Junior, ejemplo para un FPC que empezó con poco ruido
El cuadro tiburón sacó la ventaja en la ida de la Superliga frente a Millonarios el pasado jueves y esta tarde enfrenta a Bucaramanga para empezar la defensa de un título que esperan conseguir para, además, poder festejar con una estrella su centenario en agosto de este año.
Andrés Osorio Guillott
Muchas de las historias que Gabriel García Márquez escribió y que los críticos se empeñaron en llamar como realismo mágico se basaron en la cotidianidad del Caribe colombiano. Muchas veces el nobel de literatura insistió en ello. Y como un relato garciamarquiano se vio el estadio Metropolitano de Barranquilla el pasado jueves para el partido de ida de la Superliga entre Junior y Millonarios. De la parte alta del estadio caía una espuma que simulaba la nieve. Y los hinchas se arropaban con las banderas, otros tiritaban de frío y otros se daban calor frotándose los brazos. Quién lo iba a creer. En la capital del Atlántico estaba haciendo frío. Y todo como respuesta a la crítica del periodista Juan Felipe Cadavid el semestre pasado, que dijo que primero iba a nevar en Barranquilla y luego sí el Junior iba a ser campeón. Como dirían por ahí, la lengua es el azote del...
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Muchas de las historias que Gabriel García Márquez escribió y que los críticos se empeñaron en llamar como realismo mágico se basaron en la cotidianidad del Caribe colombiano. Muchas veces el nobel de literatura insistió en ello. Y como un relato garciamarquiano se vio el estadio Metropolitano de Barranquilla el pasado jueves para el partido de ida de la Superliga entre Junior y Millonarios. De la parte alta del estadio caía una espuma que simulaba la nieve. Y los hinchas se arropaban con las banderas, otros tiritaban de frío y otros se daban calor frotándose los brazos. Quién lo iba a creer. En la capital del Atlántico estaba haciendo frío. Y todo como respuesta a la crítica del periodista Juan Felipe Cadavid el semestre pasado, que dijo que primero iba a nevar en Barranquilla y luego sí el Junior iba a ser campeón. Como dirían por ahí, la lengua es el azote del...
Aunque en el marcador Junior apenas le ganó a Millonarios por un gol de Carlos Bacca, derivado de un penalti que generó polémica, en la cancha sí se vio la diferencia de nóminas. Los Char una vez más se metieron la mano al dril, sacaron unos cuantos fajos y dijeron: “Ahí tienen”. Y tras haber salido campeones cuando nadie los daba como los favoritos apenas unas semanas antes de la final, los dueños del cuadro barranquillero volvieron a demostrar en qué consiste la época de fichajes y en qué consiste mantener a un equipo campeón. Lo que está bien, se deja bien, y eso lo saben hacer los Char.
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Los Char son dueños de un banco, de cadenas de supermercados, forman parte de la política nacional y además tienen al Junior. Podríamos decir que solo les falta tener varios medios de comunicación como para cumplir con el prototipo del gran empresario contemporáneo. Y aunque viven de sus negocios, no confunden esto con el manejo del equipo. Esto es clave. Sir Alex Fergusson escribió en su libro Liderazgo que “los propietarios han de entender que el fútbol no es como el negocio que dirigen y en el que han tenido éxito. Los clubes no son cadenas de supermercados, bancos o mayoristas de productos electrónicos. El fútbol es un entretenimiento en directo que se ofrece a una escala sin parangón. No se pueden conseguir victorias con la fiabilidad con la que se fabrican teléfonos o cuchillas de afeitar, porque todo depende del rendimiento de los futbolistas y de la influencia aleatoria de la emoción, la suerte y las lesiones. Los propietarios tienen que ser realistas (...) los propietarios han de mostrar sensatez”.
Los directivos mantuvieron la base del equipo que ganó la décima estrella en el diciembre reciente y, con base en eso, valga la redundancia, trajeron nombres de peso para volver a pelear la Liga y para competir con altura en la Copa Libertadores.
Salieron Freddy Hinestroza, Andrey Estupiñán, Nilsson Castrillón y Carlos Sierra, pero se quedaron jugadores claves como Santiago Mele, Gabriel Fuentes, Didier Moreno, José Enamorado y Carlos Bacca. Y con ellos siendo parte de la columna vertebral, se sumaron Yimmi Chará, Marco Pérez, Víctor Castillo, Brayan Castrillón, Roberto Hinojosa y Fabián Cantillo. Hay carne de sobra para poner en el asador.
