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Tras partir del estadio de Wembley (noroeste de Londres) poco después de las 09.30 horas GMT, la llama olímpica llegó a las 17.00 GMT a Greenwich (sureste), donde, para alivio de los organizadores, completó su viaje al encenderse el pebetero. Al menos 35 personas han sido detenidas en incidentes registrados durante el trayecto de la antorcha “por delitos relacionados con el orden público” , según indicó un portavoz de Scotland Yard.
El campeón olímpico de remo Steve Redgrave fue el encargado de inaugurar el periplo londinense de la llama olímpica, desde Wembley, en presencia de la embajadora china, Fu Ying, y hasta el estadio de Greenwich. Pese a que, para entonces, se habían recuperado un poco los ánimos, el acto final de la celebración olímpica resultó también un poco deslucido, no sólo por el frío reinante sino por la escasez de espectadores y la suspensión, en el último momento, de la actuación del grupo femenino Sugarbabes.
Ya desde el principio del recorrido en Londres se registraron incidentes con manifestantes que protestaban por la represión china en el Tíbet, donde el pasado jueves se informó de la muerte de ocho personas en un tiroteo contra monjes y civiles en la provincia de Sichuan.
La ruta de la antorcha se cambió a última hora para que la embajadora china pudiera portarla a su paso por Chinatown, el barrio chino situado en el centro de Londres, donde fue recibida por críticos y partidarios de los Juegos Olímpicos. Posteriormente, el primer ministro británico, Gordon Brown, recibió la antorcha a las puertas de su residencia oficial, en el número 10 de Downing Street, un gesto criticado por los activistas opuestos a la ocupación y represión de las autoridades chinas en el Tíbet.
La ministra encargada de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Tessa Jowell, insistió en que acoger la llama no es un acto político sino de apoyo al deporte y la comunidad olímpica, de la que Londres forma parte como anfitriona de los próximos Juegos.
Los incidentes se sucedieron a lo largo del recorrido del símbolo olímpico, lo que incrementó la tensión en las calles aunque finalmente no se registraron heridos. Un manifestante llegó a coger la antorcha de manos de una de las portadoras, la presentadora de televisión Konnie Huq, antes de ser reducido por la Policía, mientras que en otro punto de la marcha hubo un incidente con un extintor.
A la altura de la catedral de San Pablo, a orillas del Támesis, la policía decidió cambiar repentinamente el itinerario para eludir al centenar de manifestantes que habían rodeado al portador de la llama. Tras un breve trayecto en autobús, se volvió al recorrido trazado inicialmente y la llama atravesó el este de Londres para dirigirse a su destino.
Pese a las constantes interrupciones, la antorcha, rodeada en todo momento de delegados olímpicos y policías, culminó su viaje por la capital británica, entre los aplausos de parte del público y los cientos de estudiantes chinos congregados para apoyar los Juegos.
Unos ochenta atletas y personalidades de varios sectores de la vida británica pasearon la llama olímpica de un extremo a otro de Londres, pasando por diez barrios en un recorrido de 49 kilómetros. Además de Redgrave, el evento contó con la participación de otros diez campeones olímpicos y paralímpicos, escolares y personalidades conocidas como el veterano periodista Trevor McDonald y la violinista Vanessa Mae.
La doble campeona olímpica Kelly Holmes llevó la antorcha en el último tramo del relevo hasta encender el pebetero. En su viaje por la capital británica, la antorcha pasó de mano en mano entre corredores, ciclistas y personas en barcos o autobuses y fue recibida con actos festivos en algunos puntos emblemáticos del recorrido como la plaza de Trafalgar.
La antorcha olímpica pasó por el Reino Unido en su viaje desde Olimpia, en Grecia, a Pekín, por el que atravesará 20 países. Tras la etapa británica, la antorcha, que llegó el sábado a Londres procedente de San Petersburgo (Rusia), partirá hacia París.