"La gloria o el infierno", la sentencia de la barra del América
Integrantes del Barón Rojo Sur interrumpieron el entreno del cuadro escarlata para hablar con el grupo de jugadores que dirige Hernán Torres.
Redacción Deportes
“Interrumpimos el entreno de América para recordarle a los directivos, cuerpo técnico y jugadores que América se respeta y tiene que ascender. ¿La Gloria o el Infierno? ustedes deciden”, escribió Barón Rojo Sur en Facebook. Integrantes de esta barra, que generalmente se ubica en el costado sur del Pascual Guerrero, hablaron con los futbolistas del equipo rojo que se encuentra disputando los cuadrangulares del torneo de ascenso.
“Nuestra barra fue a Cascajal a hablar con los jugadores, no hubo violencia ni amenazas”, explicaron en la red social, después de que se diera a conocer que violaron los protocolos de seguridad e ingresaron a la sede en la que se entrena el cuadro escarlata. “Cerca de 40 hinchas llegaron a la sede de Cascajal, lo hicieron por la fuerza y se ubicaron en las graderías de la sede, no hubo una posición hostil, solo querían ser escuchados y tanto Hernán Torres como los jugadores, los atendieron, dialogaron por cerca de 15 minutos. La hinchada expresó que quieren que se termine este suplicio luego de cinco años del equipo en la B, que les duele mucho”, precisó el gerente deportivo del América, Óscar Cortés.
El hecho sucedió el viernes en la mañana y se dio después del pálido inicio del cuadro rojo en los cuadrangulares ante el Deportes Quindío, equipo con el que perdieron 1-0. “Simplemente les pedimos el ascenso, les pedimos que nos saquen del Infierno de la B, que reciban la gloria y el honor de ser los que por fin le devuelvan la categoría al equipo”, escribieron para explicar lo sucedido.
“¿Que no nos dieron permiso de entrar a nuestra casa y nos saltamos la reja? Sí, lo hicimos y ¿qué pasa?”, se preguntaron, para después disculpar todos estos hechos con las siguientes palabras: “América es de todos sus hinchas, es del pueblo, es patrimonio de la ciudad y ahorita su dueño podrá ser el señor Tulio Gómez en un papel, pero él en Cascajal lleva siete meses, Torres igual, los jugadores un año o menos o, un poco más. Nosotros llevamos la vida entera yendo a la sede a visitar a nuestro equipo, crecimos allí, hemos reído y llorado allí, ahí hemos hecho fiestas, hemos jugado fútbol, hemos llevado a nuestros hijos y fuimos llevados por nuestros padres. Las puertas de la sede Cascajal deberían de estar abiertas siempre a las únicas personas de este mundo que siempre han sido incondicionales al gran América de Cali: sus hinchas”.
América se prepara para el segundo partido de los cuadrangulares ante Universitario de Popayán, que será el martes 1 de noviembre en el Pascual Guerrero. El cuadro escarlata, que descendió en 2011, busca regresar a primera división después de cinco años.
“Interrumpimos el entreno de América para recordarle a los directivos, cuerpo técnico y jugadores que América se respeta y tiene que ascender. ¿La Gloria o el Infierno? ustedes deciden”, escribió Barón Rojo Sur en Facebook. Integrantes de esta barra, que generalmente se ubica en el costado sur del Pascual Guerrero, hablaron con los futbolistas del equipo rojo que se encuentra disputando los cuadrangulares del torneo de ascenso.
“Nuestra barra fue a Cascajal a hablar con los jugadores, no hubo violencia ni amenazas”, explicaron en la red social, después de que se diera a conocer que violaron los protocolos de seguridad e ingresaron a la sede en la que se entrena el cuadro escarlata. “Cerca de 40 hinchas llegaron a la sede de Cascajal, lo hicieron por la fuerza y se ubicaron en las graderías de la sede, no hubo una posición hostil, solo querían ser escuchados y tanto Hernán Torres como los jugadores, los atendieron, dialogaron por cerca de 15 minutos. La hinchada expresó que quieren que se termine este suplicio luego de cinco años del equipo en la B, que les duele mucho”, precisó el gerente deportivo del América, Óscar Cortés.
El hecho sucedió el viernes en la mañana y se dio después del pálido inicio del cuadro rojo en los cuadrangulares ante el Deportes Quindío, equipo con el que perdieron 1-0. “Simplemente les pedimos el ascenso, les pedimos que nos saquen del Infierno de la B, que reciban la gloria y el honor de ser los que por fin le devuelvan la categoría al equipo”, escribieron para explicar lo sucedido.
“¿Que no nos dieron permiso de entrar a nuestra casa y nos saltamos la reja? Sí, lo hicimos y ¿qué pasa?”, se preguntaron, para después disculpar todos estos hechos con las siguientes palabras: “América es de todos sus hinchas, es del pueblo, es patrimonio de la ciudad y ahorita su dueño podrá ser el señor Tulio Gómez en un papel, pero él en Cascajal lleva siete meses, Torres igual, los jugadores un año o menos o, un poco más. Nosotros llevamos la vida entera yendo a la sede a visitar a nuestro equipo, crecimos allí, hemos reído y llorado allí, ahí hemos hecho fiestas, hemos jugado fútbol, hemos llevado a nuestros hijos y fuimos llevados por nuestros padres. Las puertas de la sede Cascajal deberían de estar abiertas siempre a las únicas personas de este mundo que siempre han sido incondicionales al gran América de Cali: sus hinchas”.
América se prepara para el segundo partido de los cuadrangulares ante Universitario de Popayán, que será el martes 1 de noviembre en el Pascual Guerrero. El cuadro escarlata, que descendió en 2011, busca regresar a primera división después de cinco años.