Fútbol femenino: entre avances, victorias y nuevos desafíos
Regresa la Liga BetPlay Femenina con un calendario más extenso y más equipos con proceso, aunque con retos pendientes en la búsqueda de condiciones más dignas.
Daniel Bello
La temporada 2024 de la Liga BetPlay Femenina dio su puntapié inicial este fin de semana con varios cambios respecto a ediciones anteriores. Hay unos pasos que nuestro fútbol ha dado hacia adelante, en especial por los resultados que han conseguido las jugadoras, el compromiso de algunos clubes y la aparición de nuevos inversionistas, pero también hay otras materias pendientes para alcanzar un campeonato más competitivo y con mejores condiciones para las deportistas.
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La temporada 2024 de la Liga BetPlay Femenina dio su puntapié inicial este fin de semana con varios cambios respecto a ediciones anteriores. Hay unos pasos que nuestro fútbol ha dado hacia adelante, en especial por los resultados que han conseguido las jugadoras, el compromiso de algunos clubes y la aparición de nuevos inversionistas, pero también hay otras materias pendientes para alcanzar un campeonato más competitivo y con mejores condiciones para las deportistas.
Este año las colombianas tendrán el torneo femenino más largo de nuestra historia. El calendario arrancó el pasado viernes, con el choque entre Millonarios y Medellín en El Campín, e irá hasta el 18 de agosto, cuando se juegue el segundo y definitivo partido de la final. El campeonato tendrá una extensión de 184 días, 58 más que al año pasado.
“La Liga femenina siempre se ha caracterizado por ir paso a paso. Es algo que a nosotras, las futbolistas, nos genera mucha felicidad. Seguimos con esa disposición, queremos lograr el año, pero yo creo que es un avance bastante importante”, reconoció para este diario Sara Sofía Martínez, del América de Cali.
Menos, pero más
Pese a que la nueva duración es inédita, es un dato que toca agarrar con pinzas, porque si bien el certamen es más extenso, la cantidad de partidos es menor; los equipos inscritos en esta edición se redujeron respecto a 2023. De 17 clubes en las dos anteriores temporadas, este año habrá 15.
Once Caldas, que a finales de 2023 había anunciado que participaría, se bajó poco antes de que Dimayor presentara el fixture, en enero. Del año pasado, no repiten Boyacá Chicó, Bucaramanga, Huila y Tolima, mientras que Cúcuta regresó al certamen.
Por su parte, Conmebol exige un requisito para los clubes masculinos que los obliga a tener un equipo femenino o un convenio con otros clubes de esta rama para poder participar en competencias internacionales. Alianza, que clasificó a la Copa Sudamericana, volverá a participar en la Liga Femenina tras su ausencia desde 2018 y Águilas tuvo que aliarse con uno de los 15 participantes de nuestra liga femenina para poder jugar la Copa Libertadores.
La reducción del número de clubes inscritos implica que se cerraron posibilidades laborales para el universo de jugadoras que buscan la oportunidad de ejercer esta profesión con respecto al año pasado. Ahora bien, la aparición de un nuevo formato permite que, pese a contar con menos contendientes, haya más tiempo de competencia, aunque no para todos los clubes.
Las perspectivas
“Yo soy un optimista en cuanto al fútbol femenino en Colombia, no soy de tanto quejarme, sino de valorar lo bueno que tenemos. Obviamente, se habla mucho del tema de duración y todo eso. Pero prefiero algo así [seis o siete meses] a que sea por el año y sea un desastre”, destacó Ómar Ramírez, técnico campeón de Colombia el año pasado con Santa Fe.
Desde luego, una competencia de un año suena bien y es un horizonte al que toca apuntar, pero es algo que en este momento algunos clubes del medio local no se pueden permitir, ya que en algunos casos, por presupuesto, no pueden garantizar condiciones adecuadas para sus jugadoras durante un período tan prolongado.
Con el fin de extender la duración del campeonato y apoyar el fútbol femenino, el gobierno de Gustavo Petro anunció, en agosto pasado, una inversión de $8.000 millones. En enero, Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor, comentó que todavía no se ha recibido dicho monto: “Hemos tenido acercamientos con el Ministerio del Deporte. El mismo presidente anunció un apoyo importante para el fútbol femenino. No lo hemos concretado, pero ese tema sigue ahí”.
Nuevo formato
La aparición de los cuadrangulares semifinales, formato inédito en la rama femenina, implica que los ocho mejores equipos de la fase del todos contra todos tengan acción durante más de un mes que los equipos eliminados. Los finalistas se definirán entre mediados de junio y agosto, en una fecha aún por determinar por Dimayor.
Desde luego, los principales candidatos en la presente temporada son los equipos que tienen procesos más consolidados en el fútbol femenino, como lo son Santa Fe —tres veces campeón—, América, Atlético Nacional y Deportivo Cali.
El reto para los compromisos de cuadrangulares, al menos en términos de audiencia, es que se cruzan con eventos deportivos de suma importancia, como la Copa América (20 de junio - 14 de julio) y los Juegos Olímpicos (26 de julio - 11 de agosto).
