"En Colombia deberían imitar a Nacional": Reinaldo Rueda
El técnico vallecaucano, de 59 años, fue nominado esta semana por la revista “France Football” como el mejor DT del mundo. En diálogo con El Espectador, explica lo que significa para él ese reconocimiento y avisa que su gran meta es el Mundial de Clubes, en Japón.
Luis Guillermo Montenegro Silva
La sencillez de Reinaldo Rueda llama la atención. Por más de que sea el mejor técnico colombiano del momento, campeón vigente de la Copa Libertadores de América y con la opción de ganar la Copa Sudamericana, la Copa Águila, la Liga Águila II y el Mundial de Clubes de la FIFA con Atlético Nacional, antes de terminar el año, no cambia su manera de ser. Y eso lo aprendió en Alemania, en donde se formó como DT. Allá se dio cuenta de que en un club es tan importante el presidente como el utilero, más allá de su jerarquía. Y que afuera de los clubes y de los estadios, todos son iguales. En diálogo con El Espectador, el vallecaucano de 59 años se refirió a su experiencia con el cuadro verdolaga (que hoy recibe a Patriotas 5:10 p.m., por RCN), a su nominación al mejor técnico del año y al presente de un jugador que le está siendo clave, Miguel Ángel Borja.
¿Cuál ha sido el momento más feliz de su vida?
El nacimiento de cada uno de mis tres hijos. Alejandra, Carolina y Juan David. Eso no se compara con nada de lo que he logrado como profesional.
¿Y el más difícil?
La muerte de mi padre. No había tenido esa experiencia de ver partir a alguien cercano y es algo muy duro. A él le agradezco todo lo que soy, intentaré aportarles a mis hijos todo lo que él me supo dar a mí.
¿Cómo se describiría?
Como una persona tranquila, trabajadora y familiar.
En la raya se ve como un hombre tranquilo, pero estricto. ¿Así es en su casa?
Sí, muy parecido. Trato de ser muy analítico y reflexivo con cada situación que se presenta.
¿Cómo es su relación con sus hijos?
La situación de la profesión me ha enseñado a disfrutarlos. El tiempo que comparto con ellos no es mucho, pero sí muy provechoso. Mantengo un equilibrio, marcándoles pautas, pero dándoles gusto. Todo lo que pienso que sea para el bien de ellos, lo hago.
¿Cuál ha sido el técnico que más ha admirado?
Una persona que significa mucho para mi carrera desde mis inicios es Carlos Alberto Parreira.
¿Cuál jugador lo ha marcado a lo largo de su vida como DT?
Son muchos jugadores, pero para mí, por la relación y el afecto que le tengo desde que lo conocí cuando tenía 14 años, Mario Alberto Yepes. Vi todo su proceso y me alegra ver todo lo que logró. Él aprendió de mí y yo de él.
¿Todo lo que ha vivido con Nacional lo ha sorprendió, o lo había visualizado de esta manera?
Cuando tomamos la decisión de volver a dirigir a Colombia, sabíamos que Atlético Nacional era un equipo ideal para hacerlo porque veníamos a reemplazar a Juan Carlos Osorio, quien había dejado una estructura importante y la nómina de jugadores era de gran calidad. Pero hemos superado las expectativas, porque no era fácil, había mucho escepticismo y en el primer semestre no nos fue bien, hubo crisis de entrada y no sabíamos cómo iba a reaccionar el grupo. Pero ha sido algo extraordinario, nos hemos ganado la credibilidad y la confianza de todos.
¿Qué tiene Nacional de especial? ¿Por qué ha llegado a ser el mejor de Colombia, de América y podría ser del mundo, si gana el Mundial de clubes?
Desde que la Organización Ardila Lülle compró Atlético Nacional, este equipo se comenzó a manejar como una empresa grande, se empezó a formar una infraestructura muy sólida y creo que todo lo que se está cosechando ahora es producto de lo que se viene sembrando desde hace un tiempo. Acá en Colombia creen que a Nacional la plata le sobra y que hay hasta para tirar al cielo, pero no, realmente todo se rige a un presupuesto. Por ejemplo, en el primer semestre que dirigí, quedamos fuera de la Copa Águila y por no haber pasado a la final, dejamos de percibir dos taquillas que significaban una cifra grande. En ese momento me avisaron que por no haber avanzado en esa Copa, el presupuesto bajaría para el semestre siguiente. Y ese es sólo un ejemplo. Acá están trabajando personas de mucha calidad y todo lo que se gana es gracias al trabajo de todos.
¿Se imagina una liga colombiana con varios equipos manejados como Nacional?
