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La suerte no basta

El equipo colombiano quedó eliminador de la Copa América Chile 2015, tras empatar 0-0 ante Argentina y perder 5-4 en la definición por penaltis. Ahora, a pensar en las eliminatorias.

Luis Guillermo Montenegro, Enviado Especial
27 de junio de 2015 - 02:13 p. m.
James Rodríguez y David Ospina antes de los cobros desde el punto penal.  AFP
James Rodríguez y David Ospina antes de los cobros desde el punto penal. AFP
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“Sólo hay una manera… ¡Unidos!”, escribió el volante colombiano James Rodríguez en sus redes sociales. Y aunque no se jugó bien y Argentina pasó por encima, lo que sí se demostró anoche en el estadio de Sausalito en Viña del Mar fue que el equipo tuvo amor por la camiseta. Mostró una versión de garra pocas veces vista por un seleccionado.

Y logró con eso, además de la suerte, empatar 0-0 y definir la serie por cobros desde el punto penal. Allí no se tuvo efectividad y el resultado fue la eliminación del certamen continental. Ahora sólo queda pensar en las eliminatorias, que comenzarán en tres meses y para la que habrá que corregir. “Esta experiencia vivida en la Copa América seguramente nos va a servir para todo lo que se viene”, comentó el arquero David Ospina, el hombre más destacado de la tricolor.

Para este juego el técnico José Pékerman cambio la nómina en todas las zonas del campo, excepto al arquero. En la defensa ubicó a Camilo Zúñiga por derecha y a Santiago Arias por izquierda, sentando a quien venía siendo titular, el tumaqueño Pablo Armero. En la mitad, tras las ausencias obligadas de los volantes de marca (Carlos Sánchez por sanción y Edwin Valencia por lesión) entraron Víctor Ibarbo y Alexánder Mejía, cambiando el módulo a un cuatro con Cuadrado y James. Y quizá la sorpresa más grande fue la inclusión de Jackson Martínez por Radamel Falcao, el capitán y referente de ataque del equipo, quien no había tenido un buen torneo.

El plan del técnico argentino no sirvió de entrada. El equipo colombiano se vio impotente. Con la pelota no daba más de tres pases seguidos y Argentina estaba cómodo dominando el partido. La apuesta fueron algunos ataques rápidos por las bandas con Ibarbo y Cuadrado, pero ese daño no se hizo. Tan malo fue el inicio de Colombia, que a los 15 minutos de partido ya calentaba Edwin Cardona, quien a los 23 ingresó al campo de juego por Teófilo Gutiérrez.

La entrada de Cardona fue una ayuda mayor para los hombres de la mitad. James, quien corría de lado a lado sin trascendencia en el juego, se ubicó unos metros más adelante y la labor del volante antioqueño, exjugador de Atlético Nacional, fue ayudar a Mejía. Nada pintaba bien y mucho menos cuando el único hombre de marca vio la tarjeta amarilla y quedó condicionado. Al igual que Santiago Arias, quien cumplió la función de estar encima de Lionel Messi.

El lateral del PSV de Holanda, cuando salía de su posición por seguir al astro argentino, era relevado por Víctor Ibarbo, quien no permitía la salida de Pablo Zabaleta por el costado derecho de los albicelestes. Colombia se dedicó más a pegar y guerrear que a buscar el fútbol que le había dado resultado ante los grandes equipos en la era Pékerman. Nunca antes se había visto a una Colombia tan impotente, que no le salía nada y que era avasallada por el rival.

Si no es por David Ospina, quien fue gigante y toda una muralla, como lo apodan en Inglaterra, la llave del gol se hubiese abierto. Lo que sí hay que abonar es que los colombianos fueron guerreros, lucharon y metieron en cada balón, a pesar de no sentirse cómodos con el juego.

