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Luego de varias semanas de negociación, pero sobre todo de división entre los clubes del fútbol colombiano, Jorge Enrique Vélez dejó de ser el presidente de la Dimayor, cargo que asumió en junio de 2018 en reemplazo de Jorge Perdomo.
Se ganó sus adeptos con su principal bandera: la venta de los derechos internacionales de televisión, un dinero que nunca llegó a pesar de las constantes promesas sin cumplir del abogado y político de 56 años.
Vélez acordó una indemnización de 600 millones de pesos por dar un paso al costado luego de un mes de presión por parte de un creciente número de los clubes del fútbol profesional colombiano. Daniel Cardona, secretario general de la Dimayor, será el presidente encargado mientras se elige su reemplazo.
Crónica de una salida anunciada
Vélez llegó a mediados de 2018 para facilitar la creación del canal prémium, que entró a funcionar en enero pasado. Luego planteó el negocio de los derechos internacionales de televisión, que era lo que lo tenía en el ojo del huracán. El acuerdo firmado en 2019 con Latin American Equity Sports, del fondo estadounidense Prudent Corporate Finance, prometía ingresos por US$300 millones en diez años, pero no significó ni un solo peso.
Ese negocio fue una ilusión que sirvió para calmar a la oposición y alargar la agonía. Luego, los clubes, que ya habían presupuestado esos dividendos, se molestaron. Ahora, los abogados de Dimayor buscan la forma de demandar o cancelar el contrato, mientras, al parecer, la firma argentina Torneos y Competencias espera el desenlace para presentar una propuesta que llegaría al 10 % del beneficio presupuestado. Sin embargo, en el informe de gestión presentado a los clubes en la asamblea pasada —rechazado por 17 de los 36—, Vélez destacó el aumento de los ingresos por patrocinios, el ahorro en gastos de funcionamiento y la implementación de una nueva tecnología en la parte administrativa.
la suspensión del torneo por la pandemia había agudizado la profunda división en la Dimayor. A la crisis institucional se sumó la financiera que golpeó incluso a los patrocinadores, que anunciaron cese de pagos por la falta de competencias. BetPlay y Win Sports, empresas que financian los torneos de Dimayor en alto porcentaje, solicitaron revisar contratos y cesaron sus pagos alegando que pese a la falta de torneos y retribución publicitaria cumplieron con sus aportes hasta finales de mayo.
Y aunque el Gobierno autorizó poner en marcha el plan para el regreso del fútbol, inicialmente planeado para finales de agosto, no ha sido un proceso sencillo. La mayoría de los clubes ya iniciaron prácticas individuales tras cumplir con los protocolos de bioseguridad y las primeras evaluaciones médicas, en las que se han detectaron alrededor de 100 casos positivos por COVID-19 entre cerca de 2.000 pruebas realizadas. Pero la propagación de la enfermedad en el todo el país amenaza con nuevas medidas de aislamiento que modificarían el calendario.
Los clubes que lideraron la oposición a la gestión de Vélez fueron Santa Fe, Equidad, Patriotas, Águilas, Real Cartagena, Jaguares, Cortuluá, Huila, Envigado, Orsomarso, Tigres, Fortaleza, Cúcuta, Bogotá y Llaneros, desde hace rato preocupados por la mala relación que tenía con el Gobierno y el manejo de los recursos en estos tiempos de crisis.
A ellos se unió el Cali y poco a poco otros clubes más, hasta que la situación se hizo insostenible. Tanto que Vélez y una comisión de varios clubes estuvieron negociando durante el fin de semana la salida del dirigente, que no se concretó por diferencias económicas.
Lo que viene
Ido Jorge Enrique Vélez, a los demás dirigentes del fútbol colombiano les llegó el momento de la verdad, pues ya no tendrán a quién culpar por su desunión y malas decisiones. Su primer reto será encontrar una persona idónea para liderar el proceso de regreso a las competencias e implementar el modelo para la recuperación económica de los clubes, pues al menos 20 de ellos están quebrados.
Sin recursos, implementar los protocolos de bioseguridad ha sido una odisea, así como cumplir con las obligaciones laborales. De hecho, muchos equipos suspendieron, cancelaron o modificaron los contratos de sus empleados. Precisamente ese es lo que está fiscalizando Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), que también chocó con Vélez el año pasado, cuando los jugadores amenazaron con ir a huelga y el presidente de Dimayor aseguró que el tema laboral dependía exclusivamente de los clubes y prefirió hacerse a un lado.
Por ahora, Daniel Cardona, secretario general de la Dimayor, quedará encargado. Los candidatos más fuertes para suceder a Vélez son César Pastrana, ex presidente de Santa Fe y ex miembro del comité ejecutivo de la Federación Colombiana de Fútbol; César Camargo, empresario, directivo del Deportes Tolima y de la Federación Ecuestre e hijo de Gabriel Camargo, dueño del club pijao; y Fernando Jaramillo, ex presidente de Bavaria.
El nuevo presidente de Dimayor se elegiría el próximo 7 de agosto, en una nueva asamblea.