Sería espectacular. En Colombia deberían imitar a Nacional. Así como acá siguen los parámetros de un equipo como el Pachuca de México y de otros clubes grandes de Latinoamérica, los clubes del fútbol colombiano deberían copiar el modelo nuestro. El control de calidad de la Organización Ardila Lülle es impresionante. Es que muchos no han entendido que esto es un deporte, pero hay que tener detrás un modelo de negocio. Hay que hacer una infraestructura que garantice espectáculo, darles todos a los jugadores para que sólo se tengan que preocupar por jugar. No es cuestión de dinero, sino de organización.
¿La Liga de Colombia es pareja por lo bajo o ve un alto nivel?
La Liga colombiana es muy dura. Los entrenadores colombianos trabajamos muy bien. Muchos logran armar conjuntos muy bravos con jugadores con mucho talento, pero sin experiencia. Creo que el nivel de acá es tan alto, que en los últimos años los equipos colombianos se han destacado a nivel internacional. Actualmente los dos campeones continentales son colombianos: Santa Fe y Nacional.
¿Qué tan diferente es el Reinaldo que llegó a Nacional hace un año, al de hoy, que ha ganado tres títulos?
La verdad es que he aprendido mucho acá. Llevaba 13 años sin dirigir clubes en Colombia y nunca había tenido la oportunidad de estar al frente de un equipo que disputara varios torneos al tiempo y tuviera la obligación de ganarlo todo. He aprendido sobre todo de la parte organizacional y de este modelo que utiliza Atlético Nacional. Siento que he crecido como persona y como profesional.
Tiene la opción de ganar la Copa Águila, Liga Águila, Copa Sudamericana y el Mundial de Clubes… ¿se queda con alguno en especial o va por todo?
Para mí la ilusión grande es el Mundial de Clubes de la FIFA. Todos los jugadores están mejorando pensando en eso. Queremos hacer un buen torneo, ganar el primer juego y avanzar a la gran final. El desafío y la meta son grandes, sobre todo porque estamos en una encrucijada porque el calendario atenta contra la planificación del Mundial. La Copa y la Liga Águila son intensas y los viajes por la Sudamericana desgastan mucho.
¿Cómo recibió la noticia de la nominación a ser el mejor DT del año?
Ha sido algo muy especial. Lo veo como una nominación importante, pero la asumo en el nombre del entrenador colombiano, los que he formado y los que se han formado conmigo. Esta nominación es a Reinaldo Rueda, pero es gracias a un trabajo de los directivos de Nacional y de los jugadores, quienes son los que hacen las cosas en la cancha. Para Europa, Suramérica es la mira futbolística porque están las grandes figuras del mundo como Messi, Neymar, Luis Suárez, James o Alexis Sánchez. Europa se nutre de nuestro talento humano y por eso para ellos el ser campeones de la Copa Libertadores de América tiene un significado tan grande. Me han felicitado colegas de Europa y eso es muy especial para mí.
Por ser votación, ¿cree que será difícil competir contra los europeos que son los que más exposición tienen, como Zidane, Luis Enrique o Guardiola?
Sí, será difícil. Los técnicos europeos tienen una imagen y eso marca una gran diferencia. En Europa el fútbol nuestro no llena porque lo ven diferente y han crecido viendo otra cosa. Aunque nos respetan, ven individualidades, mas no conjuntos. Piensan que no somos verticales ni contundentes.
¿Qué prefiere: ser DT de club o de selección?
El estatus de seleccionador nacional es único, es una dignidad, algo de mucho orgullo. He tenido las dos experiencias y creo que se respeta más a un seleccionador por la posibilidad de ir a un Mundial. Además, el trabajo puede ser de mayor calidad por el tiempo y el espacio que hay para trabajar cada partido. Acá hay partidos muy seguidos, tres torneos simultáneos, algo muy agotador y desgastante. Si para los jugadores es duro, para uno que carga con el estrés y la tensión, es peor.
A propósito de selección, ¿cómo analiza el momento de la eliminatoria suramericana?
Muy equilibrada, muy pareja. Por fortuna Colombia se está posicionando. Mejoró mucho con relación al inicio. Llegó sangre nueva, estamos ahí, en la pelea y creo que se va por el camino indiciado. Esto es muy cerrado y todo se definirá al final, pero hay grandes jugadores para ir al Mundial.
¿Ve a Miguel Borja como la solución de gol de la selección?
Miguel Ángel es un jugador que ha hecho todos los procesos de selección de Colombia. No es nada nuevo para él. Estuvo en la sub 17, sub 20, sub 23 y tiene todo para llegar a la de mayores. Se ha labrado su camino, ha sido muy inteligente, receptivo y noble. El llegar a Nacional y ganarse un espacio es muy meritorio. Había mucho escepticismo con él, decían que era jugador de equipo chico y hoy nos está haciendo grandes a todos. Ir a la selección sería un premio para un muchacho que ha hecho una carrera linda.