Mientras que Millonarios terminó jugando con dos laterales izquierdos por esa banda para evitar otro gol de Junior y darse por bien servido con un 1-0 para el juego de vuelta por la Superliga el próximo miércoles, Junior, con algunas falencias tácticas que arrastra del semestre pasado, no se despeinó más de la cuenta y mientras seguía nevando en las gradas del Metropolitano, en la cancha se veía un equipo fresco, con hombres que podían mantener el equilibrio del equipo. Mientras en la cancha estaban Déiber Caicedo, Víctor Cantillo, Yimmi Chará y Carlos Bacca, en la banca había nombres como Edwin Herrera, Hómer Martínez, Marco Pérez (goleador del año pasado en la Liga en el primer semestre) y Vladimir Hernández. De un lado y del otro hay un equipo consolidado, y este quizá es el ejemplo de que Junior le da al fútbol colombiano en este comienzo del semestre, por no decir que lo ha venido haciendo en los últimos años, pues no hay temporada en la que no sorprendan con una gran incorporación, así como pasó en 2023, que aunque no salió bien, habían logrado repatriar a un jugador de la talla de Juan Fernando Quintero.
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Y es que antes de hablar de las generalidades de la Liga para el campeonato que arrancó el viernes, hay que decir que en Barranquilla el ambiente está mejor que nunca alrededor del Junior, pues además de haber adelantado el Carnaval con la décima estrella, la ciudad ya empieza a pensar en las actividades que se realizarán en el marco de los 100 años que cumplirá el cuadro tiburón, el 7 de agosto. Y qué curioso, fue una mujer quien en esa época le dio vida al club rojiblanco: Micaela Lavalle de Mejía.
Joan Nieto Bolívar, quien está a cargo del Museo Rojiblanco, le comentó a El Espectador que aunque el cronograma de actividades está frío todavía, ya desde el museo hay algunas cosas pensadas y se espera que se logre algo en conjunto con las directivas del Junior. “De parte del museo, estamos trabajando fuertemente en todas las investigaciones, sacando datos curiosos, mitos, tratando de culturizar lo más que se pueda a toda la hinchada en el año del centenario. Para agosto y en el transcurso del semestre sí vamos a estar haciendo algunos eventos. Para carnavales, con una compañía chilena de turismo deportivo, vamos a hacer una pequeña muestra en un centro comercial reconocido de la ciudad. Una pequeña exhibición de piezas históricas. Para agosto tenemos pensado algo grande, una especie de recorrido histórico por los lugares donde nació el equipo, donde transcurrieron los primeros años. Por el momento, eso es lo que tenemos pensado. También hay una pequeña posibilidad de hacer algo con el club, pero no hay nada confirmado”, afirmó Nieto.
Del ejemplo de Junior a las dudas y expectativas en el FPC
“Que no se le noten las orejas al burro”, dice el dicho. Cada tanto los que aún romantizamos el fútbol nos chocamos con la realidad. Es una terquedad insana, pero casos como el de Alianza Petrolera resultan ir en contravía de la cultura del fútbol, esa de la que nos ufanamos, pero de la que tanto nos falta. El equipo pasó a llamarse Alianza FC, y toda la hinchada que había logrado crear en Barrancabermeja quedará en el limbo por el cambio de nombre y de sede. “Nuestra empresa debe tomar otro rumbo, porque suena con ser histórica y para ello necesita un gran sostén y un gran aliado”, publicó Alianza Petrolera en el comunicado que anunciaba el cambio que celebraron los valduparenses y lamentaron los barranqueños.
América, del cielo al infierno
Si hablamos de los diablos rojos no estaría mal decir que fueron del cielo al infierno. Hasta hace una semana Lucas González seguía dirigiendo al equipo, pero el lunes se supo su salida por aparentes diferencias con los dueños de la institución. La noticia se conoció casi al tiempo del rechazo de Arturo Vidal de jugar en el rojo de Cali. Aunque hubo esfuerzos para traerlo, al final el chileno no se decantó por esta oferta y la desilusión de contar con un jugador de élite parecía apoderarse de la hinchada escarlata, pero esa se disipó con el rumor de que Ricardo Gareca llegaría a dirigir al plantel. Pronto ese rumor también se cayó y, al momento de escribir esta nota, América seguía en el limbo. Se les fueron Juan C. Portilla y Carlos Darwin Quintero, pero sigue contando con Luis Paz, Edwin Cardona y Adrián Ramos.
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Millonarios, más de lo mismo
El semestre pasado Millonarios no presentó incorporaciones porque supuestamente todos los esfuerzos estarían encaminados a conformar una nómina competitiva para la Copa Libertadores de 2024. Ya era suficientemente bueno lo de los azules el año pasado como para ser cierto. Y el punto es que este semestre volvió el malestar de años anteriores de la hinchada por ver a un equipo corto en nómina, que tiene nombres para pelear la Liga, pero no para saldar una deuda a nivel internacional. Aunque son buenas incorporaciones las de Delvin Alfonso, Danovis Banguero, Diego Novoa y Santiago Giordana, parece no ser suficiente lo que armó Alberto Gamero para este semestre, incluso algo de eso se vio el jueves en la derrota por la Superliga.
