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En el partido entre Nacional y Deportivo Cali, en el estadio Atanasio Girardot, sí que hizo falta el VAR. Primero por un penalti que sancionó el juez Wander Mosquera y que no existió. El central vio que la pelota pegó en la mano, pero el balón claramente fue el hombro de Geisson Perea. De ahí nació el primero gol de Deportivo Cali en los pies de Agustín Palavecino.
Después, con Nacional volcado en el área visitante, Vladimir Hernández fue habilitado y dejó en el camino al portero David Ospina para el 1-1 parcial. De nuevo un error de la terna arbitral, pues el jugador local estaba en posición adelantada y la jugada debió ser invalidada. Pero no. De una u otra forma, todo quedó igual que al principio.
Sin embargo, antes de que terminara la primera parte y cuando los dirigidos por Juan Carlos Osorio buscaban quebrar la muralla puesta por Cali, Perea, en su afán de rechazar un balón en el área propia, no calculó sus movimientos y terminó mandando el balón al fondo de su propia portería, la defendida por José Fernando Cuadrado.
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Mala noche para el caleño de 28 años al que le pitaron una pena máxima que no fue y que después terminó dándole la ventaja al visitante.
Ya en la segunda parte, y con la necesidad de buscar el empate, el rigor de Nacional aumentó, y adelantó sus líneas para presionar a un Cali que pasó de tener la posesión a rechazar cuanta pelota llegó a su área. Y el empuje fue tanto que era cuestión de minutos para que llegaran las acciones de peligro, sobre todo con jugadores talentosos, entre ellos Andrés Andrade, el que llegó de México para dar una mano y el que puso el 2-2, marcador que prevalecería.
El ex Deportes Tolima recibió en el área, se giró y sacó un latigazo imposible para David González. Ese envión activó al verde paisa y mermó las ganas del verde vallecaucano, que no pudo aprovechar los errores del local en defensa.
De hecho, los nervios en la parte de atrás de Nacional fueron tan evidentes que Jhon Vázquez tuvo la de ganar, tras un pase de Palavecino, pero la pelota dio en el palo y, por un instante, hubo silencio en el Atanasio. Y el mismo Vázquez la tuvo otra vez solo que Cuadrado cerró las piernas y evitó la anotación.
Los cambios de Nacional, curiosamente, frenaron el equipo mientras que los del cuadro azucarero dieron una energía extra al punto de que los visitantes tuvieron el control en el epílogo.
Duelo movido, de errores de lado y lado, y de goles, claro un par legítimos el otro no. Lo cierto es que Nacional evitó caer por segunda vez en su casa en lo que va del torneo (ya perdió con Jaguares) y Cali sumó su sexta igualdad en Medellín en las últimas 18 visitas.
En la próxima jornada, Nacional jugará con Medellín en el clásico paisa, mientras que Cali jugará con River Plate de Paraguay en la Copa Suramericana (25 de febrero).