La sencillez de Reinaldo Rueda llama la atención. Por más de que sea el mejor técnico colombiano del momento, campeón vigente de la Copa Libertadores de América y con la opción de ganar la Copa Sudamericana, la Copa Águila, la Liga Águila II y el Mundial de Clubes de la FIFA con Atlético Nacional, antes de terminar el año, no cambia su manera de ser. Y eso lo aprendió en Alemania, en donde se formó como DT. Allá se dio cuenta de que en un club es tan importante el presidente como el utilero, más allá de su jerarquía. Y que afuera de los clubes y de los estadios, todos son iguales. En diálogo con El Espectador, el vallecaucano de 59 años se refirió a su experiencia con el cuadro verdolaga (que hoy recibe a Patriotas 5:10 p.m., por RCN), a su nominación al mejor técnico del año y al presente de un jugador que le está siendo clave, Miguel Ángel Borja.
¿Cuál ha sido el momento más feliz de su vida?
El nacimiento de cada uno de mis tres hijos. Alejandra, Carolina y Juan David. Eso no se compara con nada de lo que he logrado como profesional.
¿Y el más difícil?
La muerte de mi padre. No había tenido esa experiencia de ver partir a alguien cercano y es algo muy duro. A él le agradezco todo lo que soy, intentaré aportarles a mis hijos todo lo que él me supo dar a mí.
¿Cómo se describiría?
Como una persona tranquila, trabajadora y familiar.
En la raya se ve como un hombre tranquilo, pero estricto. ¿Así es en su casa?
Sí, muy parecido. Trato de ser muy analítico y reflexivo con cada situación que se presenta.
¿Cómo es su relación con sus hijos?
La situación de la profesión me ha enseñado a disfrutarlos. El tiempo que comparto con ellos no es mucho, pero sí muy provechoso. Mantengo un equilibrio, marcándoles pautas, pero dándoles gusto. Todo lo que pienso que sea para el bien de ellos, lo hago.
¿Cuál ha sido el técnico que más ha admirado?
Una persona que significa mucho para mi carrera desde mis inicios es Carlos Alberto Parreira.
¿Cuál jugador lo ha marcado a lo largo de su vida como DT?
Son muchos jugadores, pero para mí, por la relación y el afecto que le tengo desde que lo conocí cuando tenía 14 años, Mario Alberto Yepes. Vi todo su proceso y me alegra ver todo lo que logró. Él aprendió de mí y yo de él.
¿Todo lo que ha vivido con Nacional lo ha sorprendió, o lo había visualizado de esta manera?
Cuando tomamos la decisión de volver a dirigir a Colombia, sabíamos que Atlético Nacional era un equipo ideal para hacerlo porque veníamos a reemplazar a Juan Carlos Osorio, quien había dejado una estructura importante y la nómina de jugadores era de gran calidad. Pero hemos superado las expectativas, porque no era fácil, había mucho escepticismo y en el primer semestre no nos fue bien, hubo crisis de entrada y no sabíamos cómo iba a reaccionar el grupo. Pero ha sido algo extraordinario, nos hemos ganado la credibilidad y la confianza de todos.
¿Qué tiene Nacional de especial? ¿Por qué ha llegado a ser el mejor de Colombia, de América y podría ser del mundo, si gana el Mundial de clubes?
Desde que la Organización Ardila Lülle compró Atlético Nacional, este equipo se comenzó a manejar como una empresa grande, se empezó a formar una infraestructura muy sólida y creo que todo lo que se está cosechando ahora es producto de lo que se viene sembrando desde hace un tiempo. Acá en Colombia creen que a Nacional la plata le sobra y que hay hasta para tirar al cielo, pero no, realmente todo se rige a un presupuesto. Por ejemplo, en el primer semestre que dirigí, quedamos fuera de la Copa Águila y por no haber pasado a la final, dejamos de percibir dos taquillas que significaban una cifra grande. En ese momento me avisaron que por no haber avanzado en esa Copa, el presupuesto bajaría para el semestre siguiente. Y ese es sólo un ejemplo. Acá están trabajando personas de mucha calidad y todo lo que se gana es gracias al trabajo de todos.
¿Se imagina una liga colombiana con varios equipos manejados como Nacional?
