Arquerazo y goleador le dan la ventaja al Junior en la final de la Liga BetPlay

El estadio Metropolitano de Barranquilla volvió a ser una caldera y el Atlético Junior un equipo que juega al ritmo de su afición. Con un calor asfixiante, pero sobre todo respaldado por cerca de 50 mil personas, el equipo tiburón jugó 30 minutos de ensueño y le ganaba 2-0 al Independiente Medellín, en el juego de ida de la final de la Liga BetPlay. Después reaccionó el rojo de Antioquia y vendió cara la derrota. El juego finalizó 3-2 y la serie, que se define el miércoles en el Atanasio Girardot, quedó abierta.

Vea también: Junior venció a Medellín en la primera final de la Liga BetPlay

Como los caballos de carreras, que ganan llegando desde atrás en la recta final, el Junior confirmó su gran momento en las finales y de entrada le pasó por encima a un Medellín que se notó incómodo en la cancha y sin el ímpetu y la jerarquía que le permitió eliminar en el cuadrangular semifinal a Millonarios, Nacional y América.

Apenas 15 minutos bastaron para que el equipo que dirige Arturo Reyes lograra dos goles de ventaja. Muy temprano, Carlos Bacca eludió a cuatro rivales dentro del área y con un remate a un costado dejó sin opciones al arquero Andrés Mosquera Marmalejo. Y después, en una gran acción colectiva entre Déiver Caicedo, Luis ‘Cariaco’ González y Gabriel Fuentes, le permitió a José Enamorado anotar el segundo.

Todo era fiesta en el Metropolitano y Medellín parecía al borde del nocaut, que le perdonó Caicedo en una acción en un contragolpe que definió mal y que habría significado el 3-0. Pero justo después de eso, el equipo que dirige el uruguayo Alfredo Arias mostró las razones por las que ha sido el mejor del semestre y poco a poco reaccionó, hasta que logró el descuento por intermedio de José Ortiz, quien desvió un remata de Yairo Moreno y descolocó al arquero juniorista Santiago Mele.

Vea también: El golazo de Luis Fernando Muriel para el triunfo de Atalanta sobre Milan

El segundo tiempo fue todo del visitante, que se apoderó de la pelota y puso las condiciones. Tuvo cómo empatar en dos acciones de Diego Moreno y una más de Yairo Moreno, todas salvadas por el Mele.

Y cuando peor jugaba Junior y se veían sometido por su rival, Léider Berrío les ganó en velocidad a los defensas y tiró un centro al área chica, en donde Carlos Bacca le ganó de cuerpo a Joaquín Varela y de media vuelta decretó el tercero para los locales. El delantero de Puerto Colombia llegó a 18 goles en el torneo y se consolidó como el máximo artillero. Lleva nueve anotaciones en los últimos seis partidos.

El Medellín sintió el golpe y tardó en reaccionar. El 3-1 era un resultado demasiado amplio para lo visto en la cancha. Y cuando parecía que Junior se irían con una ventaja importante para el juego de vuelta, llegó el 3-1 final, el tanto de Diego Moreno, tras un doble cabezazo en el área.

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Quedó abierta la llave, pero sigue siendo Medellín levemente favorito, especialmente porque mostró jerarquía para levantarse en la adversidad y buenas variantes desde el banquillo, mientras que Junior confirmó que tiene individualidades para desequilibrar.

La victoria le permite a Junior viajar a la capital de la montaña con la ilusión de colgar en su escudo la décima estrella, tras las que conquistó en 1977, 1980, 1993, 1995, 2004-II, 2010-I, 2011-II, 2018-II, 2019-I. Pero la corta desventaja y el hecho de jugar ante su afición, también pone a los poderosos a soñar con la séptima, tras las que ganó en 1955, 1957, 2002-II, 2004-I, 2009-II, 2016-I.

🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador

El estadio Metropolitano de Barranquilla volvió a ser una caldera y el Atlético Junior un equipo que juega al ritmo de su afición. Con un calor asfixiante, pero sobre todo respaldado por cerca de 50 mil personas, el equipo tiburón jugó 30 minutos de ensueño y le ganaba 2-0 al Independiente Medellín, en el juego de ida de la final de la Liga BetPlay. Después reaccionó el rojo de Antioquia y vendió cara la derrota. El juego finalizó 3-2 y la serie, que se define el miércoles en el Atanasio Girardot, quedó abierta.

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Como los caballos de carreras, que ganan llegando desde atrás en la recta final, el Junior confirmó su gran momento en las finales y de entrada le pasó por encima a un Medellín que se notó incómodo en la cancha y sin el ímpetu y la jerarquía que le permitió eliminar en el cuadrangular semifinal a Millonarios, Nacional y América.

Apenas 15 minutos bastaron para que el equipo que dirige Arturo Reyes lograra dos goles de ventaja. Muy temprano, Carlos Bacca eludió a cuatro rivales dentro del área y con un remate a un costado dejó sin opciones al arquero Andrés Mosquera Marmalejo. Y después, en una gran acción colectiva entre Déiver Caicedo, Luis ‘Cariaco’ González y Gabriel Fuentes, le permitió a José Enamorado anotar el segundo.

Todo era fiesta en el Metropolitano y Medellín parecía al borde del nocaut, que le perdonó Caicedo en una acción en un contragolpe que definió mal y que habría significado el 3-0. Pero justo después de eso, el equipo que dirige el uruguayo Alfredo Arias mostró las razones por las que ha sido el mejor del semestre y poco a poco reaccionó, hasta que logró el descuento por intermedio de José Ortiz, quien desvió un remata de Yairo Moreno y descolocó al arquero juniorista Santiago Mele.

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Y cuando peor jugaba Junior y se veían sometido por su rival, Léider Berrío les ganó en velocidad a los defensas y tiró un centro al área chica, en donde Carlos Bacca le ganó de cuerpo a Joaquín Varela y de media vuelta decretó el tercero para los locales. El delantero de Puerto Colombia llegó a 18 goles en el torneo y se consolidó como el máximo artillero. Lleva nueve anotaciones en los últimos seis partidos.

El Medellín sintió el golpe y tardó en reaccionar. El 3-1 era un resultado demasiado amplio para lo visto en la cancha. Y cuando parecía que Junior se irían con una ventaja importante para el juego de vuelta, llegó el 3-1 final, el tanto de Diego Moreno, tras un doble cabezazo en el área.

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Quedó abierta la llave, pero sigue siendo Medellín levemente favorito, especialmente porque mostró jerarquía para levantarse en la adversidad y buenas variantes desde el banquillo, mientras que Junior confirmó que tiene individualidades para desequilibrar.

La victoria le permite a Junior viajar a la capital de la montaña con la ilusión de colgar en su escudo la décima estrella, tras las que conquistó en 1977, 1980, 1993, 1995, 2004-II, 2010-I, 2011-II, 2018-II, 2019-I. Pero la corta desventaja y el hecho de jugar ante su afición, también pone a los poderosos a soñar con la séptima, tras las que ganó en 1955, 1957, 2002-II, 2004-I, 2009-II, 2016-I.

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