El fútbol le dice adiós a Jorge Ramón la ‘Fiera’ Cáceres

El fútbol está de luto. Jorge Ramón la Fiera Cáceres, delantero que fue figura del balompié nacional en la década de los 70, falleció este miércoles a los 76 años en su natal Santiago del Estero, Argentina.

El fútbol está de luto. Jorge Ramón la Fiera Cáceres, delantero que fue figura del balompié nacional en la década de los 70, falleció este miércoles a los 76 años en su natal Santiago del Estero, Argentina.

Cáceres vivió el mejor momento de su carrera como futbolista defendiendo la camiseta de América de Cali, del que es el segundo goleador histórico, solo superado por el Anthony Pitufo de Ávila con 208 goles. La Fiera marcó 136 goles en 236 presencias con el club escarlata, con el que fue campeón en 1979, año de la primera estrella de la Mechita.

“Con profundo dolor en nuestros corazones, despedimos a Jorge Ramón Cáceres, un tucumano que llegó a Cali para hacer historia y se convirtió en leyenda. Con sus 136 goles, la Fiera rugió como pocos, dejando una huella imborrable en nuestra institución. Gracias por tu fútbol, tu entrega, tu garra y por el amor que siempre mostraste por esta camiseta. Hoy despedimos a un ídolo, pero su esencia vivirá por siempre. ¡Eres eterno, Fiera!”, mencionó el club escarlata.

El argentino debutó como profesional en San Martín de Tucumán (1970-1972) y aunque su paso por América fue el más recordado, en Colombia también vistió los colores de Atlético Bucaramanga (1974) y Deportivo Pereira, con el que fue máximo goleador de la temporada 1975. En nuestro país jugó 328 partidos y anotó 183 tantos.

Era un atacante rápido y hábil con la pelota, de excelente manejo de los dos perfiles. Tenía además buena movilidad y cabezazo en despliegue físico. En 1976 se nacionalizó y disputó con la selección de Colombia la eliminatoria al Mundial de Argentina, cuando fue convocado por el técnico yugoslavo Blagoje Vidinic. En ese plantel compartió con figuras de la talla de Willington Ortiz y Diego Édison Umaña. En esa nómina también hubo otros futbolistas argentinos que adoptaron la ciudadanía colombiana: el portero Luis Gerónimo López, fallecido en 2020, y el volante Jorge Abraham Amado.

“Fue una satisfacción enorme haber tomado la carta de ciudadanía colombiana por parte de mi esposa, que es de aquí. Tengo hijas colombianas, nietos colombianos, y fue una de las razones por las que acepté”, dijo en una entrevista con El Espectador en 2015.

En el diálogo con este diario, recordó con precisión que llegó al América el 6 de enero de 1973: “Me mandó el técnico Guillermo Reynoso, que también jugó en América y la selección argentina. Él me recomendó con Álvaro Guerrero Yanci, que era el gerente deportivo de ese momento. Me acuerdo que hice trasbordo en Bogotá y se me perdió la maleta, llegó como una semana después”.

También evocó su primer gol con la camiseta escarlata: “Fue en el clásico. América llevaba casi tres años sin ganarle al Cali y tuve la oportunidad de brindarle esa satisfacción a toda la hinchada. Fue una pared con el Mudo Torres, que me dio un pase en profundidad y pude definir de pierna izquierda para el primer gol a Pedro Zape. Después hice otro por el lado derecho”. En ese mismo partido, el relator Rafael Araújo Gámez lo bautizó como “la Fiera” y, además, se ganó una bicicleta, que terminó regalándole a su compañero Argemiro López.

Su momento más feliz en el fútbol fue el 19 de diciembre de 1979, cuando, bajo la dirección técnica del médico Gabriel Ochoa Uribe, América conquistó su primera estrella. Cáceres lideró un ataque de lujo, complementado por Víctor Lugo y el maestro Alfonso Cañón. “Vine a Colombia con muchas ilusiones, con sueños, pero nunca imaginé que acá encontraría la felicidad. Este país me dio todo en la vida y América se convirtió en mi hogar”, señaló emocionado.

El último partido de la Fiera con América de Cali tuvo lugar el 20 de diciembre de 1981, frente a Atlético Nacional. Ese encuentro quedó grabado en la memoria de los aficionados, ya que el técnico Gabriel Ochoa Uribe decidió retirar al equipo en señal de protesta contra las decisiones arbitrales.

Tras colgar los botines ese mismo año, la Fiera se estableció con su familia en Barranquilla, donde inició una nueva etapa de su vida. Sus últimos meses los vivió en su natal Santiago del Estero, enfrentando altibajos en su estado de salud.

En aquella entrevista con El Espectador en 2015, reflexionó sobre lo que, según su experiencia, necesita el jugador americano para comprender el verdadero significado de vestir la camiseta escarlata: “Querer al club y querer al América. Creo que ese es el factor importante para que puedan desenvolverse, desarrollar toda su condición y capacidad para el bien del equipo. En mi época dejamos una marca, un trabajo, un espíritu de lucha y un sacrificio. Esto es trabajo de día a día, mes a mes, hora a hora, y hay que estar compenetrados con el América, no pensando en otras cosas”, expresó con firmeza.

Para buena parte de los hinchas escarlatas, Cáceres fue uno de los referentes de esa Mechita que dejó de ser una institución chica para convertirse en unas de las grandes y ganadoras del fútbol colombiano. Paz en la tumba de la Fiera.

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