De acuerdo con la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), en la temporada 2023 solo se televisaron 25 partidos (16,6 % del total) de la Liga Femenina, una cifra menor a la de 2022. En un informe publicado a finales del año pasado, dicho sindicato resalta que “las jugadoras necesitan que su trabajo se vea masivamente, por lo que es importante trabajar en la búsqueda de patrocinadores para adelantar una estrategia de comunicación y difusión de los partidos”.
En las primeras cinco fechas de la temporada 2024 habrá un partido por jornada en la señal de Win Sports. El resto de los compromisos irán por YouTube. Todos están agendados en horarios a partir de las 3:30 p.m. El año pasado el 6 % de los partidos (10 de 150) se jugaron entre las 10:00 a.m. y 2:00 p.m., una franja horaria no muy amigable para el público ni los anunciantes. En ese aspecto han mejorado respecto a años anteriores.
Por su menor demanda de público, asistir al estadio para ver fútbol femenino es mucho más barato que en el masculino. Los precios suelen ir entre los $5.000 y $30.000 para ver solo a las damas. Cuando hay "dobletes", jornadas en las que en el mismo estadio juegan primero ellas y luego ellos, los valores ascienden a los precios regulares de taquilla, entre los $60.000 y $100.000, dependiendo del local.
Los retos
En el informe de Acolfutpro también se recomienda iniciar procesos formativos en los clubes como se hace con los hombres. Este año, además, puede ser determinante para conocer si puede comenzar la negociación del pliego de peticiones entre el sindicato, la FCF y la Dimayor, pues uno de los puntos incluidos es que se garantice la liga profesional con una duración mínima que les permita a las futbolistas tener estabilidad laboral, seguridad social y un ejercicio pleno de su profesión.
No todos los clubes del fútbol colombiano han manejado el mismo esquema de contratación. En 2023, el 84,6 % de las futbolistas tuvieron contrato de trabajo, mientras que el resto recibió un auxilio económico. Una gran porción de las jugadoras del medio local reciben un salario mínimo y algunas padecieron incumplimiento del pago.
Respecto a 2022, el año pasado hubo un aumento de los clubes que establecieron contrato de trabajo a todas las futbolistas inscritas en la competición. Pasaron de siete a 10. Entre ellos estaban los cuatro clubes que desde la temporada inaugural (2017) le han apostado al fútbol femenino: Santa Fe, América, Equidad y Real Santander.
Acolfutpro reconoció que en materia contractual ha habido un progreso. En promedio, el 78 % de cada plantel tenía contrato de trabajo. En 2023 hubo equipos como Medellín y Cali que, pese a no competir más allá de junio, pagaron nómina hasta finales de año.
Para las jugadoras de equipos cuyos contratos tienen una extensión válida hasta la culminación de su participación en la Liga BetPlay Femenina, no habrá muchas diferencias respecto al año pasado en caso de no clasificar a cuadrangulares, pues, aunque el certamen irá hasta el 18 de agosto, solo podrán trabajar hasta el 8 de junio, cuando culmina la fase de todos contra todos.
“El fútbol femenino en nuestro país está en un proceso. Ha estado mejorando año a año. Obviamente nos falta un montón, pero considero que vamos por buen camino. No estamos conformes, pero vamos bien. Se han dado los resultados”, reconoció en diálogo con El Espectador Daniela Garavito, de Millonarios, club que este año lanzó el proyecto más ambicioso de su historia en la rama femenina.
Hay futuro
El fútbol femenino, a diferencia del masculino, es más joven en promedio de edad. El 52 % de las inscritas del año pasado tenían entre 18 y 23 años. También hubo 38 jugadoras (8,92 %) que eran menores de edad, lo cual implica un reto adicional en su contratación porque hay otras reglas jurídicas que cumplir.
Las jugadoras de 17 años o menos requieren de una autorización expedida por un inspector de trabajo y se les debe garantizar su derecho a estudiar mientras ejercen su oficio. Y no es raro ver adolescentes brillando en nuestro fútbol. Por ejemplo, Linda Caicedo, hoy figura del Real Madrid, antes de la mayoría de edad ya había disputado tres finales de Liga BetPlay Femenina.
Nuestro país tiene una de las mejores canteras del mundo, prueba de eso es el subcampeonato en el Mundial Sub-17 de India 2022. Esas jóvenes promesas verán acción en la cita orbital sub-20, que tendrá lugar en nuestro país del 31 de agosto al 22 de septiembre. Colombia es favorita con jóvenes talentos como Karla Torres (Santa Fe), Gabriela Rodríguez (América) y Daniela Garavito (Millonarios).
Mientas tanto, nuestro público futbolero estará pendiente de Santa Fe y cómo defenderá el título tras un fuerte sacudón en su nómina; de América, y su primera temporada profesional sin la histórica Catalina Usme; de Nacional, y la consolidación de un proceso cada vez más serio, y de clubes como Cali, Medellín, Equidad y Millonarios, que prometen.