Alejandro Restrepo, un joven bien preparado

No hay una cancha de fútbol en Medellín por la que no haya pasado Alejandro Restrepo. De hecho, ha jugado o dirigido en la mayoría de los estadios del departamento de Antioquia.

No hay una cancha de fútbol en Medellín por la que no haya pasado Alejandro Restrepo. De hecho, ha jugado o dirigido en la mayoría de los estadios del departamento de Antioquia.

Ahora, con apenas 39 años, es el flamante técnico del Atlético Nacional, superlíder de la Liga BetPlay. Bajo sus órdenes, el conjunto paisa ha realizado el mejor arranque desde que se juegan torneos cortos en Colombia, con nueve victorias y dos empates, para un rendimiento del 87,8 %.

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Con su trabajo ha despejado las dudas que generó su llegada. Acostumbrados a tener entrenadores con largas hojas de vida y trayectorias exitosas, los hinchas verdolagas asumieron su nombramiento con incredulidad. Pero quienes en realidad lo conocen sabían que no desaprovecharía la oportunidad para triunfar.

Alejandro creció admirando al Nacional que dirigían Francisco Maturana y Hernán Darío Bolillo Gómez a finales de los años 80 y comienzos de los 90. Soñaba con ser futbolista y jugó en varios equipos del municipio de Bello hasta que llegó al Club Deportivo Estudiantil.

Entendía tan bien el fútbol que se dio cuenta de que su futuro estaba en la dirección técnica, influenciado, entre otros, por Jesús Ramírez, Francisco González, Nevardo Graciano, Víctor Girón y José Bolívar. Ellos fueron sus primeros maestros, pero no los únicos, porque desde muy joven se interesó por leer cuanto libro salía sobre entrenamiento deportivo. Conoció así los detalles de la filosofía y el estilo de sir Alex Ferguson, Marcelo Bielsa y Pep Guardiola.

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En el Club Estudiantil comenzó su carrera en el banquillo, por allá en el Pony Fútbol de 2004. De ahí pasó a las selecciones de Antioquia, con las que ganó títulos nacionales en todas las categorías y participó en la formación de varios de los futbolistas que ahora triunfan en Europa.

Combinó la práctica con la teoría, porque estudió la licenciatura en Educación Física, en la Universidad de Antioquia, y luego hizo el curso de entrenador y analista de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (ATFA).

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Tranquilo, respetuoso y de buen trato, a su conocimiento de táctica y estrategia le integró el buen manejo de grupo y las relaciones interpersonales. Fue parte el cuerpo técnico de una selección colombiana sub-17 y luego se vinculó a las divisiones menores de Atlético Nacional, en enero de 2019.

Entonces fue cuando entendió que realmente podría llegar muy lejos, pero se propuso hacerlo sin pasar por encima de nadie ni acelerar el proceso. Más bien tímido, se dedicó a hacer su trabajo, para que hablara por él.

Y los técnicos del primer equipo siempre la valoraron. Desde el brasileño Paulo Autuori, quien estaba cuando llegó, hasta Alexandre Guimaraes, quien estuvo el semestre pasado, pasando por Juan Carlos Osorio en su segunda etapa como verdolaga.

A los tres los reemplazó por petición de la directiva, que en junio pasado finalmente se la jugó por él. A pesar de su capacidad, había dudas. No es lo mismo manejar futbolistas jóvenes que figuras, así sean del ámbito local.

Pero Restrepo las está despejando. Con conceptos claros y concretos, les demostró a sus dirigidos que sabía, más allá de que su idea futbolística todavía esté en etapa de implementación.

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“Soy un tipo tranquilo, de buen trato con todo mundo. Tengo pocos amigos, pero sinceros”, asegura Restrepo, quien ahora, más que de fútbol, lee sobre temas de crecimiento personal y liderazgo. Asume que apenas está comenzando a andar su camino en el fútbol profesional y confía en llegar a dirigir en un mundial.

Sobre el Nacional de este semestre, ese que de a poco se está convirtiendo en su Nacional, explica: “Estamos pasando por un buen momento, pero conocemos el reglamento y el sistema del campeonato. Apenas vamos en la fase de todos contra todos y la prioridad es sumar puntos para clasificar, pero el verdadero torneo arranca después. Hemos jugado muchos partidos en poco tiempo y no hay espacio para trabajar y consolidar la idea como queremos, para evaluar mejor virtudes y capacidades del plantel y a partir de eso implementar un modelo que de todas maneras sea flexible”.

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Por eso no se duerme en los laureles, se prepara afrontar las crisis que vengan y minimizar sus consecuencias. Sabe que, como dicen los pocos que no creen en él, todavía no ha ganado nada, pero espera hacerlo en la Liga o en la Copa BetPlay, en la que jugará la semifinal frente al Cali.