Las claves que llevaron a Nacional a la estrella 18
El cuadro verdolaga, que alcanzó los 35 títulos en su historia, se confirmó como el rey de copas de Colombia al ganarle el domingo la final de Liga a Tolima, en Medellín.
Fernando Camilo Garzón
Muy pocos equipos en Colombia entienden qué es jerarquía. Ese ADN que lleva a los grandes a competir sin importar el escenario. Son conjuntos camaleónicos, capaces de ganar adaptándose a las circunstancias o siendo completamente avasalladores. Nacional es así, un equipo que levanta ampolla porque, aunque a muchos no les guste, está acostumbrado a ganar. Puede tener baches, pero irremediablemente siempre vuelve para demostrar que es el más grande del país.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Muy pocos equipos en Colombia entienden qué es jerarquía. Ese ADN que lleva a los grandes a competir sin importar el escenario. Son conjuntos camaleónicos, capaces de ganar adaptándose a las circunstancias o siendo completamente avasalladores. Nacional es así, un equipo que levanta ampolla porque, aunque a muchos no les guste, está acostumbrado a ganar. Puede tener baches, pero irremediablemente siempre vuelve para demostrar que es el más grande del país.
El cuadro verdolaga es el equipo más laureado del fútbol colombiano, y lo confirmó el domingo con una nueva estrella. Su palmarés incluye 18 títulos de Liga, siete Copas Colombia y tres Superligas, además es el único club colombiano con dos Copas Libertadores (1989 y 2016). Con el doblete de este diciembre, Nacional alcanzó los 35 títulos oficiales, consolidándose como el cuadro más ganador del país y reafirmando su estatus como el rey de copas. ¿Hay discusión?
Tras la década maravillosa que vivieron los antioqueños desde 2013 casi hasta 2017, con una Libertadores incluida, muchos vieron los últimos años de Nacional como una debacle. Sin embargo, el equipo siempre estuvo ahí. Rengueando a veces, pero presente. Ahora, sus 18 títulos ligueros revelan la verdad inevitable. Hasta en sus peores momentos, el verdolaga tiene casta. Y ojo, que para muchos este puede ser el inicio de una nueva era dorada. Las claves de su título así lo permiten presagiar.
La primera clave, todo empieza desde arriba
Para nadie es un secreto que una de las grandes críticas de los últimos años hacia Nacional era dirigencial. El inconformismo de la barra de Nacional con sus dirigentes llevó incluso a escenas caóticas en los estadios, con protestas violentas en rechazo a los directivos que llevaban las riendas del equipo. En una entrevista reciente con este diario, el recordado arquero Gastón Pezzuti, campeón en 2011 con Nacional, explicó: “Aunque en los últimos años hubo momentos en que los resultados eran buenos, eso no se alineaba con las decisiones de la dirigencia. Esa era la crítica a Nacional, porque su grandeza exige marcar la diferencia en todos los niveles, desde la forma de juego y el estilo hasta las contrataciones y el rumbo que se le da al equipo”. Eso cambió con la llegada en abril del presidente Sebastián Arango, un dirigente joven que conectó con los aficionados y llegó a cambiar el rumbo de Nacional. La primera decisión: refuerzos de jerarquía.
La segunda clave: ¡Nombres!
Este semestre Nacional armó la mejor nómina del país. Parece simple, pero desde hace años el equipo había entrado en una política de austeridad. Los nuevos dirigentes llegaron con otra mentalidad, y para el remate del año trajeron a jugadores desde Brasil, como Alfredo Morelos, o de México, como William Tesillo y Marino Hinestroza. Desde Argentina repatriaron a Jorman Campuzano, trajeron de vuelta desde América a Edwin Cardona y regresaron al hijo pródigo, desde Arabia, David Ospina. Nacional apostó duro por nuevas contrataciones, futbolistas de jerarquía con pasado en la selección de Colombia, y todos rindieron. ¿Servicio? 10 de 10.
La tercera clave: Juárez, un líder
A lo largo del semestre Nacional fue un equipo vertiginoso y vistoso, con algunas falencias defensivas bien compensadas por su volumen de ataque. En agosto, cuando la temporada apenas empezaba y Atlético Nacional estaba entre los punteros del campeonato colombiano, pocos veían al equipo verdolaga como un conjunto capaz de llegar a la final. La razón: el repentino cambio de entrenador a mitad del torneo. Hoy no hay duda, la llegada de Efraín Juárez fue clave. El técnico mexicano llegó para reemplazar a Pablo Repetto, quien había sido despedido de la nada, pese a tener al equipo en los primeros lugares. Para muchos fue un cambio sin sentido. Sin embargo, el nuevo timonel demostró liderazgo, resistió actos de indisciplina de jugadores claves, como Morelos o Campuzano, y nunca dejó que lo externo afectara al grupo. En los cuadrangulares y la final Nacional barrió y fue, de lejos, el mejor. Influyó, y de maneta importante, la mano del DT.
La cuarta clave, Andrés Román
Si bien fueron cruciales los que llegaron, también hubo varios de los que ya estaban sin los que no se entiende el título. El principal es Andrés Román, el lateral derecho que fue el mejor jugador del campeonato en el semestre. Su nivel fue brutal. Tras años de irregularidad por las lesiones y su paso frustrado a Boca Juniors desde Millonarios, por una supuesta enfermedad cardíaca que nunca se comprobó, Román encontró en Nacional su mejor versión. Rápido, inteligente, goleador, hábil, la diferencia con respecto al resto del lateral, que pide selección, fue abismal.
La quinta clave, la hinchada
En la hinchada también se reconoce la grandeza de un club, y este semestre los aficionados de Nacional estuvieron a la altura. Hace mucho no sucedía para el verdolaga, que reencontró la mística con su equipo y su afición. Para muchos puede ser el inicio de una nueva era dorada. Así como le dijo René Higuita a El Espectador al definir a este Nacional de Juárez: “Veo el orgullo de pertenecer a Nacional, el equipo que tiene más copas. Mi generación no solo logró las copas que hoy tiene el equipo, sino que también logramos traer mucha más gente, más hinchas. Porque la gente cuando ve en la televisión a los finalistas, entonces se va enamorando del que ven en la televisión, y como aparecía siempre Nacional en aquella época, los que hoy en día son los hinchas, pues son los hijos y algunos nietos de esas personas que se enamoraron de aquel equipo. Eso es lo que logran triunfos como los que Nacional, hoy en día, sigue cosechando”.
🚴🏻⚽🏀 ¿Lo último en deportes?: Todo lo que debe saber del deporte mundial está en El Espectador