Para la parte complementaria Colombia intentó tener un poco más el balón. Edwin Cardona fue el que intentó echarse el equipo al hombro y, además de quitar balones, intentó crear juego y juntarse con los hombres de ataque. Argentina dejó de ser la aplanadora de antes y el juego pasó a ser luchado, sobre todo en la mitad. Lionel Messi fue controlado por Alexánder Mejía y Juan Guillermo Cuadrado, comprometido más en marca que en ataque.

Argentina se cansaba y Colombia se cogía confianza. Incluso Pékerman cambio a los delanteros que corrieron y lucharon para darles paso a hombres frescos en ataque. Primero fue Jackson Martínez el que le dio paso a Radamel Falcao García. Para el beneficio de Chachachá hay que decir que como referente de área que es no tuvo ninguna opción de rematar al arco y tal como le había ocurrido a Falcao en los partidos que disputó, al verse solitario en el área, bajó a luchar y tratar de entrar en el juego en la mitad del campo.

Siempre hay que destacar el trabajo de la defensa. Tanto Zapata como Murillo estuvieron formidables y controlaron bien a los habilidosos delanteros argentinos. Incluso Zapata se arriesgó a salir con balón dominado en varias oportunidades y eso le dio respiro al equipo. Por su parte, los laterales también en defensa estuvieron muy bien. Arias estuvo por izquierda al inicio, pero tras tener tarjeta amarilla, Pékerman lo cambió de punto, teniendo en cuenta que por su costado estaba Messi, a quien marcó muy bien.

Futbolísticamente Argentina fue muy superior, generó más opciones de gol que Colombia y en los 90 minutos tuvo que irse ganador. Pero no tuvo suerte, el balón no quiso entrar y por eso la llave se fue a la definición por los cobros desde el punto penal. Para Colombia llegar hasta ahí fue un premio muy grande, porque en toda la Copa América sólo hizo un gol y anoche no había hecho mucho por marcar diferencia.

Los penales fueron igual de sufridos que el partido, porque cada equipo tuvo siete cobros y todo se definió con un remate de Carlos Tévez, quien hizo que la serie fuera ganada por la albiceleste 5-4. En Colombia patearon James, Falcao, Cuadrado, Muriel, Cardona, Zúñiga y Murillo. Los que fallaron fueron Muriel, Zúñiga y Murillo. Por su parte, en Argentina patearon Messi, Garay, Banega, Lavezzi, Biglia, Rojo y Tévez. Los que lo erraron fueron Biglia y Rojo.

Finalmente los argentinos, que anoche fueron mayoría en el estadio, celebraron a rabiar, algo similar a lo que se vivió en el Mundial, cuando por penales fueron avanzando hasta instancias finales. Ahora deberá esperar a su rival en las semifinales del partido que esta noche jueguen Paraguay y Brasil.

A pensar en las eliminatorias

Desde que José Pékerman fue renovado como técnico de la selección colombiana de fútbol fue enfático en afirmar que su misión en este nuevo período era clasificar al equipo al Mundial de Rusia 2018. Nunca se arriesgó a dar esta Copa América como objetivo y quizás esta experiencia en Chile será fundamental para corregir muchas cosas que no parecen estar en orden. Es cierto que se contó con mala suerte a la hora de lesiones, porque justamente los que faltaron fueron piezas claves en la zona media, como Abel Aguilar y Freddy Guarín.

Además, en medio de la competencia se lesionó la apuesta de Pékerman en esa posición: Edwin Valencia. En los laterales habrá que buscar una renovación, porque aunque están Pablo Armero, Camilo Zúñiga, Santiago Arias y Darwin Andrade, las eliminatorias son largas y habrá que ir mirando variantes. Lo más importante es que en esta Copa Colombia demostró que no está generando fútbol y que por más de que tenga artilleros de primer nivel en el ataque, se les tienen que generar oportunidades de gol a ellos. Queda tiempo para preparar, pero mucho por corregir.

 

Por Luis Guillermo Montenegro, Enviado Especial

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