Imperio Dorado, la hinchada que coge vuelo con los triunfos de Águilas
Los fieles seguidores se ilusionan con llegar a la final de la Liga BetPlay tras ser el mejor equipo del todos contra todos. Este sábado reciben a Deportes Tolima a partir de las 5:00 p.m.. Luego, también por el Cuadrangular A, Cali visita a Junior (7:30 p.m.).
Daniel Bello
Roma no se construyó en un día y eso lo saben los equipos no tradicionales a la hora de ganar adeptos. Sus tribunas al principio estaban vacías o decoradas por hinchadas visitantes, aunque poco a poco el sentido de pertenencia ha germinado en barras nacientes. Esa es la historia de Andrés Valencia, que hace 13 años, inspirado por el ascenso de Águilas Doradas, entonces llamado Itagüí —jugaba en dicho municipio—, decidió dedicarle su tiempo libre al equipo de su tierra y fundó Corazón Dorado.
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Roma no se construyó en un día y eso lo saben los equipos no tradicionales a la hora de ganar adeptos. Sus tribunas al principio estaban vacías o decoradas por hinchadas visitantes, aunque poco a poco el sentido de pertenencia ha germinado en barras nacientes. Esa es la historia de Andrés Valencia, que hace 13 años, inspirado por el ascenso de Águilas Doradas, entonces llamado Itagüí —jugaba en dicho municipio—, decidió dedicarle su tiempo libre al equipo de su tierra y fundó Corazón Dorado.
“Los que nos fuimos enamorando del equipo hicimos esa barra y fuimos creciendo lo máximo que pudimos porque era difícil conseguir hinchas fieles con el corazón dorado. José Fernando Salazar [propietario del club] nos ayudó en lo que pudo en el inicio con instrumentos y boletería”, recuerda Valencia, de 45 años.
Una vez en 2013, cuando el equipo estaba haciendo una campaña publicitaria por el barrio de Andrés, lo reconocieron como uno de sus hinchas devotos y se acercaron a su local. Su cercanía fue tanta que en una ocasión le celebró en su casa el cumpleaños a un joven Luis Quiñones, antes de que entrara a la órbita de la selección de Colombia que dirigía por aquel entonces José Pékerman.
La primera casa de Águilas en la Liga BetPlay fue el Metropolitano Ciudad de Itagüí. Allí fueron locales en primera desde su ascenso en 2011 hasta 2014, cuando el equipo se trasladó a Pereira por problemas con la alcaldía municipal. Ese fue un duro golpe para la barra que Valencia lideraba, pues de tener la cancha a unas cuadras de su casa, pasó a tenerla a más de 200 kilómetros en el estadio Hernán Ramírez Villegas.
La estadía del equipo dorado en tierras risaraldenses duró ocho meses y pese a que algunos de sus barristas originales los acompañaron cómo pudieron durante ese tiempo, otros se bajaron del bus. Desde 2015 la casa del club ha sido el Alberto Grisales de Rionegro, donde han encontrado no solo una relativa estabilidad sino también la mejor etapa de su historia a nivel deportivo.
Allá el equipo no empezó de cero, pues Andrés y los integrantes de Corazón Dorado que seguían montados en el bus, se unieron a los futboleros de Rionegro que se resistieron a que las mareas de público de equipos tradicionales del departamento como Nacional y Medellín se los llevaran. Desde entonces portan el nombre de Imperio Dorado. También apareció otra barra, República Dorada, que opera independientemente.
Estos colectivos han crecido a pulso y aprovecharon que, a diferencia de equipos con más tradición, donde sus futbolistas suelen vivir en burbujas, ellos tienen una mayor cercanía. Algunos de los jugadores del plantel profesional les han regalado camisetas, que rifan, y con el dinero recogido pueden financiar gastos como los trayectos y banderas.
En sus experiencias acompañando a Águilas en otras plazas, contrario a otros casos, no reciben hostilidades de otras hinchadas, incluso les piden fotos. La cosa cambia cuando el rival es Envigado, porque entre ambos existe una rivalidad más fuerte.
Desde las tribunas del Alberto Grisales, Imperio Dorado vio como algunos de los canteranos como Daniel Muñoz y Kevin Castaño dieron sus primeros pasos como profesionales y los vieron afianzarse en primera división. Ambos fueron parte del histórico triunfo de Colombia sobre Brasil en las eliminatorias rumbo al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026.
Los líos por la sede
El tema de las mudanzas parecía algo lejano en la historia de Águilas, pero en las últimas semanas, un conflicto por el predio de la finca La Morelia, donde el equipo entrena desde hace siete años, revivió traumas del pasado. Rodrigo Hernández, actual alcalde de Rionegro, solicitó el terreno para darle otros fines. La directiva de Águilas, en respuesta, pidió que reconsideraran la solicitud, pues un traslado de ese estilo requiere más tiempo del que les imponían.
Por una orden de desalojo, el conjunto dorado debía abandonar el predio y la fecha límite era el pasado 3 de noviembre. Al final acordaron con el municipio que una vez termine la temporada, las Águilas harán sus maletas y volarán hacia una nueva sede.
“Fueron momentos muy difíciles porque se siente uno desplazado del sitio en el que tanto ha compartido. Nosotros como barra acompañamos al equipo. Vamos a ver con la nueva administración de Rionegro cómo se dan las cosas”, agregó Valencia, quien no quiere que otro conflicto con un gobierno local aleje a su cuadro. “Fue algo muy doloroso cuando el equipo se tuvo que ir de Itagüí”.
Águilas Doradas atraviesa el que podría considerarse como el mejor momento de su historia deportiva. Fue el mejor equipo del todos contra todos y, para darle más mérito, lo hizo de manera invicta. En 2022, con Leonel Álvarez al mando y el semestre pasado bajo la dirección de Lucas González, el club estuvo cerca de jugar una final, pero le faltó contundencia en los cuadrangulares.
Ahora, con el venezolano César Farías en el banquillo, la ilusión en Rionegro y sus alrededores es latente. Un buen resultado, como lo sería volverse finalista, puede crear un terreno fértil para que lleguen más adeptos a la joven institución. Poco a poco han ido habilitando sectores del Alberto Grisales que antes permanecían vacíos.
Los buenos nombres que han llegado para vestir de dorado en los últimos años como Marco Pérez y talentos con proyección como Mateo Puerta también han jugado su parte para generar convocatoria en el público. Además, ha tenido que ver que las directivas han impulsado programas en los que promocionan el fútbol en familia y visitan colegios de la zona, lo que permite desarrollar un poco de sentido de pertenencia.
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