hay dos bajas importantes: Abel Aguilar, de gran Mundial, y Freddy Guarín. Ambos con capacidades de recuperar, entregar bien y darle salida al equipo, algo que ahora podría faltar. No obstante, Pékerman ha confiado en Álex Mejía y Edwin Valencia para que uno de ellos acompañe a Carlos Sánchez en la mitad.
En la parte ofensiva esta selección en teoría es más fuerte que la del Mundial. Además de estar el goleador del Mundial, James Rodríguez, y el siempre desequilibrante Juan Guillermo Cuadrado, llega un refuerzo de lujo como Falcao García, quien a pesar de no haber tenido una buena temporada con el Manchester de Inglaterra, cuenta con el total apoyo de José Pékerman, quien le apuesta todas sus fichas al Tigre y le dará la cinta de capitán para ayudarle en su motivación. Carlos Bacca, por su parte, fue campeón de la Europa League con el Sevilla y esa buena presentación le daría el paso a un grande del Viejo Continente. Este también es el caso de Jackson Martínez, nuevamente goleador en Portugal y de quien se habla que ya tendría arreglada su llegada al Milan de Italia por 35 millones de euros. Teo Gutiérrez ha demostrado ser de la entera confianza de Pékerman y aunque no brilló tanto con River Plate, sería titular junto a Radamel. Las otras variantes son Luis Fernando Muriel y Víctor Ibarbo, quien puede actuar pegado a una banda y será una variante interesante para enfrentar, por ejemplo, a Brasil.
En definitiva, la más probable formación será con David Ospina; Camilo Zúñiga, Cristian Zapata, Jeison Murillo y Pablo Armero; Carlos Sánchez, Alexánder Mejía, Juan Guillermo Cuadrado, James Rodríguez, Teófilo Gutiérrez y Radamel Falcao García. Un sueño comienza, claro que a pesar de la emoción y la euforia la presión no debería estar porque los dos grandes favoritos son Argentina y Brasil. Los jugadores saben de esto y por eso saldrán con la misma idea del Mundial: disfrutar el momento.