Juan Carlos Toja: de ser una de las promesas del fútbol bogotano, a buscarlas
El Espectador conversó con el exfutbolista bogotano, quien fuera parte de la selección de Colombia y ahora es director de las fuerzas básicas de Fortaleza CEIF.
Daniel Bello
Hace casi 20 años Juan Carlos Toja fue parte de una generación que ilusionó al fútbol colombiano. Integró la selección de Colombia que se consagró campeona del Sudamericano Sub-20 de 2005. Era un volante polivalente de buena estatura con presencia en las dos áreas. Llegó a disputar torneos de altísimo prestigio, pero las lesiones lo obligaron a despedirse del deporte que ama más temprano de lo que esperaba.
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Hace casi 20 años Juan Carlos Toja fue parte de una generación que ilusionó al fútbol colombiano. Integró la selección de Colombia que se consagró campeona del Sudamericano Sub-20 de 2005. Era un volante polivalente de buena estatura con presencia en las dos áreas. Llegó a disputar torneos de altísimo prestigio, pero las lesiones lo obligaron a despedirse del deporte que ama más temprano de lo que esperaba.
Tras varias temporadas con un perfil bajo, Toja, ahora de 39 años, volvió a ser noticia porque fue anunciado por Fortaleza CEIF como el nuevo director de las fuerzas básicas del equipo. Los caminos del club y el exjugador se habían juntado desde antes. “Estoy en una nueva etapa de mi carrera en la cual quiero aprender y aportar al fútbol con experiencia y mi conocimiento”, comentó en entrevista con El Espectador.
En 2016, cuando el mediocampista bogotano trató de regresar al fútbol profesional, lo iba a hacer con Los Amix, pero no fue posible. Decirle adiós a su pasión fue duro, porque el camerino, la adrenalina de los partidos y jugar en estadios llenos dejaron de ser parte de su día a día. “Duré un tiempo sin hacer nada, que estuvo bien, pude estar con mi familia y mis amigos. Cuando eres futbolista no tienes tiempo para esas cosas, aproveche para estar más tranquilo”.
El fútbol después del fútbol
Eventualmente la pelota lo llamó de vuelta y gracias a su cercanía con los directivos de Fortaleza, entre ellos Carlos Barato y Francisco Serrano, presidente y gerente general del club respectivamente, se ligó con la institución poco a poco. Primero ayudó en el scouting y después fue asumiendo más responsabilidades hasta que llegó la oferta de ser director de las divisiones menores y no lo pensó dos veces.
Ya en su nuevo rol dio un giro de 180° grados respecto a algunas perspectivas que tuvo como jugador. “Uno a esas edades es un poco terco, se cree que es el verraco, que se la sabe todas y estando de este lado se da cuenta mucho el trabajo que hacen los profesores”. Ahora trata de aplicar todo lo aprendido, desde que estuvo en las inferiores de Santa Fe bajo la batuta de Alfonso Sepúlveda, hasta su paso por el fútbol del exterior.
Toja va en la misma dirección de uno los principales pilares que tiene Fortaleza, la formación de jóvenes talentos. Por el sentido de pertenencia que tiene con la ciudad, uno de sus objetivos es potenciar promesas de la capital. “Talento hay en todos lados, eso no es de ser verde, azul, negro o blanco, simplemente es de trabajarlo”.
Se la pasa viendo partidos, no tanto la Liga de Campeones, sino más bien los de la Copa Metropolitana, del Torneo Nacional Federativo o de la División Aficionada de Fútbol Colombiano (Difútbol). Allí cada tanto hay quien lo reconoce, la mayoría de ellos hinchas de Santa Fe, así ya no tenga la cabellera que tuvo en sus años de selección.
Hace casi dos décadas que Toja jugó su último partido con el conjunto cardenal, pero su amor por la institución no ha cambiado ni un poco. Está ilusionado con el equipo que dirige Pablo Peirano y se siente feliz por el buen presente de Hugo Rodallega, compañero suyo en el Sudamericano de 2005 y principal figura de ese torneo, por encima de un tal Lionel Messi.
El ‘Amix’ con corazón de león
Toja viene de una familia futbolera, pues sus abuelos jugaron en primera. El paterno, también llamado Juan Carlos, defendió los colores de Medellín y Cúcuta, mientras Darío Vega, el padre de su madre, vistió las camisetas de Millonarios y Santa Fe. Con el león dio sus primeros pasos como futbolista profesional.
No pudo jugar mucho tiempo en el club de sus amores, pues su proyección llamó la atención de River Plate, donde coincidió con Radamel Falcao García, también de esa sub-20 campeona, y a quien considera como uno de los mejores compañeros que tuvo en su carrera. Aunque en el conjunto argentino no tuvo mucha continuidad, en esa etapa marcó el gol que recuerda con más cariño: una volea ante Oriente Petrolero por la Copa Libertadores, con el aliciente de que era su debut oficial con el equipo.
Después fue a destinos que el público colombiano consideraba más exóticos. Primero estuvo en Dallas F.C., de Estados Unidos. Luego dio el salto a Europa y, como integrante del Steaua Bucarest (Rumania), jugó la Liga de Campeones en compañía de Róbinson Zapata y Dayro Moreno. En esa época su mamá se la pasaba buscando enlaces en internet que le permitieran verlo ante la nula oferta televisiva.
Su última etapa por el viejo continente la tuvo en el Aris de Grecia, con el que supo eliminar de la Europa League al Atlético de Madrid de Luis Amaranto Perea, vigente campeón del torneo por aquel entonces (2010). Dos años después volvió a la MLS y, sin saberlo en ese momento, jugó sus últimos partidos como profesional en el New England Revolution.
Ahora, de nuevo en el fútbol, Toja disfruta mientras recorre las canchas del norte de Bogotá con su libreta en la mano. Se siente a gusto en Fortaleza, donde da consejos a niños que tienen la misma ilusión que él tuvo alguna vez, y se considera un Amix más.
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