Nacional, ni fu ni fa
La institución verdolaga, así como Junior, nos tiene acostumbrados a romper el mercado de pases. Y no faltó a esa tradición. Desde España trajeron a Bernardo Espinosa, que aunque es colombiano, nunca había jugado en nuestra Liga, y toda su trayectoria en Europa sin duda le da peso al equipo. Junto al volante llegaron Joan Castro, Edwin Torres, Carlos Sierra y Daniel Mantilla. La base del equipo casi que se mantuvo. Quizá la salida más notoria es la de Kevin Mier. No ha habido mucho ruido alrededor de Nacional. Quizá son más las expectativas que las dudas, pero lo cierto es que del plantel dirigido por John Jairo Bodmer se espera una regularidad que el año pasado no hubo, y de la institución en general un cambio para revertir los problemas que se presentaron en 2023 tanto en lo deportivo como con la hinchada.
Medellín, a consolidar su proyecto
El poderoso de la montaña quiere la revancha. Ya son dos navidades en las que no se le ha dado la estrella. El subcampeón de Colombia, que tuvo salidas sensibles, espera volver a tener una nómina competitiva con jugadores que no hagan sentir la partida de Andrés Ricaurte, Joaquín Varela, Andrés Mosquera, Daniel Torres y Luciano Pons. Kenner Valencia, Pablo Lima, Jhon Vásquez, Baldomero Perlaza, Eder Chaux y José Aja son los refuerzos de Medellín para seguir consolidando la idea de juego de Alfredo Arias y poder pelear nuevamente por la estrella.
Santa Fe, a rugir de nuevo
Aunque la hinchada sigue siendo escéptica y muestra sus diferencias con Eduardo Méndez, el presidente, para este semestre hay ilusión por la renovación de la plantilla. Hay alegría por el regreso de un ídolo. Daniel Torres, que supo brillar también en Medellín, volvió al cuadro cardenal, seguramente para culminar su carrera en el equipo de sus amores. Junto al volante llegaron también Frank Castañeda, Juan Pablo Zuluaga, Andrés Mosquera Marmolejo, Elvis Perlaza, Marcelo Ortiz, José Érik Correa, Juan Cruz Esquivel, Francisco Chaverra, Daniel Moreno y Santiago Cuero. Es una renovación total la que hizo el equipo, y se espera que el técnico Pablo Peirano pueda demostrar que tiene las facultades necesarias para devolverle el color y la garra a un Santa Fe que hace rato dejó de ser protagonista.
Once Caldas, a alejarse del descenso
Once Caldas empezará en la casilla 15 de la tabla del descenso. El blanco-blanco de Manizales lleva cinco años sin clasificar a cuadrangulares. El estadio es un reflejo de los últimos años del equipo: graderías vacías, falta de apoyo y una lluvia incesante de críticas por el mal manejo que se le ha dado al equipo. Hernán Darío Herrera comandará al Once esta temporada. Yónatan Murillo, Mauricio Castaño, James Aguirre, Daniel Quiñones, Iván Rojas, Juan Pablo Partiño, Ezequiel Gastón, Gustavo Torres, Róger Torres y Mateo García fueron las incorporaciones para esta temporada. Dayro Moreno, que seguramente se convertirá en unas semanas en el goleador histórico del fútbol colombiano (registra 217 tantos y está a siete de Sergio Galván Rey), seguirá liderando el ataque.
El caso del Cali es el más preocupante
Este temporada será clave para el club azucarero, que arrancará en la casilla 17 de la tabla del descenso, muy cerca de Jaguares, Fortaleza y Patriotas (estos dos últimos son los recién ascendidos). Joaquín Papaleo, Kelvin Osorio, Lautaro Villegas, Javier Reina, Jarlan Barrera, Fabián Ángel, Francisco Meza, Andrey Estupiñán, Álex Mejía y Jonathan Marulanda son los refuerzos de un equipo que tendrá que jugar con la presión de sumar para no padecer la misma tragedia del vecino que estuvo en la B hace unos años. El técnico Jaime de la Pava sigue al frente del plantel verdiblanco, al menos por ahora, en medio de rumores de división entre los directivos, un mal que ha aquejado históricamente al único club con estadio propio en el país, que hace rato perdió el buen rumbo y criterio con el que lo manejaban antes.
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