Entre el 8 y el 15 de junio, Atlético Bucaramanga jugará los que podrían considerarse como los dos partidos más importantes de su historia. Se trata de los duelos de ida y vuelta de la final de la Liga BetPlay 2024-I. En caso de ganar, sería el primer título oficial del onceno leopardo.
Uno de los responsables del gran momento que atraviesa el equipo santandereano es su entrenador, el venezolano Rafael Dudamel, quien tomó las riendas del equipo en enero de este año y lo puso en la segunda final de su historia —la primera fue en 1997—.
Con el venezolano como timonel, Bucaramanga ha disputado 30 compromisos en lo que va del semestre. Los búcaros ganaron 17 de esos duelos, empataron ocho y perdieron los cinco restantes. El balance es más que positivo, sobre todo cuando hacen de local en el estadio Alfonso López.
La trayectoria de Dudamel
Dudamel, de 51 años, es un amplio conocedor del fútbol colombiano. En su etapa como jugador profesional vistió la camiseta de varios equipos de la liga nacional. Fue portero de clubes tradicionales como Millonarios, Deportivo Cali y Santa Fe, este último rival de sus dirigidos en la pelea por la estrella de este semestre.
En 2010 colgó los guantes y ese mismo año arrancó su carrera como entrenador. Pasó por varios clubes de la liga de su país y por las categorías menores del combinado nacional de Venezuela hasta dirigir en la selección mayor, entre 2016 y 2019.
A mediados de 2021 llegó al fútbol colombiano para dirigir al Deportivo Cali y contra todo pronóstico le ganó a Deportes Tolima —entonces vigente campeón— en la final del torneo clausura. Se convirtió en el primer técnico venezolano en ganar un título oficial en nuestro país desde Richard Páez, campeón de la Copa Colombia con Millonarios en 2011.
Su etapa en la Ciudad Bonita
Tras quedar campeón con el conjunto vallecaucano (2021), Dudamel sufrió una de las mayores crisis económicas y deportivas del conjunto azucarero, y terminó por renunciar. El estratega venezolano todavía tenía mucho para dar en el fútbol colombiano y tras un paso por equipos del extranjero firmó con Atlético Bucaramanga.
A la hora de consolidar su nómina, Dudamel utilizó a futbolistas experimentados que quedaron libres de equipos tradicionales, como es el caso de Freddy Hinestroza, quien llegó procedente del Junior de Barranquilla, y el argentino Fabián Sambueza, que salió de Santa Fe.
El estratega leopardo también les sacó provecho a jugadores que no eran tenidos en cuenta por los oncenos dueños de sus pases. Tiene como figuras al portero Aldair Quintana (propiedad de Nacional) y a los atacantes Daniel Mosquera y Jóider Micolta, ambos pertenecientes al América de Cali.
Entre sus dirigidos también tiene a un paisano suyo, el mediocampista Leonardo Flores, quien ya había tenido una experiencia en Colombia antes, con Patriotas (2022). Tras buenas actuaciones con Caracas F.C., en la liga venezolana, regresó este enero al fútbol colombiano para unirse a los búcaros y junto al nariñense Fabry Castro conforma una sociedad en la mitad de la cancha leoparda.
Huésped ilustre de Bucaramanga
Por su buen presente con el equipo auriverde, el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, le entregó a Dudamel hace una semana las llaves de la ciudad. En el evento oficial, el estratega venezolano también fue declarado como huésped ilustre.
#VIDEO | Rafael Dudamel, director técnico del Atlético Bucaramanga recibió la llave de la ciudad y fue declarado huésped ilustre de la capital santandereana. pic.twitter.com/UZYac9bltB
— Caracol Bucaramanga (@CaracolBga) May 31, 2024
“Como representante de la ciudad y de miles de aficionados de nuestro amado equipo, Atlético Bucaramanga, le entregamos las llaves de nuestra ciudad y lo declaramos huésped ilustre, profesor Dudamel”, le comentó Beltrán al director técnico.
A propósito del encuentro entre el funcionario y el estratega, además de la posterior clasificación a la final, el periodista Juan Pablo Vásquez, de El País, escribió un artículo en el que critica a Beltrán por sus dos caras: la de un ciudadano orgulloso del trabajo del entrenador, por un lado, y la de un gobernante xenófobo, por el otro.
En su nota, Vásquez hace énfasis en lo que él considera que son dos de las principales características de la gestión del alcalde bumangués: el reforzamiento de la seguridad y el señalamiento a los migrantes venezolanos. Cabe recordar que el mandatario ha expresado su deseo de expulsar a los migrantes venezolanos que hayan cometido delitos en la capital santandereana.
Beltrán y el señalamiento de la población migrante
Beltrán señaló en mayo de este año que hay cerca de 120 migrantes venezolanos que esperan expulsar del país por ser reincidentes en diferentes delitos en Bucaramanga. Además, manifestó su desacuerdo con las políticas y lineamientos del Gobierno nacional respecto al trato de migrantes que impide las expulsiones masivas.
A pesar de las trabas que nos han puesto, las expulsiones de delincuentes venezolanos a su país, seguirán. #Bucaramanga no es paraíso criminal de nadie y la haremos respetar. pic.twitter.com/4EbeLhOoQ8
— Jaime Andrés Beltrán (@soyjaimeandres) May 28, 2024
Algunos ciudadanos, expertos y líderes sociales venezolanos han señalado que detrás de la propuesta habría un discurso xenófobo y que se debe tratar a todos los delincuentes por igual. “No se puede estigmatizar a la población migrante (…) hay que respetar los derechos y libertades fundamentales y tratar realmente a toda la delincuencia por igual, no solamente lo que hacen los venezolanos”, afirmó Juan Carlos Mantilla, director del Departamento Socio-Humanístico de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.
Cabe aclarar que, de acuerdo con las cifras de la Policía Nacional, en Bucaramanga delinquen más colombianos que venezolanos, en lo que va corrido del año se han capturado a 4.819 colombianos (83 %) y 742 migrantes (13 %) por los delitos de hurto, tráfico de estupefacientes y porte ilegal de armas de fuego.
“Esta es una combinación perversa que mezcla peligrosamente xenofobia, populismo y políticas de seguridad. En esta visión perturbada, todos los venezolanos son delincuentes”, escribió el antropólogo Weildler Guerra en su columna para El Espectador sobre este tema.
El mandatario bumangués se ha defendido de quiénes lo acusan de ser xenófobo. “Yo les tengo rabia a los delincuentes, en eso hay que ser claro. Tenemos una lucha frontal contra los delincuentes, no es un tema de xenofobia. Bucaramanga es de las ciudades que más presupuesto le está invirtiendo a apoyar a las familias inmigrantes”, comentó el mandatario.
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