Atlético Nacional gana el premio Guillermo Cano al juego limpio y es el equipo del año
El equipo verdolaga, campeón de la Copa Libertadores y de la Copa Águila y finalista de la Sudamericana, recibió las distinciones en la ceremonia del Deportista del Año de El Espectador y Movistar 2016.
Redacción deportiva
Atlético Nacional demostró este año, una vez más, que es un ejemplo de institución deportiva. Peleó todos los torneos que disputó y se consagró en los más importantes. Tras 27 años, se volvió a coronar como campeón del certamen más importante del continente, la Copa Libertadores de América.
El club verdolaga, con un trabajo serio desde lo dirigencial, logró tener una nómina de lujo y bajo la guía de un excelente técnico como lo es Reinaldo Rueda, también ganó recientemente la Copa Águila y llegó a la final de la Copa Sudamericana, la que no pudo disputar debido a la lamentable tragedia que sufrió el equipo brasilero Chapecoense.
Los dirigidos por Rueda debutaron este miércoles en la mañana en el Mundial de Clubes Japón 2016 con derrota frente al Kashima. Además, llegaron a la semifinal de la vigente Liga Águila, instancia en la que jugaron con el equipo juvenil y quedaron eliminados a manos de Independiente Santa Fe. Destacada campaña del elenco antioqueño.
Nacional, que estas semanas ha vivido días de luto por el accidente aéreo que sufrió el equipo que sería su rival en la final de la Copa Sudamericana, Chapecoense, además de ganar el premio Equipo del Año, fue merecedor del galardón Juego Limpio Guillermo Cano por su adecuado comportamiento ante la magnitud de la tragedia.
Un homenaje memorable y el gesto de pedirle a la Conmebol que le entregara el título de la Copa a Chapecoense, lo que terminó sucediendo, despiertan la admiración del mundo del fútbol hacia un club que resignó sus deseos naturales de un nuevo trofeo entendiendo que el aspecto humano es lo primordial y que la vida está por encima de cualquier grito de “campeón”.
Son los campeones de los proyectos serios, de una gestión dirigencial correcta, que luego repercute en excelentes resultados deportivos. Juan Carlos de la Cuesta, presidente, y Víctor Marulanda, gerente, son las cabezas de un equipo viable en todos los sentidos, que le da la importancia que merece a las divisiones menores, que le da alegrías a sus hinchas constantemente y que tiene una forma de proceder que no se traiciona.
Atlético Nacional demostró este año, una vez más, que es un ejemplo de institución deportiva. Peleó todos los torneos que disputó y se consagró en los más importantes. Tras 27 años, se volvió a coronar como campeón del certamen más importante del continente, la Copa Libertadores de América.
El club verdolaga, con un trabajo serio desde lo dirigencial, logró tener una nómina de lujo y bajo la guía de un excelente técnico como lo es Reinaldo Rueda, también ganó recientemente la Copa Águila y llegó a la final de la Copa Sudamericana, la que no pudo disputar debido a la lamentable tragedia que sufrió el equipo brasilero Chapecoense.
Los dirigidos por Rueda debutaron este miércoles en la mañana en el Mundial de Clubes Japón 2016 con derrota frente al Kashima. Además, llegaron a la semifinal de la vigente Liga Águila, instancia en la que jugaron con el equipo juvenil y quedaron eliminados a manos de Independiente Santa Fe. Destacada campaña del elenco antioqueño.
Nacional, que estas semanas ha vivido días de luto por el accidente aéreo que sufrió el equipo que sería su rival en la final de la Copa Sudamericana, Chapecoense, además de ganar el premio Equipo del Año, fue merecedor del galardón Juego Limpio Guillermo Cano por su adecuado comportamiento ante la magnitud de la tragedia.
Un homenaje memorable y el gesto de pedirle a la Conmebol que le entregara el título de la Copa a Chapecoense, lo que terminó sucediendo, despiertan la admiración del mundo del fútbol hacia un club que resignó sus deseos naturales de un nuevo trofeo entendiendo que el aspecto humano es lo primordial y que la vida está por encima de cualquier grito de “campeón”.
Son los campeones de los proyectos serios, de una gestión dirigencial correcta, que luego repercute en excelentes resultados deportivos. Juan Carlos de la Cuesta, presidente, y Víctor Marulanda, gerente, son las cabezas de un equipo viable en todos los sentidos, que le da la importancia que merece a las divisiones menores, que le da alegrías a sus hinchas constantemente y que tiene una forma de proceder que no se traiciona.