Sería espectacular. En Colombia deberían imitar a Nacional. Así como acá siguen los parámetros de un equipo como el Pachuca de México y de otros clubes grandes de Latinoamérica, los clubes del fútbol colombiano deberían copiar el modelo nuestro. El control de calidad de la Organización Ardila Lülle es impresionante. Es que muchos no han entendido que esto es un deporte, pero hay que tener detrás un modelo de negocio. Hay que hacer una infraestructura que garantice espectáculo, darles todos a los jugadores para que sólo se tengan que preocupar por jugar. No es cuestión de dinero, sino de organización.
¿La Liga de Colombia es pareja por lo bajo o ve un alto nivel?
La Liga colombiana es muy dura. Los entrenadores colombianos trabajamos muy bien. Muchos logran armar conjuntos muy bravos con jugadores con mucho talento, pero sin experiencia. Creo que el nivel de acá es tan alto, que en los últimos años los equipos colombianos se han destacado a nivel internacional. Actualmente los dos campeones continentales son colombianos: Santa Fe y Nacional.
¿Qué tan diferente es el Reinaldo que llegó a Nacional hace un año, al de hoy, que ha ganado tres títulos?
La verdad es que he aprendido mucho acá. Llevaba 13 años sin dirigir clubes en Colombia y nunca había tenido la oportunidad de estar al frente de un equipo que disputara varios torneos al tiempo y tuviera la obligación de ganarlo todo. He aprendido sobre todo de la parte organizacional y de este modelo que utiliza Atlético Nacional. Siento que he crecido como persona y como profesional.
Tiene la opción de ganar la Copa Águila, Liga Águila, Copa Sudamericana y el Mundial de Clubes… ¿se queda con alguno en especial o va por todo?
Para mí la ilusión grande es el Mundial de Clubes de la FIFA. Todos los jugadores están mejorando pensando en eso. Queremos hacer un buen torneo, ganar el primer juego y avanzar a la gran final. El desafío y la meta son grandes, sobre todo porque estamos en una encrucijada porque el calendario atenta contra la planificación del Mundial. La Copa y la Liga Águila son intensas y los viajes por la Sudamericana desgastan mucho.
¿Cómo recibió la noticia de la nominación a ser el mejor DT del año?
Ha sido algo muy especial. Lo veo como una nominación importante, pero la asumo en el nombre del entrenador colombiano, los que he formado y los que se han formado conmigo. Esta nominación es a Reinaldo Rueda, pero es gracias a un trabajo de los directivos de Nacional y de los jugadores, quienes son los que hacen las cosas en la cancha. Para Europa, Suramérica es la mira futbolística porque están las grandes figuras del mundo como Messi, Neymar, Luis Suárez, James o Alexis Sánchez. Europa se nutre de nuestro talento humano y por eso para ellos el ser campeones de la Copa Libertadores de América tiene un significado tan grande. Me han felicitado colegas de Europa y eso es muy especial para mí.
Por ser votación, ¿cree que será difícil competir contra los europeos que son los que más exposición tienen, como Zidane, Luis Enrique o Guardiola?
Sí, será difícil. Los técnicos europeos tienen una imagen y eso marca una gran diferencia. En Europa el fútbol nuestro no llena porque lo ven diferente y han crecido viendo otra cosa. Aunque nos respetan, ven individualidades, mas no conjuntos. Piensan que no somos verticales ni contundentes.
¿Qué prefiere: ser DT de club o de selección?
El estatus de seleccionador nacional es único, es una dignidad, algo de mucho orgullo. He tenido las dos experiencias y creo que se respeta más a un seleccionador por la posibilidad de ir a un Mundial. Además, el trabajo puede ser de mayor calidad por el tiempo y el espacio que hay para trabajar cada partido. Acá hay partidos muy seguidos, tres torneos simultáneos, algo muy agotador y desgastante. Si para los jugadores es duro, para uno que carga con el estrés y la tensión, es peor.
A propósito de selección, ¿cómo analiza el momento de la eliminatoria suramericana?
Muy equilibrada, muy pareja. Por fortuna Colombia se está posicionando. Mejoró mucho con relación al inicio. Llegó sangre nueva, estamos ahí, en la pelea y creo que se va por el camino indiciado. Esto es muy cerrado y todo se definirá al final, pero hay grandes jugadores para ir al Mundial.
¿Ve a Miguel Borja como la solución de gol de la selección?
Miguel Ángel es un jugador que ha hecho todos los procesos de selección de Colombia. No es nada nuevo para él. Estuvo en la sub 17, sub 20, sub 23 y tiene todo para llegar a la de mayores. Se ha labrado su camino, ha sido muy inteligente, receptivo y noble. El llegar a Nacional y ganarse un espacio es muy meritorio. Había mucho escepticismo con él, decían que era jugador de equipo chico y hoy nos está haciendo grandes a todos. Ir a la selección sería un premio para un muchacho que ha hecho una carrera linda.