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Pasó casi una semana para que la Dimayor resolviera y comunicara las sanciones que su comité impuso a Atlético Nacional y a Junior de Barranquilla por los altercados acontecidos en el Estadio Atanasio Girardot, en un partido aplazado de la décima fecha de la Liga BetPlay, que terminaron con más de una veintena de hinchas y policías heridos.
La determinación del máximo ente rector del fútbol colombiano, principalmente, perjudicó a los verdolagas, locales y responsables del compromiso, pues la Dimayor les decretó una derrota administrativa (0-3, a favor de Junior), además de una multa de $26 millones. También se sancionó a Nacional con seis fechas de suspensión de su plaza y una multa adicional de $14.3 millones.
Aunque Junior también fue sancionado, con seis fechas sin público en algunas tribunas de su estadio y una multa de $13 millones, para muchos la determinación fue desproporcionada. Así lo consideró, por lo menos, la directiva del equipo paisa, que anunció este jueves que apelará la resolución de la Dimayor por considerarla un procedimiento “incorrecto”.
Nacional, en contra de la decisión de la Dimayor
“Nos duele, nos molesta y estamos fuertes. Vamos a salir muy bien de la situación, porque cuando uno hace las cosas de manera correcta no hay un camino distinto, estamos concentrados para el próximo partido contra Pasto”: explicó Sebastián Arango, presidente del cuadro verde de Antioquia.
Según la Dimayor, Nacional fue sancionado por la falta de garantías de seguridad en su estadio durante el partido contra Junior, lo que resultó en la suspensión del encuentro. Las infracciones incluyen la “violación del literal h) del artículo 83 del Código Disciplinario Único”, lo que llevó a una derrota administrativa y una multa. Además, los verdolagas incumplieron varios numerales del artículo 84, como desorden en las tribunas, ingreso de espectadores al campo, uso de objetos peligrosos y falta de control sobre sus aficionados, lo que les valió seis fechas de suspensión de su plaza (por liga, según aclaró el presidente Arango) y otra multa económica.
“Es una sanción que afecta a todo el entorno del fútbol y deja impunes a los violentos, lo lamentamos y ese es nuestro malestar. Respecto a los puntos, deberían ser para Nacional”, explicó el dirigente del cuadro antioqueño, argumentando que los verdolagas llevaban la delantera en el partido y que la decisión del comité termina abriendo una puerta para que los violentos en los estadios tengan poder para revertir resultados. “Los violentos no pueden triunfar, esta decisión va en contra del juego limpio y en contra de la lealtad deportiva. Atlético Nacional no acepta que se abran potenciales caminos a la violencia en el fútbol”, agregó.
Además, Sebastián Arango anunció que Nacional está dispuesto a llevar su apelación hasta las últimas instancias y que, de no tener la respuesta que esperan en Colombia, llevarían el caso hasta el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo, por sus siglas en inglés). “No compartimos las decisiones determinadas y Atlético Nacional agotará los recursos de reposición por la vida federativa, pudiendo acudir ante el tribunal del deporte para tener una decisión proporcional y justa”, explicó el presidente.
Al parecer, al caso del partido entre Nacional y Junior todavía le quedan varios capítulos por delante. La apelación de los antioqueños determinará, si llega al plano internacional, una clara jurisprudencia en este tipo de casos, que anteriormente habían tenido decisiones similares a la del partido entre paisas y barranquilleros. Queda tela por cortar.
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