El Leicester City renace de sus cenizas con su regreso a la Premier League

Los jugadores del Leicester y su capitán, Jamie Vardy (9), celebran el título de la Championship inglesa.

Foto: @LCFC

Solo ocho equipos han conseguido ganar la Premier League. Solo ocho han sido los elegidos para cargar con ese pesado yelmo, cubierto de lágrimas y frígidos copos de nieve, desde que se inauguró en 1992. Y el Leicester City es uno de ellos. La ganó en 2016, con Jamie Vardy al frente del cañón y Claudio Ranieri moviendo los hilos desde el solitario banquillo, helado por el clima.

Los fanáticos del equipo gemían de felicidad y el mundo del fútbol se rendía a sus pies, mientras los poderosos clubes de Inglaterra se revolcaban en sus propios errores, con las manos levantadas, aplaudiendo al nuevo rey.

El lunes pasado, los Foxes se proclamaron campeones de la Championship. Firmaron su regreso a la preciada Premier League, para luchar de nuevo, codo a codo, contra sus viejos enemigos, en Primera División. Matemáticamente son inalcanzables ya, el Ipswich Town, que debe ganar su siguiente partido para obtener el ascenso directo, quedó relegado en la carrera por el título luego de que Vardy comandara de nuevo a sus compañeros hacia la victoria.

Vuelve a la Premier con la frente en alto y su risa entrecortada y pícara, para atemorizar a los defensas centrales y a los guardametas, como un viejo fantasma que se niega a dejar su antiguo hogar. “¿10 años más?”, le preguntó el periodista a Jamie luego de ganar el trofeo de la Segunda División de Inglaterra, con un tono jocoso y nervioso.

“¿Quién sabe? ¿Quién sabe? Me siento bien, mis piernas se sienten bien y trato de mantenerme así. Aún queda un partido, queremos ganarlo y celebrar este título con los fanáticos, en casa”, Respondió el 9 de los Foxes riendo, cobijado con el murmullo de los fanáticos en el fondo y con sus compañeros revoloteando en la cancha como perros que juegan en un parque sin dueños, sin correas y sin límites.

La celebración fue apoderándose del club sin márgenes, todos sonreían, todos gritaban, todos se daban palmadas en la espalda y lanzaban abrazos huérfanos al aire. Es la octava vez que ganan la Segunda División y, la última vez que lo hicieron, en 2014, terminaron ganando la Premier dos años después.

El Leicester cayó a la Segunda División debido al desempeño deplorable que tuvieron en la Premier en la temporada 2022-2023. Fue un año oscuro. El 5 de abril de 2023 fue despedido del cargo de entrenador Brendan Rodgers; Adam Sadler tomó su lugar como interino, cuando ya todo estaba perdido, y, finalmente, un italiano tomó su lugar, el 16 de abril.

Enzo Maresca, que fue asistente de Pep Guardiola en el Manchester City, tomó el equipo, listo para afrontar el reto del ascenso, sabiendo que ese sería su único y principal objetivo, lo que lo desvelaría por las noches y amargaría sus días soleados. Otro italiano, igual que aquel que logró volverlos campeones en Primera, sería el que les devolviera su gloria. 45 partidos jugados y 31 victorias, 4 empates y 10 derrotas quedaron atrás como muestra de su superioridad y compromiso.

“Esto es por lo que hemos trabajado desde el inicio de la temporada”, dijo Ricardo Pereira, defensa de equipo, en el campo, al mismo periodista que había interrogado a Vardy. “No fue fácil. Algunas veces logramos que se viera sencillo, pero no fue así”, concluyó, mientras se pasaba la mano por la cabeza con expresión exhausta y alegre.

Los Foxes fueron el equipo que menos goles recibió y el segundo que más anotó. Fueron muchos partidos y muchas batallas. Ahora todo el equipo, Vardy, Pereira, Maresca, y el resto de jugadores y personas del staff se preparan para el que será su último partido en Segunda División esta temporada, antes de regresar a la Premier League; contra el Blackburn Rovers, que se ubica en la casilla 19.

¿Será una victoria o una derrota la que cierre el ciclo?, es imposible saberlo. Lo único real ahora es la carrera descontrolada de Jamie el lunes, por el campo del Preston, tras ganar la Champions, celebrando como solo él sabe hacerlo, con una infantil y genuina alegría que te hace pensar que durará para siempre. Que se preparen los equipos en Primera, el ‘Bromista’ ha vuelto a casa.

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